Obama: “Hay líderes que alaban a Mandela pero no toleran la disidencia”
Unos cien jefes de Estado han participado en el homenaje al hombre que venció el 'apartheid' Obama y Castro se han saludado dándose la mano al margen de la ceremonia
Todo Sudáfrica y un centenar de jefes de Estado y de Gobierno han despedido este martes a Nelson Mandela, el hombre que derrotó al apartheid, con una ceremonia que se celebró en el estadio Soccer City de Soweto y que contó, entre otras, con las intervenciones de los presidentes de EE UU, Barack Obama; Brasil, Dilma Rousseff; y Cuba, Raúl Castro, así como de familiares y amigos de Mandela. El acto fue retransmitido por un centenar de pantallas gigantes ubicadas en centros comerciales y plazas de todo el país.
Durante la ceremonia, el presidente estadounidense y el cubano se saludaron estrechando manos, informa la agencia Reuters. En su intervención, Obama calificó a Mandela de "gigante de la justicia", recordó que sigue habiendo presos de conciencia y consideró que en el mundo hay demasiados líderes que manifiestan solidaridad con la lucha que libró Madiba "pero que no toleran la disidencia de su propio pueblo".
Entre los asistentes, además de Castro, figuraron otros líderes de dictaduras o regímenes autoritarios como Robert Mugabe (Zimbabue) o Li Yuanchao (vicepresidente de China).
Rousseff afirmó que Mandela fue "la personalidad más extraordinaria del siglo XX". "Él inspiró la lucha civil en Brasil y América del Sur", dijo.
La ciudadanía sudafricana quería darle a Mandela un adiós por todo lo alto, como han demostrado en los cinco días de luto oficial desde que falleció la noche del jueves a los 95 años. Pero las condiciones meteorológicas no fueron las más atractivas. La lluvia que caía desde anoche deslució y complicó el prólogo y el desarrollo del funeral popular.
El acto empezó a las 11.00 hora peninsular española, una hora de retraso con respecto a lo previsto. El himno nacional sudafricano abrió la ceremonia bajo una lluvia intensa que no impidió, sin embargo, que unas 65.000 personas ocuparan una de las localidades, aproximadamente tres cuartas parte del aforo.
La familia y los jefes de Estado que participaron en el acto se sentaron bajo grandes carpas en una esquina del campo de fútbol, mientras que el grueso de personalidades invitadas fue ubicado en la tribuna de autoridades. En primera fila se encontraban el Príncipe Felipe y los herederos de Noruega y Suecia, entre otros.
Tras el himno empezó la ceremonia interreligiosa, en la que hablaron un rabino, un imán y un prelado cristiano, en una muestra de la unidad que defendió Mandela durante toda su vida.
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, recibió el mayor de los abucheos a su entrada en el estadio, mientras que la exmujer de Mandela, Winnie, tuvo la más calurosa de las acogidas. Zuma también fue abucheado cuando se disponía a pronunciar su discurso.
Winnie protagonizó una de las imágenes más emotivas de la mañana cuando dio la bienvenida a la viuda, Graça Machel, con un largo y emotivo abrazo. A pesar de estar separada de Madiba desde hace más de dos décadas, Winnie y Mandela mantenían una relación estrecha y de hecho lo visitó asiduamente durante los seis meses que el expresidente estuvo ingresado en estado crítico, hasta que el pasado día 5 falleció en su domicilio del barrio de Houghton a la edad de 95 años.
El estadio Soccer City abrió puertas un poco después de las seis de la mañana pero, horas antes, un millar de personas ya esperaban bajo la lluvia intensa y bajas temperaturas invernales a pesar de estar en verano. Otra vez los sudafricanos pusieron al mal tiempo buena cara y se entretuvieron con cánticos acompasados, al estilo góspel o tradicional.
Obedeciendo las indicaciones de la organización, miles de ciudadanos accedieron al estadio acuentagotas a pie, utilizando los autobuses habilitados o aparcando a un par de kilómetros. Llegaban con anoraks y gorras de lana porque realmente las temperaturas han caído en las últimas horas e intentaban ocupar las localidades cubiertas. Un mar de paraguas cubría los asientos de color naranja del estadio, en el que en julio de 2010 Mandela hizo su última aparición en público en la final del Mundial de Fútbol que ganó la selección española.
España estuvo representada —además de por el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón— por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que llegó esta mañana a Johanesburgo.
Entre los asistentes al acto figuraron también el primer ministro británico, David Cameron; el presidente francés, François Hollande; tres expresidentes de EEUU, Bono, Peter Gabriel, Naomi Campbell, Bill Gates y Oprah Winfrey.
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