La amenaza indígena del bloqueo al rally Dakar sigue en pie en Bolivia
Los pueblos originarios demandan un informe sobre el impacto ambiental que la carrera tendría en sus cultivos y sus tierras
Los pilotos de motocicletas y cuadriciclos del Rally Dakar no solo afrontarán todas las dificultades de territorio, clima, temperaturas extremas y altura. También se suma la amenaza de intempestivos cierres o bloqueos en la ruta de la carrera por parte de indígenas de tierras altas, que no lograron dialogar hasta ahora con el Gobierno de Bolivia. El conflicto se ha suscitado a raíz de que los indígenas del Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qullasuyu (Conamaq) solicitaron un informe al Gobierno sobre el impacto ambiental que ocasionaría el rally en su territorio. No obtuvieron ninguna respuesta y la policía ha intervenido la sede de los indígenas en La Paz.
“En vano hemos esperado 72 horas y el gobierno no ha dicho nada”, ha declarado el ex dirigente del Conamaq, Rafael Quispe. “Todo está decidido. Ahora estamos acabando de definir estrategias y tácticas” que se desplegarán en el suroeste boliviano para intentar entorpecer el paso de los corredores del Dakar en dirección al salar de Uyuni durante las etapas séptima y octava, de carácter maratónica, entre Villazón, Uyuni y San Pedro de Quemes.
Las medidas de presión de los indígenas pueden, sin embargo, fracasar debido a que el Gobierno ha desplegado un contingente de 3.600 uniformados de la Policía y las Fuerzas Armadas para garantizar el libre paso de los competidores. Los fiscales de Oruro y Potosí tienen orden de trabajar las 24 horas para prevenir y proceder a la detención de quienes intenten cerrar el paso de los corredores en el trayecto del circuito.
Líderes de movimientos sociales afines al partido gubernamental, el Movimiento Al Socialismo (MAS), han advertido que sus bases, grupos de mineros y comerciantes no van a permitir los bloqueos. "Quieren bloquear con llamas y ovejas el Dakar, eso es atentar contra quienes nos van a visitar”, ha expresado el cuestionado dirigente de Conamaq paralelo Hilarión Mamani, afín al MAS.
Los dirigentes indígenas han expresado su preocupación por sus cultivos y por los animales silvestres o domésticos espantados por el sonido de los motores que, en el páramo altiplánico donde solo silba el viento, podría provocar la huida de los camélidos (las asustadizas alpacas y llamas).
El conflicto, que parece superficial, tiene un trasfondo político debido a la posición disidente y crítica al gobierno de Evo Morales que ha asumido el Conamaq, de acuerdo a conocedores del tema.
El columnista de la cadena Erbol Omar Guzmán enumera algunos motivos “que tiene el gobierno del MAS para acallar al Conamaq”, integrado por pueblos originarios de la región occidental de Bolivia, que mantienen fuertemente enraizadas sus formas de gobierno y sus valores como principios de vida. “La crítica de Conamaq al gobierno de Morales ha sido ideológica y desnuda su debilidad: tratar de organizar una estructura estatal a espaldas del pensamiento indígena, al igual que todos los representantes del colonialismo interno lo hicieron siempre”, afirma Guzmán.
Pese a la coyuntura, el vice ministerio de Descolonización ha preparado todo un programa de ceremonias rituales que se efectuarán a lo largo de la ruta de la carrera de motocicletas y cuadriciclos.
Alrededor de 300 amautas, yatiris (adivinos) y callawayas (médicos naturistas) participarán en distintos actos de ofrenda a la Pachamama y a los achachilas y otras deidades de la cosmovisión andina para que permitan un Rally Dakar venturoso, sin problemas ni accidentes, ha informado desde la fronteriza Villazón el periódico Correo del Sur.
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