La comunidad internacional se moviliza para frenar la represión
La Unión Europea prepara sanciones contra el régimen ucranio Hollande define las violencias como "actos incalificables, intolerables, de inadmisible brutalidad"
La Unión Europea cree que ha llegado la hora de hacer algo más que facilitar el diálogo político en Ucrania. Alarmados por la dureza de la represión en el país vecino, los líderes comunitarios defendieron el miércoles por primera vez la imposición de sanciones como castigo al régimen de Víctor Yanukóvich, una decisión que deberán adoptar este jueves los ministros de Exteriores. Junto al paso adelante de Bruselas, la capital más influyente en el conflicto ucranio junto con Moscú, toda la comunidad internacional llamó el miercoles a poner fin a la violencia.
La diplomacia europea se reúne este jueves de urgencia, con visiones distintas sobre el grado de dureza que se debe aplicar a la república exsoviética. Lo más probable es que los países miembros logren pactar un texto de mínimos que inste a endurecer el tono y a preparar las sanciones, un instrumento diplomático que puede incluir desde el embargo de armas hasta congelación de activos de determinados dirigentes. España figura en la minoría contraria a penalizar a Yanukóvich por los riesgos que implica para la continuidad del diálogo en Kiev, una postura que comparten, con matices, Italia y Reino Unido.
Hollande ha definido las violencias en Kiev como "actos incalificables, intolerables, de inadmisible brutalidad y represión".
Bruselas se había resistido a sancionar a Ucrania para no cerrar el único canal de comunicación abierto con la cúpula dirigente. Pero el miercoles fue el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso el que dio un paso adelante. Consciente de las reticencias de algunos miembros para adoptar esta vía extrema, Barroso aseguró: “Esperamos que las medidas dirigidas a los responsables de la violencia y del uso excesivo de la fuerza puedan ser acordadas por los Estados miembros de manera urgente”.
La mayor parte de los Estados miembros son partidarios de enviar una señal de censura al presidente Yanukóvich por el uso desmesurado de la fuerza. Los más explícitos fueron Francia y Alemania, cuyos líderes se reunieron el miercoles en París. “Los ministros deben hablar sobre qué sanciones específicas imponer para demostrar que vamos en serio”, aseguró la canciller Angela Merkel en conferencia de prensa. “Lo que está ocurriendo en Ucrania es innombrable, inaceptable, intolerable”, abundó el presidente francés, François Hollande.
En la reunión participó también el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que trató de cerrar filas con sus colegas europeos. “Estamos discutiendo la posibilidad de sanciones u otras medidas con nuestros amigos europeos para intentar crear el clima para un compromiso”. Kerry rompía así la tensión generada entre los dos bloques a raíz de la filtración de una conversación telefónica en la que una alta representante estadounidense mostraba, mediante un exabrupto, la distancia entre EE UU y Europa sobre Ucrania.
Bruselas sabe que la credibilidad de este giro reside en poder mostrar una postura común. Y el recurso a las sanciones, que la UE mantiene con una treintena de países, requiere unanimidad.
Para convencer a los Estados miembros, Barroso insistió el miercoles en que el castigo se dirigiría exclusivamente a los responsables de la represión (aunque es difícil concretarlos en una lista). El jefe del Ejecutivo comunitario conversó con Yanukóvich por teléfono y le recordó “la responsabilidad especial del Gobierno ucranio para evitar la violencia”.
Ese mensaje de dureza se combina con un refuerzo de la mediación. Antes de la reunión de ministros, el alemán Frank-Walter Steinmeier, el francés Laurent Fabius, y el polaco Radoslaw Sikorski viajarán a Kiev para tomar el pulso al conflicto.
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