Capriles lidera la mayor concentración opositora desde 1999
Es el mayor mitin organizado en Caracas al margen del chavismo desde hace 14 años
“Me dicen que son miles y miles caminando por las calles de nuestra Caracas! ¡Bravo! Somos millones y el 14 ganaremos!”. Así escribía en su cuenta de Twitter el gobernador del Estado de Miranda y candidato opositor, Henrique Capriles, minutos antes de dirigirse al acto central de su campaña para las presidenciales del próximo domingo.
El evento, llamado “Caracas Heroica”, resultó la mayor concentración organizada desde 1999 por sectores distintos al chavismo. Desde seis puntos de la capital de Venezuela marcharon cientos de miles de ciudadanos que apoyan la opción electoral de Capriles. La avenida Bolívar, que sirve tradicionalmente de prueba de fuego para cualquier opción electoral en Venezuela, no dio abasto para alojarlos.
El candidato opositor ratificó su poder de convocatoria y, con ello, envió un mensaje creíble de aliento y esperanza para que sus electores no deserten el próximo domingo, día de acudir a las urnas y en la que cada voto contará para decidir un resultado que se anticipa estrecho. Parece indudable que Capriles ha captado un impulso importante justo en la culminación de una campaña de apenas diez días que culminará el próximo jueves.
A diferencia del Capriles contemporizador de la campaña anterior, en esta ocasión el candidato de 40 años de edad apuntó sin remilgos a los puntos flancos de su contrario, el candidato oficialista y presidente encargado, Nicolás Maduro. “Nicolás, tú irás a ganar las elecciones en La Habana, pero yo voy a hacerlo aquí en Venezuela el 14 de abril”, dijo, fustigando al chavismo por su cercanía con el régimen de los hermanos Castro en Cuba. Ofreció la nacionalidad venezolana a todos los servidores cubanos que quieran quedarse a trabajar en Venezuela, pero avisó la expulsión del país de los asesores cubanos que actúen en los cuarteles de la Fuerza Armada venezolana.
Criticó la corrupción rampante entre los funcionarios del gobierno, a quienes llama “los enchufaos”, de los que puso como ejemplo al actual ministro de Petróleo y Minería y presidente de la petrolera estatal Pdvsa, Rafael Ramírez, a quien calificó como “el hombre más rico del país”. Invitó a los seguidores de Chávez a percatarse del contraste entre las condiciones en que ellos viven y el estilo de vida adoptado por la burocracia revolucionaria, y decidir a partir de allí su voto. "Yo no soy la oposición, soy la solución”, buscó reposicionarse Capriles, con un lema que busca sentir más cómodos a los votantes de Chávez que pudieran estar pensando en cambiar de opción esta vez.
Dijo que, así como en octubre tenía claro que los números no le iban a dar en su competencia electoral contra el comandante Chávez –a la postre, vencedor-, supuestamente venía de consultar algunos estudios de seguimiento de las tendencias de opinión favorables. "Vamos a ganar el próximo domingo”, afirmó Capriles, que llamó a descartar el triunfalismo y a cuidar los votos de la oposición el 14 de abril.
La mayoría de los estudios dados a conocer hasta el momento, cuya cobertura de campo es anterior a la semana que termina, dan ventaja al contrincante de Capriles, el oficialista Maduro.
“Aceptaremos los resultados, sean lo que sean”, aseguró Maduro desde San Fernando de Apure, al suroeste del país, casi al mismo tiempo en que Capriles se apresuraba a hablar en Caracas. El delfín que Chávez escogió públicamente antes de morir y que ejerce de presidente encargado exigió el mismo compromiso de Capriles, ante la sospecha de que la oposición prepara una agenda oculta de desconocimiento del triunfo oficialista.
Maduro, que el jueves cerrará su campaña en Caracas, evitó durante su acto proselitista dos de las ideas principales que, sin embargo, habían vertebrado su discurso el día anterior. Una de ellas insiste en que el voto por Maduro es un asunto de lealtad al comandante fallecido. El candidato no tuvo empacho en afirmar el sábado, durante un discurso en una zona de población mayoritariamente amerindia, que votar contra maduro era votar contra sí mismos.
Asimismo, Maduro abandonó la denuncia que el sábado en la noche hizo desde Ciudad Guayana, según la cual mercenarios contratados por sectores contrarrevolucionarios de Miami (Florida, Estados Unidos) y de “la derecha salvadoreña” habrían entrado en territorio venezolano para atentar contra su vida.
Maduro invoca una maldición
El presidente en funciones de Venezuela, Nicolás Maduro, ha invocado en el Estado de Amazonas, una leyenda indígena para asegurar que caerá una maldición sobre quien no le vote en las elecciones presidenciales del día 14. “Si alguien del pueblo vota contra Nicolás Maduro, está votando contra él mismo, le está cayendo la maldición de Maracapana”, dijo el sábado en un mitin en Amazonas, donde gobierna la opositora Mesa de la Unidad Democrática. Durante un discurso en Puerto Ayacucho, la capital del Estado —de población amerindia— precisó que la “maldición de Maracapana” hacía alusión a una batalla en la que los conquistadores españoles, apoyados por aliados nativos, derrotaron a fuerzas indígenas en el valle de Caracas en el siglo XVI.
Maduro dijo que se refería a esa historia ante los indígenas para que no votaran “por el burgués” e hicieran después como los “indios de Maracapana”.
En el mismo acto, el presidente en funciones cantó un rap en el que se burlaba de Capriles, que también es gobernador del estado de Miranda, con este estribillo: “Caprichito, caprichito, burguesito, burguesito, copionsito, copionsito, te vamos a dar una pelita el 14 de abril”. Luego prosiguió: “Caprichito, caprichito, congresito, congresito, te queda muy mal creerte Chávez”.
Maduro también advirtió a los indígenas de que perderán sus tierras en caso de que la oposición triunfe en los comicios. “Si ellos ganaran vendrían a quitarle las tierras a los pueblos indígenas, ellos odian al pueblo, ellos están enchufados con el mal del amor al dinero (...) porque ellos son la burguesía, nosotros somos el pueblo”.
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