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“Si en un lugar es posible hallar solución al narco es en México”

El Internacional Crisis Group advierte del debilitamiento de las instituciones locales en el país

Patrulla en la comarca lagunera, una de las más peligrosas.
Patrulla en la comarca lagunera, una de las más peligrosas.PEP COMPANYS

Si en un país es posible ganar la lucha contra el narcotráfico, es en México. Es el diagnóstico del International Crisis Group, que este martes ha presentado en la capital del país el informe El desafío de Peña Nieto: Los cárteles criminales y el Estado de derecho en México. Pese a que la aparición de algunos grupos armados que intentan reemplazar las funciones del Gobierno en México son un síntoma “alarmante” para la seguridad institucional y “un desafío” para el Estado mexicano, según opina Mark L. Schneider, vicepresidente del International Crisis Group (ICG), la fortaleza institucional del país lo distingue de otras naciones en "Asia occidental y Asia Oriental" que se enfrentan a retos similares.

En cuanto a los llamados grupos de autodefensa, el director para América Latina de la misma organización, Javier Ciurlizza, atribuye su aparición a un desgaste del Estado de derecho en los ámbitos “locales y regionales” y advierte que el fenómeno “es muy peligroso, porque aun cuando estos grupos se establezcan con las mejores intenciones [de defenderse], es muy probable que terminen sirviendo a intereses menos nobles”.

El ICG, fundado en 1995 y dedicado al análisis de conflictos, estableció una delegación en América Latina en 2001, con sede en Bogotá. El documento presentado este martes es el primero que el centro de estudios elabora sobre México. “La violencia desatada [en México] demuestra que el desafío de seguridad para muchos países no responde ya a los viejos conflictos ideológicos del siglo XX, sino que tiene raíces mucho más complejas”, comenta Ciurlizza. Por ello, el plan de prevención del delito anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto representa una “gran oportunidad”. “[México] cuenta con un aparato de Estado sólido. Si en algún lugar es posible que se halle una solución para este problema, es aquí”, zanja.

"La implementación de programas sociales no dará frutos de un día para otro, pero es la apuesta más segura a largo plazo", afirma Ciurlizza. Pone como ejemplo el caso de Ciudad Juárez, donde la fundación de 42 centros comunitarios se ha traducido en un menor número de jóvenes que se suman a las filas del narcotráfico.

“El nivel de impunidad es muy preocupante”, afirma Ciurlizza, “el caso de Juárez muestra que, pese a que la cifra de homicidios ha bajado considerablemente, la impunidad sigue siendo alta”.

Además hay que sumar el perjuicio económico, “no solo en el gasto que implica la movilización de miles de elementos de las fuerzas públicas, sino en el daño a las inversiones, el impacto directo a las ganancias del Estado, como en el caso del robo de combustible a Pemex, y la desconfianza y miedo que generan las extorsiones y los secuestros que ejecutan estos grupos”, asegura Schneider. Si bien el tráfico de drogas representa todavía el 85% de las utilidades de los carteles mexicanos, otras actividades delictivas –al secuestro y la extorsión hay que añadir el tráfico de personas, la prostitución y el robo– se han convertido en las nuevas alternativas de “negocio” para estos grupos.

Aun así, las ganancias brutas de los carteles mexicanos dedicados al narcotráfico son colosales. Schneider opina que hablar de una utilidad de 20.000 millones de dólares no es exagerado. Pero además del daño que el narcotráfico genera a la sociedad, instituciones y economía de un país, Schneider y Ciurlizza recuerdan que el tráfico de drogas es, finalmente, un negocio controlado por muy pocas manos. Ciurlizza afirma que la actividad del cartel de Sinaloa, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán en América Latina ha crecido a tal nivel que se puede hablar de que un solo grupo puede controlar el tráfico de cocaína desde el campesino colombiano que la cosecha hasta el joven neoyorquino que consume una raya. El control de la producción, tráfico y venta al consumidor final es “inédito desde los tiempos de Pablo Escobar”, remata.

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