Moscú envía dos aviones a Líbano para evacuar de Siria a 81 rusos
Algunos analistas interpretan la operación como una señal de que el Kremlin se prepara para la caída de Bachar el Asad. La comunidad rusa en Siria es de 5.300 personas
Dos aviones del ministerio de Situaciones de Emergencia llegaron hoy a Beirut, la capital libanesa, con el fin de evacuar a las familias rusas que se encontraban en Siria y que han decidido huir de la guerra.
El consulado ruso en Damasco ha informado que se trata de 81 personas, en su mayoría mujeres y niños. Esta modesta cifra es un poco extraña, si se tiene en cuenta que cuando en octubre pasado se abrieron las listas para que se inscribieran los rusos que querían salir de Siria, lo hicieron cerca de mil personas de las 5.300 registradas en el consulado. Sin embargo, cuando a fines de diciembre los diplomáticos comenzaron a telefonear a los que se habían inscrito, solo un centenar confirmaron que querían ser evacuadas. El consulado no explica si ello se debe a que ya abandonaron por sus propios medios el país en guerra o a un cambio de opinión.
La noticia de la evacuación de ciudadanos rusos ha sido interpretada por algunos analistas como una señal de que el Kremlin se prepara para la caída de Bachar el Asad. Sin embargo, la embajada en Damasco afirma que no se trata de una evacuación planificada por el gobierno que incluya a especialistas y funcionarios diplomáticos. Son «personas que vivían en diversas regiones de Siria, que se han quedado sin hogar y sin medios de subsistencia», explicó el consulado a la agencia oficial Itar- Tass. La mayoría, según el diplomático, son mujeres casadas con sirios y sus hijos.
Andréi Denísov, uno de los viceministros rusos de Exteriores, confirmó que no se trata de una evacuación oficial. «Dos aviones del ministerio de Situaciones de Emergencia han sido enviados con ayuda humanitaria -alimentos y medicinas-, respondiendo a una petición siria. Y hay gente que quiere aprovechar esos aviones para salir con sus niños; nosotros estamos dispuestos a traerlos», señaló Denísov.
Los rusos, acompañados por diplomáticos, cruzaron la frontera siria-libanesa en autobuses por el paso Jdeida-Masnaa rumbo al aeropuerto internacional Rafik Hariri.
El Kremlin, que tiene buenas relaciones con el régimen de El Asad así como una base naval en Siria, afirma estar interesada en una salida política al conflicto e insiste en que la alternativa a ella es una guerra civil sin fin. Pero para la Coalición Nacional opositora Moscú, que ha vetado en el Consejo de Seguridad de la ONU las resoluciones condenatorias a Asad, es una defensora del régimen sirio con la que no quiere saber nada, como lo dejó muy claro Moaz al Jatib al rechazar, el mes pasado, una invitación para visitar Rusia.
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