Bruselas avisa de posibles sanciones ante la escalada de violencia en Ucrania
Barroso señala que la UE estudia sus "consecuencias" sobre la relación bilateral Moscú defiende el "apoyo y la asistencia" frente a las amenazas de sanción y recalca que no tomará ninguna decisión "a espaldas" de Kiev
La Comisión Europea eleva el tono frente al Gobierno ucraniano. El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durão Barroso, ha dejado caer este miércoles a mediodía la posibilidad de que la UE imponga sanciones a Ucrania y ha señalado que ya estudia las "consecuencias" que el aumento de la violencia en el país pueda tener sobre las relaciones bilaterales. Horas más tarde, el representante permanente de Rusia en Bruselas, Vladimir Chizhov, ha defendido "el apoyo y la asistencia" frente a las sanciones, y ha recalcado que Moscú no tomará ninguna decisión a espaldas del Gobierno ucraniano. El encontronazo se produce poco después de la muerte de dos manifestantes en las protestas que sacuden el centro de Kiev y a menos de una semana de la cumbre semestral entre la Unión Europea y Rusia.
"Seguimos de cerca estos acontecimientos y evaluamos posibles acciones", ha señalado Durão Barroso en Bruselas. El presidente de la Comisión ha destacado que la UE está estudiando las consecuencias que lo acontecido la pasada madrugada en la capital ucraniana puedan tener sobre las relaciones entre ambos países "si las autoridades ucranianas no se comportan de manera adecuada".
En este sentido, Barroso ha emplazado al Gobierno de Yanukóvich y a los manifestantes a que interrumpan "inmediatamente" el uso de la violencia y les ha instado a "dar pasos" para rebajar la tensión que vive el país. "El ambiente general se ha deteriorado hace tiempo y la responsabilidad de las autoridades ucranianas es normalizar la situación", ha subrayado, a la vez que ha llamado a las partes a abrir una fase de "verdadero diálogo".
Sobre las posibles sanciones, el presidente de la Comisión aún cree "prematuro" especular sobre el tipo de consecuencias que estos hechos puedan acarrear y ha dejado claro que es una decisión que deben tomar "de forma colectiva" todos los Estados miembros. Sin embargo, sí ha querido enfatizar que "si Ucrania no respeta el Estado de Derecho y pone en peligro la vida de sus ciudadanos", los países que forman parte de la UE "reaccionarán con claridad".
Más contundente que la UE se ha mostrado EE UU, al revocar una cantidad indeterminada de pasaportes a ciudadanos ucranianos en respuesta a las represalias del Gobierno de Yanukóvich contra los manifestantes.
Rusia pide "apoyo y asistencia" y no sanciones
La respuesta del representante permanente de Moscú a las palabras de Barroso y al gesto de EE UU no se hizo esperar. Apenas dos horas después del aviso del presidente de la Comisión sobre las consecuencias que la violencia en Ucrania podría tener sobre sus relaciones con la Unión Europea, el representante permanente de Rusia en Bruselas, Vladimir Chizhov, ha pedido a la UE y a EE UU hablar en clave de "apoyo y asistencia y no de sanciones". El diplomático ruso ha recordado que el único órgano capacitado para imponer este tipo de medidas es el Consejo de Seguridad de la ONU y ha recalcado que la cuestión de Ucrania "no está en la agenda" de la cumbre entre la UE y Rusia.
Sobre el nivel de implicación de Rusia en el conflicto, Chizhov ha seguido el discurso que el Kremlin mantiene desde que estallaran las calles de Kiev el pasado noviembre: que su país no tomará ninguna decisión sobre Ucrania "a espaldas" del Gobierno presidido por Viktor Yanukóvich.
En relación a la muerte de dos manifestantes la pasada madrugada, el representante permanente ruso en Bruselas —cargo que depende directamente del Gobierno de Vladimir Putin— ha afirmado no tener constancia de que su fallecimiento se haya producido a manos de la policía y ha exigido el cese de las hostilidades en Kiev. "Lo que Rusia quiere es el fin de la violencia". En este sentido, el diplomático ha pedido diálogo entre las partes y ha calificado los enfrentamientos de "choques entre extremistas violentos" y las fuerzas del orden. También ha cargado a los líderes de la oposición, a los que ha acusado de "avivar" las protestas, "polarizar" la sociedad y, después, "desaparecer de la escena".
Pese a estas alusiones a la realidad ucraniana, el embajador se ha negado a referirse a cuestiones "internas" del país y ha criticado que cualquier país se inmiscuya en cuestiones relativas a la legislación de otro Estado, en este caso Ucrania. El diplomático ha ido incluso más allá al valorar como "inaceptable" que EE UU exija a Ucrania la revocación de sus leyes y como "suficientemente malo" que la UE pida su revisión. "Creo que es inaceptable que un Gobierno extranjero llame para que se revoque una ley un día después de que sea aprobada", ha rematado.
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