Ejecutado en Florida un preso tras cuatro décadas en el corredor de la muerte
Thomas Knight, de 62 años, recibió este martes la inyección letal, luego de haber sido condenado a la pena máxima por primera vez en 1975
Thomas Knight no tuvo una última palabra para quienes asistieron a su ejecución, este martes a las 6.45 de la tarde (hora local) en la prisión estatal de Starke, ubicada al norte del Estado de Florida. Knight, de 62 años de edad, recibió la inyección letal 39 años después de haber sido sentenciado a muerte por primera vez, por el secuestro y asesinato en 1974 de la pareja de empresarios Sydney y Lillian Gans en Miami. Pero la causa oficial de su última y definitiva condena fue el apuñalamiento, en 1980, del guardia de prisiones Richard Burke.
Thomas Knight fue arrestado el 17 de julio de 1974, pocas horas después de secuestrar a su exjefe, el empresario Sydney Gans y a su esposa, Lillian, de obligarles a retirar 50.000 dólares en efectivo de un banco del centro de Miami y de dispararle a ambos en la nuca con un rifle automático en una zona boscosa y apartada del condado de Miami-Dade. Muchas cosas pasaron en las cuatro décadas que siguieron. Knight escapó de la cárcel una vez, fue incorporado a la lista de los diez más buscados de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI) y recapturado en diciembre de 1974. Fue sentenciado a muerte por el asesinato de los Gans en 1976 y entre 1996 y 2012, esta decisión fue revisada, revertida y reafirmada en al menos tres oportunidades. En octubre de 1980, Knight apuñaló en el pecho, con una cucharilla afilada, al guardia de prisiones Richard Burke y fue por este caso que el Gobernador de Florida, Rick Scott, firmó en octubre de 2013 la orden oficial para su ejecución. También cambió su nombre: entró a la cárcel como Thomas Knight y murió en ella como Askari Abdullah Muhammad.
La muerte de Knight estaba programada inicialmente para el 3 de diciembre de 2013, pero fue postergada en noviembre, luego de que la defensa alegara que el sedante que le suministrarían al reo antes de la inyección letal no era seguro y su uso, por tanto, violaría la prohibición constitucional al castigo cruel e inusual. En diciembre, la Corte Suprema del Florida declaró que el fármaco era seguro y el gobernador Rick Scott reprogramó para este 7 de enero el cumplimiento de la condena.
Esta es la duodécima orden de ejecución que firma el gobernador Scott desde que asumió el poder en enero de 2011 y la sexta desde que, en junio de 2013, promulgó la Ley de justicia oportuna, que modificó los lapsos de apelaciones judiciales de los sentenciados a muerte y acortó el proceso. Hasta ese momento, alegó Scott entonces, el tiempo de espera entre la emisión de la sentencia capital y el cumplimiento de la condena en el Estado duraba un promedio de 22 años.
La pena máxima fue restablecida en Florida en 1976 y desde esa fecha, 82 presos han recibido la inyección letal. Este es el segundo Estado de la unión con mayor número de presos en espera de ejecución, con un total de 401 reos aguardando en el corredor de la muerte: la mayoría (235) son hombres blancos y en el grupo hay cinco mujeres. Además de Thomas Knight, otros dos hombres han pasado casi cuatro décadas en prisión desde que les fue impuesta la máxima condena: Douglas Meeks, hallado culpable dos asesinatos en marzo y junio de 1975, respectivamente; y Charles Foster, también declarado culpable de homicidio en octubre de 1975. Pero la justicia de Florida no siempre ha estado en lo correcto: en enero de 2002, por ejemplo, Juan Roberto Meléndez fue declarado inocente luego de haber pasado los últimos 17 años en el corredor de la muerte.
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