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La Haya condena a 111 años de cárcel a seis bosniocroatas por limpieza étnica

Jadranko Prlic, ex primer ministro de la autoproclamada República Croata de Herzeg-Bosnia, recibe una pena de 25 años Los jueces consideran probado que formaron una asociación criminal para crear una Gran Croacia

Isabel Ferrer
Los generales Milivoj Petkovic (2ºdcha) y Slobodan Praljak (2ºizda) a su llegada al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia.
Los generales Milivoj Petkovic (2ºdcha) y Slobodan Praljak (2ºizda) a su llegada al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia.Jiri Buller/POOL (EFE)

Seis políticos y militares bosniocroatas han sido condenados, en conjunto, a 111 años de cárcel por limpieza étnica de musulmanes bosnios, y otros grupos no croatas, durante la guerra de los Balcanes. El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) ha considerado probado que el grupo formó “una asociación criminal con el fin de crear una Gran Croacia que precisaría una modificación de su composición étnica”. Para lograrlo, los seis, elaboraron un plan que incluía “desplazamientos forzosos de la población, asesinatos, saqueo de propiedades, trabajos forzados para los detenidos y expulsión de sus tierras una vez liberados”, según el presidente de la sala, Jean Claude Antonetti. El principal acusado, Jadranko Prlic, ex primer ministro de la autoproclamada República Croata de Herzeg-Bosnia, fue sentenciado a 25 años de prisión.

Los bosniocroatas fueron aliados de sus vecinos musulmanes bosnios durante la mayor parte de la guerra de Bosnia, librada entre 1992 y 1995. Sin embargo, entre 1993 y 1994, se pelearon a muerte, y la parte bosniocroata abrió campos de detención donde se produjeron crímenes de guerra. Los seis condenados se entregaron al TPIY en 2004 con la intención de “limpiar su honor” y en medio del clamor popular. “Partimos como inocentes y así regresaremos”, dijeron entonces. Además de Prlic, han sido condenados Bruno Stojic, antiguo ministro de Defensa de la República de Herzeg-Bosnia (20 años): el exgeneral Slobodan Praljak (20 años); el exgeneral Milivoj Petkovic (20 años); Valentin Coric, en su día comandante de la policía bosnio croata (16 años) y Berislav Pusic, encargado del intercambio de prisioneros (10 años).

Si bien todos tenían “responsabilidad directa y eran conscientes de los crímenes cometidos”, según los jueces, Prlic ha recibido más años que nadie en virtud de su cargo. Como primer ministro, controlaba a civiles y soldados, y hubiera podido apartar de sus cargos a los que hubieran cometido desmanes. Los campos de internamiento eran asimismo responsabilidad última suya. La sentencia da por confirmado que “mujeres, niños y ancianos fueron detenidos en condiciones inhumanas, sin agua, comida ni atención médica”.

Proclamada en 1991 y con capital en la ciudad de Mostar, la República Croata de Herzeg-Bosnia nunca fue reconocida a escala internacional. Desapareció en 1994, tras los acuerdos de paz de Dayton (firmados entre serbios, croatas y bosnios), al sumarse a la Federación de Bosnia-Herzegovina. Durante su efímera existencia, se presentó como una entidad política, cultural, económica y territorial dentro de Bosnia-Herzegovina. Su Consejo de Defensa Croata suprimió a los líderes bosnios locales y controló municipios y medios de comunicación imponiendo “la cultura croata”. La condena de Prlic ha sido una de las más abultadas dictada por el TPIY, criticado por Serbia por aplicar el cargo de limpieza étnica sobre todo a sus compatriotas.

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