Una clara advertencia de Israel a Hezbolá

Puede que los ataques aéreos de Israel del viernes y el domingo ocurrieran en territorio sirio, y que fueran destinados a destruir un tipo de misiles, los Fateh-110, fabricados y enviados por Irán, pero el principal objetivo de esas operaciones era un tercero: la milicia chiíta Hezbolá, que controla el Gobierno de Líbano; que ha apoyado, en el campo de batalla, al régimen de Bachar El Asad, y que ya mantuvo en 2006 una guerra con Israel, durante la cual lanzó más de 4,000 misiles a través de su frontera.

Israel considera que Hezbolá dispone de un arsenal de hasta 60.000 misiles y cohetes, muchos de ellos cedidos por los dos principales aliados de la milicia chiíta en Oriente Próximo: Irán y el régimen de El Asad. Fuentes de la inteligencia israelí consideran que diversos operativos de Hezbolá han visitado ya Irán para formarse en el manejo y el lanzamiento de los misiles Fateh-110, que tienen un alcance de 300 kilómetros y, al ser dirigidos, cuentan una elevada precisión, con un margen de error de sólo 200 metros.

“El envío de misiles a Hezbolá no es ninguna novedad. Lleva sucediendo 20 años. Lo que vemos ahora es que Israel ha decidido limitar todos los envíos de armas a esa milicia por parte de Siria e Irán”, explica Shlomo Brom, exgeneral de brigada de Israel. “Israel no permitirá que Hezbolá reciba un tipo de armamento lo suficientemente sofisticado como para cambiar el balance de poder que existe en su frontera con Líbano. Ese es el límite que no permitirá que se traspase, con los ataques que sean necesarios”, añade.

El envío de misiles a Hezbolá no es ninguna novedad. Lleva sucediendo 20 años. Lo que vemos ahora es que Israel ha decidido limitar todos los envíos de armas a esa milicia" Shlomo Brom exgeneral de brigada

El primer ataque del año de Israel a Siria, en enero, en las inmediaciones de Damasco, iba destinado a destruir una remesa de misiles rusos tierra-aire modelo SA-17 que hubieran sido capaces de dañar notablemente la preponderancia de su Fuerza Aérea en el sur de Líbano. En los pasados días, de hecho, los aviones militares israelíes han penetrado en repetidas ocasiones en el espacio aéreo de Líbano, en ejercicios de preparación y para acometer los ataques del viernes y el sábado.

En la guerra de 2006, Hezbolá atacó sobre todo objetivos civiles israelíes. Con los misiles Fateh-110, sin embargo, podría dañar notablemente a Israel, atacando objetivos militares o centrales eléctricas, por ejemplo.

En 2010 fuentes de la inteligencia israelí ya advirtieron de que Siria había sido capaz de entregar una remesa de Fateh-110 a Líbano. El entonces enviado de Estados Unidos a Oriente Próximo, George Mitchell, advirtió a El Asad en una reunión que un nueva intento de entrega de esos misiles a Hezbolá provocaría un ataque de Israel contra objetivos militares en territorio sirio, algo que se ha cumplido tres años después.

Este lunes, uno de los principales asesores de Netanyahu, el legislador Tzachi Hanegbi, dijo en una entrevista en la radio del Ejército que Israel quiere evitar, a toda costa, interferir en el conflicto interno de Siria. “Es prioritario evitar un incremento en la tensión con Siria, dejando claro que si hay una actividad de ese tipo [en referencia a los recientes ataques] es sólo contra Hezbolá, y no contra el régimen sirio”, dijo.