La amenaza yihadista se agrava en el Sinaí
Mueren tres soldados en una emboscada a un autobús militar
A pesar de que el nuevo régimen egipcio utiliza la lucha antiterrorista como elemento legitimador y aglutinador, la amenaza del yihadismo es bien seria. Este domingo a primera hora de la mañana, una emboscada a un autobús militar en la península del Sinaí se saldó con la muerte de al menos tres soldados, mientras otros ocho fueron evacuados en avión a un hospital para ser tratados de sus heridas.
Según fuentes militares, los uniformados volvían de pasar unos días de vacaciones cuando un grupo de hombres armados abrió fuego contra el vehículo, al que atacaron también con un lanzagranadas. La acción no ha sido reivindicada, pero el principal sospechoso es Ansar Bayt al Maqdis (Partisanos de Jerusalén, en árabe), el grupo yihadista que se ha responsabilizado de los atentados más audaces de la ola desencadenada tras el golpe de Estado contra Morsi.
En su último comunicado, Ansar Bayt al Maqdis aseguró haber abatido el sábado un helicóptero militar en el Sinaí con un misil tierra-aire. Un portavoz de las Fuerzas Armadas informó de la muerte de cinco soldados que formaban la tripulación de la nave, pero no confirmó la versión de los yihadistas. De ser cierta, la acción representaría un salto cualitativo en la capacidad operativa del grupo terrorista, que hasta ahora no había utilizado un armamento tan mortífero. Los analistas consideran que el grupo lo podría haber adquirido a las milicias libias que se hicieron con el arsenal de Gadafi durante la guerra contra su régimen.
En una nota publicada ayer en su página de Facebook, el Ejército aprovechó para cargar contra los Hermanos Musulmanes, a pesar de que el movimiento islamista ha negado cualquier relación con estos últimos atentados y ha reiterado su apuesta por las vías de oposición pacíficas. “Aseguramos al pueblo egipcio la determinación [de las Fuerzas Armadas] de luchar contra el negro terrorismo y la completa eliminación de los abogados de la opresión y la sedición y la blasfemia entre los seguidores de los Hermanos Musulmanes”, reza el comunicado.
Por otro lado, el Gobierno egipcio ha decidido retirar todo su personal diplomático de Libia después del secuestro de cinco de sus diplomáticos durante los últimos días, cuya liberación confirmaron fuentes oficiales en la noche del domingo. Los raptos se produjeron en respuesta al arresto de Shaban Hadia, líder de una milicia que luchó contra Gadafi, en la ciudad de Alejandría, donde se había desplazado para recibir tratamiento médico. Las autoridades de ambos países habían entablado conversaciones para resolver la crisis.
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