_
_
_
_

Cinco motivos del plebiscito suizo contra los altos salarios

Lluís Bassets

No es fácil fabricar mayorías cualificadas, y menos en consultas populares, con frecuencia resueltas por unos pocos puntos de diferencia. Este tipo de mayorías suelen aglutinarse alrededor de temas muy sensibles, en los que se juntan muchas y diferentes cuestiones relevantes para la sociedad. Algo así es lo que obligatoriamente cabe imaginar que ha sucedido en el referéndum suizo sobre la percepción de remuneraciones abusivas por parte de los dirigentes de las grandes empresas cotizadas en bolsa.

Comentarios

Lo que se ha aprobado en Suiza es otorgar a los accionistas un mayor poder de decisión y supervisión sobre la remuneración de las cúpulas empresariales. Cada empresa y cada caso tomará las decisiones que ellos voten, de modo que en absoluto se ha limitado la percepción de salarios y bonus por parte de los directivos. Los accionistas de cada empresa decidirán lo que quieren hacer.
Ijalá en España se hiciera algo parecido. Que dejamos que cada uno se ponga el sueldo cuando el dinero depende del trabajo de los demás, en las empresas privadas y en los cargos públicos. Otra vez los suizos por delante de nosotros :-(
"cuando el dinero depende del trabajo de los demás, en las empresas privadas y en los cargos públicos." Si las empresas son PRIVADAS quienes mandan son los dueños. ¿Qué derecho hay de meterse en lo ajeno? Y en los cargos públicos, ¿quiénes son los responsables? Ah, los electores que votan a los corruptos. ¿Una ley va a cambiar la estupidez del populacho? "Ley estúpida proviene de estúpidos" dijo P. Lucano...
Recuerdo las palabras de Mussolini: "El capital en manos privadas no me molesta siempre y cuando yo pueda controlarlo. A eso llamo Corporatismo que será la política de la Italia Fascista..." Me parece que en Europa ahora lo llamamos "capitalismo".
Y qué viva la soberanía accionarial. Este tipo de consultas sí que deberían prodigarse más.
Al final queda claro que es la movilización ciudadana democrática la que permite solventar los problemas financieros. Deberiamos todos fijarnos más en este tipo de acciones conjuntas por el bien común.
Estimado Bassets, has dado en el clavo... Eso es lo que tiene que adoptar la cacareada Unión Europea y dejarse de tanto burocratismo político. Mi enhorabuena a la consulta popular realizada en Suiza.
Es el debate de siempre, ¿cómo se debe pagar el trabajo?, ¿en función a que se deben fijar los salarios?, que relación debe haber entre el salario del que menos cobra en una empresa y el que más cobra para así favorecer poder vivir en una sociedad más justa y con menos desequilibrios. Pero peor todavía que los elevados sueldos de los ejecutivos y de otra gente del mundo del espectáculo, el ocio, el cine , el deporte, ….., todo hay que decirlo, es la enorme acumulación de capital en muy pocas manos. En mi opinión el Estado debe dotarse de instrumentos para impedir desorbitadas acumulaciones de capital pues como esta constatado, muchas veces al basarse en actividades económicas especulativas que buscan el enriquecimiento a corto plazo, dañan gravemente las economías en las que se generan.No creo en lo que denominan democracia directa. No se da en ningún país desarrollado, lo considero únicamente un truco, un instrumento, al que están recurriendo algunos sectores sociales para acceder al poder político. Según mi opinión hay que perfeccionar la democracia representativa, empezando por una mayor y mejor democratización del funcionamiento interno de los partidos políticos.En el caso de Suiza, y también en el de España, pues los Ortega ocupan el tercer puesto mundial de la lista Forbes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_