India da la batalla a la desnutrición
El Parlamento aprueba subsidios a la alimentación básica de 800 millones de personas a un año de las elecciones
La Cámara baja del Parlamento de India ha aprobado un programa por el cual subsidiará cinco kilos de grano al mes a dos tercios de su población, es decir, a casi 800 millones de personas. "Asegurar el acceso a una cantidad adecuada de comida de calidad a precios asequibles para que la gente viva con dignidad". Este es el objetivo, según el texto del programa, que previsiblemente será aprobado por el Senado.
Sonia Gandhi, presidenta del gobernante Partido del Congreso, calificó la iniciativa como un "paso histórico para erradicar el hambre". El rápido crecimiento económico de India en la pasada década no se ha reflejado a idéntico ritmo en la salud de su gente, con un 22% de la población afectada por la desnutrición, según un informe del comité de expertos del Consejo Económico Asesor del primer ministro, Manmohan Singh, del Partido del Congreso. El jefe del Gobierno ha llamado a esta lacra "vergüenza nacional". Más del 27% de la población mundial afectada por malnutrición vive en India, según la ONU. El nuevo programa alimentario beneficiará al 70% de la población rural y al 50% de la urbana, que podrá comprar el kilo de arroz a un precio equivalente a 0,034 euros, el trigo a 0,023 euros y el mijo a 0,011 euros.
Desde diferentes ámbitos se ha tachado este programa como una medida del Partido del Congreso para captar votos ante las elecciones generales del próximo año. "¿Si no, por qué no lo han hecho antes?", se pregunta la economista Jayati Ghosh, que no obstante se felicita de que finalmente se haya aprobado una iniciativa que, de aplicarse apropiadamente, beneficiará a la población hambrienta más grande del mundo.
Ghosh discrepa de las voces críticas que sostienen que el elevado coste del programa, unos 15.000 millones de euros, dañará la economía india, y precisa que el Gobierno ya gasta actualmente casi 12.000 millones en subsidios a los alimentos. "La diferencia no es muy grande para una economía como la india", asegura. Algunos Estados distribuyen ya de forma muy eficiente comida barata entre su población.
Pero algunos activistas están en desacuerdo con este programa. Colin Gonsalves, fundador de la Red Legal para los Derechos Humanos, considera que la situación de los más pobres empeorará. Desde hace una década, y por decisión del Tribunal Supremo, el 40% de la población recibe 35 kilos de granos por familia a un precio subsidiado, que ahora se reducirán a 25 kilos por familia tipo de cinco miembros. "El Gobierno alega que beneficiará a más personas, pero en realidad no será así. No le creo. La prueba es que hay 800 millones de toneladas de grano pudriéndose en almacenes del país porque se ha preferido eso antes que venderlos a precios subsidiados", asegura.
Menos radical, la activista por el derecho a los alimentos Kiran Shaheen dice que el programa es mejor que nada, pero que hay un error de estrategia: "No se debe dar la comida como caridad, sino que el Estado debe crear las condiciones adecuadas para que todo ciudadano tenga una vida digna y pueda ganar su propio sustento".
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