César Crisóstomo Barrientos, jurista de Guatemala
Magistrado de la Corte Suprema, impulsó el sistema penal de su país
La muerte de César Crisóstomo Barrientos Pellecer, mi querido discípulo, cuya tesis dirigí en la Universitat Jaume I de Castellón, deja a Guatemala huérfana de uno de sus juristas más destacados y comprometidos con el progreso del país. Barrientos falleció el pasado 2 de marzo a los 61 años en San Francisco Zapotitlán (Guatemala).
Barrientos era un ejemplo para todos de honradez, trabajo, bonhomía y, sobre todo, amistad. Era además un hombre muy culto, excelente conocedor de la historia de América, de su América Central, de su amada Guatemala y un muy buen amigo y admirador de la España actual.
Desde su puesto de presidente de la Cámara Penal (Sala de lo Penal) de la Corte Suprema de Justicia (Tribunal Supremo) de Guatemala en los últimos tres años, había conseguido dignificar y humanizar la justicia penal en un país tan complejo y difícil como el suyo, en el que la vida y la muerte a veces se confunden en su poco valor. Un medio muy hostil para que su espíritu cristiano progresista, democrático y justo pudiera dejar la huella que dejó, escuchando a todas las partes con prudencia y templanza, impartiendo diariamente justicia real, revocando sabiamente las siempre injustas condenas de muerte impuestas por los tribunales de instancia, dando a cada uno lo suyo y trabajando por el progreso jurídico y social de un país, bellísimo y maravilloso a un tiempo, que lamentablemente todavía presenta espacios inadmisibles de impunidad.
Estaba amenazado de muerte y diariamente era vejado pública y privadamente por los enemigos de la democracia. Era un obstáculo claro para conseguir un país menos injusto. Estaba prácticamente solo desde su posición en esta lucha.
Pero a pesar de ello, trabajó por la dignidad del ser humano incansablemente desde todos los aspectos jurídicos que en su prolífica vida tuvo que desarrollar y ha dejado en ese quehacer una impronta imborrable. Nadie de su escuela, la escuela valenciana de Derecho Procesal, ni del mundo latinoamericano de Derecho Procesal, lo olvidará nunca.
Firman este texto Juan-Luis Gómez Colomer, catedrático de Derecho Procesal en la Universitat Jaume I de Castellón, y 13 personas más.
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