Israel ejecuta su primer asesinato selectivo tras la última guerra de Gaza
La víctima sería un salafista que ideó el ataque contra Eilat, el centro turístico en el Mar Rojo En Jerusalén, un palestino ha sido apuñalado por parte de un judío ultraortodoxo
Por primera vez en cinco meses, tras la Operación Pilar Defensivo sobre Gaza, las Fuerzas Aéreas de Israel han acometido un asesinato selectivo en la franja. Según informa un portavoz militar, el ataque se ha producido hacia las diez de la mañana, hora local (las nueve hora peninsular española) en el noreste de la capital gazatí. El objetivo era una motocicleta en la que viajaba un supuesto terrorista “de alto nivel”, que ha fallecido en el acto. Junto a él viajaba un asistente que ha resultado herido. Según el Canal 10 de la televisión israelí, se trataba de un especialista en cohetes, enlace y consultor de diversas milicias armadas, que estaba efectuando preparativos para nuevos ataques sobre Israel.
El ministerio de Salud de Gaza, bajo el Gobierno de Hamás, ha identificado al fallecido como Haytham Al Mishal, de 24 años, residente en el campo de refugiados de Shati y vigilante de seguridad en el hospital de Shifa. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha confirmado que se trata del ideólogo del ataque con cohetes contra Eilat, el centro turístico de Israel en el Mar Rojo, del pasado 17 de abril.
Un grupo denominado Consejo de la Shura de los Muyahidines en las proximidades de Jerusalén, salafista, se atribuyó entonces el lanzamiento de tres proyectiles en protesta por la muerte —por cáncer—del preso palestino Maysan Abu Hamdiyeh en una cárcel de Israel. Los cohetes, indicaron entonces las fuerzas israelíes, fueron lanzados desde el Sinaí egipcio, lo que puede significar que la célula es capaz de moverse entre la península y Gaza.
El ataque selectivo se ha producido después de dos días consecutivos de nuevos lanzamientos de cohetes contra Israel desde Gaza, uno el domingo y otro el lunes, que no causaron daños. Ambos proyectiles cayeron en la región de Sdod Negev, y el primero de ellos fue respondido —según fuentes israelíes— con el bombardeo en el sur de la franja de tres “silos de armas y centros de terrorismo de la Yihad Islámica” que sólo dejaron daños materiales.
Esta vez se agrava la situación, con una muerte de por medio con la que Israel rompe el compromiso que adquirió en noviembre, cuando firmó el alto el fuego con Hamás que acabó con una ofensiva de ocho días que había dejado 166 muertos palestinos y seis israelíes. Entonces, Israel —que había respondido con la eliminación de Ahmed Yabari, jefe del ala militar de Hamás. — se comprometió a no cometer más atentados selectivos y las milicias, a no lanzar proyectiles. Ambas promesas se han roto.
Hamás, a través de su portavoz, Fawzi Barhoum, ha calificado la muerte de Al Mishal de “peligrosa e injustificada” y entiende que Israel ha atacado sólo “para crear un ambiente de tensión en la franja”. No obstante, ningún miembro del gabinete ni de su brazo armado, las Brigadas Al Qassam, han hecho declaraciones especialmente encendidas.
Netanyahu, ya el lunes, insistió en que su país se defenderá cuando se sienta atacado. “No vamos a permitir que los ciudadanos puedan verse perjudicados, ya sea en el norte o el sur. Si los ataques desde Gaza continúan, nuestra respuesta será mucho más dura”, advirtió. Hoy ha abundado en esa idea. “No aceptaremos que haya lanzamientos esporádicos de cohetes, desde la franja o desde el Sinaí. Vamos a actuar y estamos actuando con el fin de defender a los ciudadanos de Israel”, reza el comunicado enviado por su oficina.
Pasadas las cinco de la tarde, Jund Ansar Allah, el ala militar del movimiento Al-Ahrar en Gaza, ha aceptado la responsabilidad de cinco morteros disparados en dirección al paso fronterizo de Kerem Shalom. Ninguno de los proyectiles logró llegar a Israel. Poco antes, se informó de una explosión cerca de un puesto militar perteneciente a los Comités de Resistencia Popular cerca de la frontera de Rafah, al sur. Al parecer, la explosión fue resultado de la incorrecta manipulación de un cohete.
El ataque en Gaza no es lo único que eleva la tensión en la zona, ya que dos horas antes, un colono israelí de 32 años ha muerto apuñalado por un palestino en el cruce de Tapuach, en Cisjordania. Eviatar Borovsky esperaba a un amigo en una parada de autobús cuando su agresor se le ha acercado y le ha asestado tres puñaladas, según ha informado la Policía de Fronteras de Israel. El atacante le ha quitado su pistola a la víctima, le ha disparado y ha abierto fuego también contra una patrulla de Policía, que finalmente lo ha reducido y lo ha ingresado en un hospital de Petah Tikva. Su víctima es el primer muerto israelí en los Territorios desde septiembre de 2011.
Según informa el diario Yedioth Ahronot, el detenido es Salem Zaal, de 24 años. Militante del partido Fatah, ha estado tres años en la cárcel por lanzar piedras contra intereses israelíes y salió en libertad hace menos de seis meses. Su hermano, en cambio, está detenido por las autoridades palestinas acusado de colaborar con el Gobierno de Israel.
La Policía sostiene que el palestino actuó en solitario y no es parte de ninguna célula, pero reconoce que en los últimos meses los ataques en la zona se han multiplicado por cinco, especialmente con el lanzamiento de piedras sobre las carreteras que transitan los más de 350.000 colonos que residen ilegalmente en Cisjordania. Los portavoces de las comunidades de los asentamientos denuncian que se ha “relajado la vigilancia”. Ya en enero, otro joven de 17 años fue apuñalado en el mismo punto, aunque consiguió salvar la vida.
La muerte del colono ha provocado disturbios de importancia en la zona del suceso, ya que numerosos amigos del fallecido y vecinos de asentamientos cercanos han tomado los campos y las carreteras para protestar por el ataque. La Policía, previendo los incidentes, temía tomada la zona y ha evitado males mayores. Pese al cordón de seguridad, 20 palestinos han resultado heridos, dos de ellos de consideración, por las piedras lanzadas por los israelíes a los conductores, informa la Autoridad Nacional Palestina.
Uno de los vehículos dañados era un autobús escolar que circulaba cerca de Hawara. El pánico se ha apoderado de los niños, varios de los cuales han tenido que ser tratados por ataques de pánico. En Burin y Madama, los colonos han quemado campos de cultivo y en la villa de Urif han entrado en varias casas, quemando ruedas y aperos de labranza. Varias patrullas de la Policía de Fronteras de Israel siguen desplegadas a esta hora, por temor a nuevas agresiones.
En Jerusalén, además, dos agentes de Policía no judíos han sido atacados por alumnos de una yeshiva (una escuela de Talmud y Torá), que los escucharon hablar en árabe. Les lanzaron botes de humo que tenían escondidos en su escuela.
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