El periodista chino detenido confiesa que mintió en sus informaciones
El redactor del 'Nuevo Expreso' se disculpa en público en la televisión estatal CCTV
Un periodista chino, cuya detención la semana pasada por escribir sobre “los problemas financieros” de una compañía en parte propiedad del Estado causó gran revuelo, se ha disculpado este sábado en la televisión nacional CCTV por las informaciones que publicó y que la prensa estatal ha calificado de “no verificadas y falsas”.
Chen Yongzhou, redactor de Nuevo Expreso, un diario de Guangzhou -capital de la provincia sureña de Guangdong-, fue arrestado bajo “sospecha de haber dañado la reputación empresarial” al haber escrito una quincena de artículos sobre las dificultades financieras de Zoomlion, un fabricante de maquinaria de la construcción de la provincia vecina de Hunan, que cotiza en las bolsas de Shenzhen y Hong Kong. En sus informaciones, Chen acusó a Zoomlion de suministrar datos contables fraudulentos, como beneficios inflados; realizar prácticas de relaciones públicas oscuras, y de una operación financiera que causó “pérdida de activos estatales”. La compañía ha negado las acusaciones.
“Deseo admitir mi culpa y mostrar mi arrepentimiento. Ofrezco mis sinceras disculpas a Zoomlion, que ha sufrido pérdidas (debido a mis acciones), al público –cuya confianza en la prensa se ha visto afectada- así como a mi familia, que ha sufrido por esto. ¿Y a los accionistas de Zoomlion?, también les pido disculpas”, ha dicho, informa France Presse. Chen ha sido mostrado con el pelo rapado y esposado ante varios agentes de policía.
“Hice esto principalmente porque ansiaba dinero y fama. He sido utilizado. Me he dado cuenta de mi acto erróneo. He violado la ética del periodismo. He estado reflexionando mucho sobre cómo ocurren estas cosas. Probablemente no soy el único en el mundo de la prensa (en hacer este tipo de cosas), y toda la industria de la información debería tomar esto como una lección”, añade en la confesión, que más bien parece destinada a lanzar un mensaje a la gente y otros periodistas.
La agencia oficial Xinhua afirma que, según la policía, Chen ha admitido “haber publicado historias no verificadas y falsas acerca de una compañía a cambio de dinero y fama”. “Chen inventó hechos y escribió más de 10 informaciones a partir de material que le entregaron”. Xinhua dice que actuó “a petición de otros”, pero no aclara quiénes son “otros”. Un consejero del presidente de Zoonlion acusó en julio pasado en su microblog al periodista de cobrar de una empresa competidora, Sany. Nuevo Expreso le demandó por libelo. Sany ha negado cualquier implicación. La fuerte competencia entre las dos compañías de equipos de construcción, en un mercado a la baja, las ha llevado a acusarse mutuamente de espionaje industrial.
CCTV afirma que Chen recibió sobornos que oscilan entre miles y decenas de miles de yuanes (entre cientos y miles de euros) por publicar las informaciones y que le pagaron para que visitara a los organismos reguladores en Pekín y Hong Kong para comunicarles las prácticas empresariales de Zoomlion. La cadena también asegura que la Comisión Reguladora de Valores de China no ha encontrado pruebas de que la compañía falsificara sus comunicaciones financieras.
La detención de Chen provocó un gran revuelo en las redes sociales chinas -donde muchos internautas le apoyaron-, y saltó a la prensa nacional e internacional después de que el miércoles pasado Nuevo Expreso desafiara a las autoridades y publicara un editorial en primera página en el que pedía a la policía que le liberara. “Por favor, suéltenlo”, señalaba el texto con grandes caracteres negros. El editorial defendía que no había pruebas de que Chen hubiera cometido algún crimen, recordaba que los periodistas no deben ser procesados criminalmente por escribir de forma responsable sobre hechos que puedan avergonzar a compañías o individuos influyentes, y aseguraba que el periódico había revisado las informaciones de Chen y no encontró errores significativos. Incluso el organismo regulador de la prensa en China mostró “gran preocupación” por el arresto.
La declaración pública de Chen supone un gran revés para su periódico, aunque los activistas de derechos humanos afirman que las confesiones en China son a menudo forzadas y violan el derecho del acusado a un proceso debido.
Zoomlion es el segundo mayor fabricante de equipos para la construcción de China, con 32.000 empleados y una facturación de 48.000 millones de yuanes (5.700 millones de euros) el año pasado; el Gobierno de Hunan es su mayor accionista, con alrededor del 16% del capital, según Associated Press.
La detención de Chen coincide con la campaña anticorrupción puesta en marcha por el presidente chino, Xi Jinping, y un incremento de la cesura y la represión contra periodistas, abogados y blogueros. Una reciente normativa establece que los internautas pueden ser condenados a tres años de cárcel por difundir mensajes difamatorios que sean reenviados 500 veces.
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