La Autoridad Palestina amenaza con denunciar a Israel ante La Haya

Las autoridades palestinas han anunciado que consideran que el crecimiento de los asentamientos de Israel en el este de Jerusalén y en Cisjordania no les dejará más remedio que llevar a ese país al Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya, precisamente una de las razones por las que el Gobierno de Benjamín Netanyahu se opuso a que la Organización de Naciones Unidas aceptara a Palestina como “Estado observador” en noviembre del año pasado.

Fue Riad Malki, ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno palestino, quien dijo el miércoles en Nueva York, después de una reunión con el Consejo de Seguridad de la ONU sobre Oriente Próximo, que “si Israel va más lejos en la implementación del plan de [los asentamientos en la zona conocida como] E-1 y otros planes alrededor de Jerusalén, entonces, sí, acudiremos al TPI”. Malki añadió: “No nos queda otra opción. Depende de las decisiones de Israel”.

El E-1es la zona más polémica entre los nuevos asentamientos. De 12 kilómetros cuadrados y situada al este de Jerusalén, Netanyahu se ha propuesto construir en ella 3.000 viviendas para colonos israelíes. El Gobierno palestino considera, al igual que muchos gobiernos en la comunidad internacional, que la presencia de asentamientos allí rompería la unidad territorial de un posible Estado palestino en Cisjordania, interrumpiendo vías de transporte y suministro.

El TPI, creado en 2002, juzga violaciones de los derechos humanos, como genocidios o crímenes de guerra. El Gobierno palestino tiene la potestad de acudir a él desde que la ONU cambió su estatus, de “entidad observadora” a “Estado observador no miembro”. El voto se produjo el 28 de noviembre, en el 65 aniversario de la partición de Palestina en dos Estados. Inmediatamente después, Netanyahu anunció los nuevos planes de asentamientos en el E-1.

En Israel se vio aquel reconocimiento de Palestina en la ONU como una forma de romper con las negociaciones. “Debido a esto venía nuestra objeción a la idea de que la ONU reconociera a la Autoridad Palestina como un ‘Estado no miembro’. La intención final de los palestinos no era la de la reconciliación, sino la de la confrontación, y esta es la prueba. Ellos primero dijeron que si conseguían este avance sería para llevar a Israel al TPI, su intención verdadera”, explica Lior Ben Dor, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores israelí.

“La mejor manera de llegar a una solución entre los dos pueblos, y finalizar el conflicto, creando un Estado palestino, son las negociaciones bilaterales, no resoluciones o votaciones”, añade. “Esto demuestra que los palestinos no quieren establecer un Estado en paz, en buena vecindad cosas a las cuales se llegaríamos si avanzamos en un acuerdo y si progresamos en negociaciones. Lo que quieren es ponernos en situaciones embarazosas y arrinconarnos”.

Desde el Gobierno palestino, sin embargo, se considera que Israel busca comprar tiempo para seguir ampliando los asentamientos. “El TPI es un derecho que nosotros tenemos y que nadie en la Comunidad Internacional ha empleado hasta ahora para que Israel termine con la colonización de nuestro país, y lo cierto es que tenemos todo el derecho de acudir a él”, replica Xavier Abu Eid, portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina. “Nuestro derecho a la autodeterminación y a la libertad no se negocia o acuerda con nadie. Esos acuerdos deben llegar cuando el estatuto de independencia sea final”.

Las elecciones legislativas en Israel del martes le ofrecieron a la coalición que encabeza Netanyahu una victoria pírrica, y le fuerzan ahora a pactar con el partido centrista Yesh Atid (Hay Futuro) y con el ultraderechista HaBayit HaYehudi (Casa Judía). Durante la campaña electoral, el primero no se ha posicionado sobre el asunto de las negociaciones y la paz con los palestinos. El segundo propone la anexión por parte de Israel de una gran parte de los territorios palestinos.