Nuevos indicios sugieren que el avión fue pilotado profesionalmente hacia el Oeste
Fuentes investigadoras apuntan a que el aparato desaparecido siguió con precisión un corredor aéreo
El misterio sobre el destino del vuelo MH370 ha dado un nuevo giro. Los registros de radares militares parecen indicar que el avión de Malaysia Airlines que desapareció el sábado pasado con 227 pasajeros y 12 tripulantes algo menos de una hora después de despegar de Kuala Lumpur con destino a Pekín fue pilotado de forma deliberada por encima de la península de Malasia, en dirección a las islas Andamán, en el mar del mismo nombre, al oeste de Myanmar.
Así lo han indicado a la agencia Reuters fuentes de la investigación, que aseguran que un aparato no identificado, que creen que era el Boeing 777-200 desaparecido, siguió una ruta entre puntos de coordenadas bien precisas (waypoints en inglés) —lo cual indica que a sus mandos iba alguien con formación en aviación— cuando fue detectado en los radares del Ejército fuera de la costa noroeste del país. Este último registro sugiere que el avión se dirigía hacia las islas indias de Andamán, un archipiélago situado entre el mar de Andamán y el golfo de Bengala. Los waypoints son localizaciones geográficas, con unas coordenadas específicas de longitud y latitud, que ayudan a los pilotos a navegar a lo largo de los corredores aéreos. El hecho de que el aparato fuera detectado al noroeste de Malasia ha hecho bascular los esfuerzos de búsqueda hacia el mar de Andamán y el océano Índico.
Según informa The New York Times, la aeronave experimentó cambios significativos en altitud tras perder contacto con la torre de control, y alteró su rumbo más de una vez como si aún estuviera siendo pilotada, han informado este viernes fuentes cercanas a la investigación.
Otra fuente cercana a la investigación, también sin identificar, afirma que las pesquisas abrazan cada vez más la teoría de que alguien que sabía cómo pilotar el Boeing desvió el vuelo cientos de kilómetros respecto a la ruta prevista de forma intencionada, según la agencia. “Estamos mirando la posibilidad de un sabotaje y un secuestro”, ha señalado la fuente, un responsable policial malasio.
Las autoridades ya habían afirmado con anterioridad que estaban analizando si alguno de los miembros de la tripulación o del pasaje tenía problemas personales o psicológicos, que pudieran arrojar un poco de luz sobre lo ocurrido.
Otras fuentes citadas por el 'New York Times' dicen que la aeronave registró significativos cambios en altitud y rumbo
Una semana después de que se esfumara de los radares civiles cuando volaba a unos 10.000 metros de altitud entre la costa este de Malasia y Vietnam, el aparato sigue sin ser encontrado. Tampoco han sido hallados restos, a pesar de las numerosas falsas alarmas, como la localización de manchas de aceite sobre el mar y objetos que se creían que eran puertas o trozos del fuselaje, que en ninguno de los casos pertenecían al avión.
La búsqueda del aparato en el Índico supone un desafío extraordinario. Es el tercer mayor océano del mundo, con una profundidad media de 3.900 metros. Ante la extensión de la superficie a rastrear, Malasia ha solicitado ayuda a India, que ha destinado tres buques y cuatro aeronaves a la operación, según fuentes de la armada india. Se suman a los 42 navíos y 39 aviones de 12 países, entre ellos Vietnam, Estados Unidos, Japón y China, que ya peinaban un área de más de 93.000 kilómetros cuadrados, equivalente a la de Portugal.
Vietnam, sin embargo, ha asegurado este viernes que ha reducido los esfuerzos de rastreo en el mar del Sur de China, y que el Gobierno de Kuala Lumpur le ha pedido que estudie la posibilidad de enviar aviones y barcos al estrecho de Malacca; una nueva muestra de que el foco de la investigación está cada vez más centrado en el oeste de Malasia. Los radares militares de Malasia detectaron que el avión pudo dar media vuelta respecto a la ruta prevista tras desaparecer.
Varios medios de comunicación estadounidenses han asegurado que los sistemas de comunicación del Boeing continuaron enviando señales que fueron registrados por los satélites durante varias horas después de producirse el último contacto con los controladores aéreos civiles a la 1.30 del sábado (siete horas menos en la España peninsular). Afirman que el avión pudo haber volado al menos cinco horas desde que despegó. Esto significa que pudo recorrer hasta 4.000 kilómetros, y haber alcanzado Australia, India o el sur de Pakistán. Pero según Malaysia Airlines, el sistema ACARS, que envía datos automáticamente cada cierto tiempo a los centros de mantenimiento o los fabricantes, dejó de transmitir señales a la 1.07 del sábado, 23 minutos antes de que se perdiese el contacto con el B-777.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.