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La ira por la crisis económica y el bloqueo político estalla en Bosnia

Manifestantes enfurecidos se enfrentan con la policía y atacan sedes de gobierno

Imágenes de las protestas antigubernamentales en la ciudad bosnia de Tuzla.Foto: reuters_live

La frustración acumulada en dos décadas de parálisis política, crisis económica y corrupción endémica ha estallado con violencia en Bosnia-Herzegovina esta semana. Las protestas, que empezaron el miércoles en Tuzla, en el noreste del país, por el cierre de cuatro fábricas recién privatizadas, se han ido extendiendo paulatinamente a varias localidades del país. La jornada de ayer marcó una escalada de la tensión, con ataques a varias sedes institucionales y enfrentamientos entre manifestantes y policías, incluso en la capital, Sarajevo. La oleada de disturbios constituye el fenómeno de protesta más destacado desde el fin de la guerra en 1995.

“La gente está harta. El país está completamente bloqueado. La corrupción es una plaga. No hay empleos. Pero, durante 20 años, los políticos no han hecho nada más que pelear por sus escaños y sillones del poder”, comenta, en conversación telefónica, Emir Hodzic, un activista que está participando en las protestas de Sarajevo. “En varias ocasiones ha habido protestas pacíficas. Pero esta vez no sé cómo va a acabar esto”, añade.

“Es todo culpa nuestra”, reconoció Zeljko Komsic, jefe de turno de la presidencia tripartita de Bosnia, hablando en nombre de la clase política.

El salario medio mensual es de 420 euros. Uno de cada cinco bosnios se halla bajo el umbral de pobreza

Entre los edificios atacados figuran la presidencia del país y la sede del Gobierno cantonal de Sarajevo. La protesta, impulsada por miles de personas, se desarrolla eminentemente en la entidad bosnio-croata del país. “Pero algunos centenares de personas han salido a la calle también en Banja Luka [capital de la entidad serbia del país] pese al bloqueo informativo en los medios locales”, relata Hodzic.

Unas 100 personas resultaron heridas tan solo en Sarajevo, entre ellas unos 60 policías. Las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar la protesta. “Los enfrentamientos seguían [anoche] en varios puntos de la ciudad”, añade el activista.

La arquitectura constitucional diseñada con los acuerdos de paz de Dayton ha generado un cuadro político en el que los vetos cruzados impiden prácticamente cualquier clase de gestión gubernamental. El país, de unos 3,8 millones de habitantes, vive en un estado de postración económica perenne. La tasa de paro oficial ronda el 28%, pero estudios independientes la sitúan alrededor del 40%. El PIB lleva cinco años estancado.

Ni siquiera los avances de la región han logrado inducir un deshielo indirecto de las relaciones en Bosnia. Croacia ya está en la UE; Serbia negocia con Bruselas tras sellar un acuerdo de normalización de las relaciones con Kosovo. Belgrado ha enfriado su apoyo al intransigente líder de la entidad serbia de Bosnia. Pero la parálisis sigue en todos los niveles administrativos.

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