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Tawadros II, nuevo Papa de los cristianos coptos en Egipto

Al nuevo Papa copto se le atribuyen buenas relaciones con los islamistas

Tawadros II, de 60 años y hasta hoy obispo auxiliar de Bujeira, será el 118 Papa de la Iglesia copta, la denominación mayoritaria entre los cristianos egipcios. Según la normativa, “la divina providencia” a través de la mano inocente de un niño con los ojos vendados, escogió la papeleta con el nombre de Tawadros entre las de los otros dos candidatos, el obispo Rafael, y el monje Ava Mina. La elección del nuevo patriarca copto llega en un momento delicado para la comunidad, pues siente amenazada su posición en la sociedad egipcia tras el ascenso al poder de Mohamed Morsi, el primer “rais” islamista del país árabe. Tawadros II es el sucesor del carismático Shenuda III, fallecido el pasado mes de marzo, y que ejerció de líder espiritual de los coptos durante más de cuatro décadas.

El presidente Morsi no asistió a la ceremonia, que se celebró en la catedral de San Marcos, situada en el barrio cairota de Abbassiya, y abarrotada de fieles. Sin embargo, es probable que el rais asista a la ceremonia de investidura del nuevo Papa, que tendrá lugar el próximo 18 de noviembre. Se calcula que los cristianos representa aproximadamente un 10% de los 85 millones de habitantes de Egipto.

La llamada “lotería del altar”, por la que el pequeño Bishoy Girgis sacó de una urna transparente la papeleta con el nombre del obispo Tawadros, culminó un proceso de varios meses de duración y que ha incluido diversas votaciones, todas ellas supervisadas por el obispo Bajomios, que ha ejercido de Papa interino desde el deceso de Shenuda III.

El pequeño Bishoy Girgis Masaad coge la bola del cáliz en el que se encuentran los nombres de los tres candidatos a suceder a Shenuda III como Papa de los coptos.
El pequeño Bishoy Girgis Masaad coge la bola del cáliz en el que se encuentran los nombres de los tres candidatos a suceder a Shenuda III como Papa de los coptos.MAHMUD KHALED (AFP)

En primer lugar, un comité formado por nueve obispos y nueve coptos laicos filtró el número de aspirantes de 17 a 5, tras estudiar sus respectivas trayectorias, y los comentarios que hicieron llegar cientos de feligreses. La semana pasada, un cuerpo electoral de unas 2.000 personas, formado por religiosos y prominentes miembros de la comunidad copta, eligió a través de un sufragio a los tres finalistas. El obispo Tawadros finalizó en segundo lugar, con cerca del 25% de los votos.

Los tres finalistas están considerados miembros del sector más moderado y pragmático de la Iglesia copta. De hecho, ninguno de los representantes del sector más conservador pasó el primer filtro. En particular, al nuevo Papa Tawadros II, que se graduó en Farmacia por la Universidad de Alejandría, se le atribuyen buenas relaciones con los islamistas.

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Según los expertos, el proceso de elección ha mostrado la voluntad de la jerarquía eclesiástica de desvincular a la Iglesia de la política, una sentir compartido también por buena parte de los fieles. Esta visión contrasta con la mantenida por Shenuda III, que apostó por un rol intervencionista y mantuvo unas estrechas relaciones con Hosni Mubarak, pues incluso llamó a los cristianos a no manifestarse al inicio de la Revolución que derrocó al dictador.

El proceso de elección ha mostrado la voluntad de la jerarquía eclesiástica de desvincular a la Iglesia de la política

“El Papa no debería intervenir en política porque los coptos deben participar y expresar sus opiniones integrándose con los musulmanes ... La intervención en política del Papa sirve al tipo de Estado religioso que propugnan los islamistas”, explicó al periódico Al masry-al ium Youssef Sidhom, uno de los intelectuales coptos más reputados.

La tarea que tendrá el nuevo Papa ante sí está lleno de desafíos, pues deberá buscar un difícil equilibrio entre la neutralidad política, y a la vez, una actitud de defensa firme de una comunidad que siente un gran desasosiego no sólo por el ascenso al poder de los Hermanos Musulmanes, sino también por el aumento de los conflictos sectarios tras la Revolución.

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