Pekín envía buques patrulleros a las islas disputadas con Japón
El Gobierno chino envía dos patrulleras tras la compra por Japón de tres islotes
La decisión del Gobierno japonés de comprar a un súbdito el terreno de tres de las islas del archipiélago Diaoyu (en chino) / Senkaku (en japonés), que se disputa con China, ha desatado las iras de Pekín, que hoy ha enviado dos patrulleras a esas conflictivas aguas del mar del Este de China. “Este acto constituye una severa violación a la soberanía territorial china, lo que lastima severamente los sentimientos de los 1.300 millones de chinos y pisotea los hechos históricos y las leyes internacionales. El Gobierno y pueblo chinos han expresado su firme oposición y su enérgica protesta por el acto”, afirma el comunicado emitido por el Ministerio de Exteriores, según la agencia oficial Xinhua.
La tensión entre los dos vecinos —la segunda y la tercera economías del mundo— llega tras años de relativa calma entre ambos países. En las últimas tres décadas ha habido un importante despegue de las relaciones económicas y culturales bilaterales, aunque China aún no ha olvidado la crueldad de la ocupación japonesa.
Los dos barcos de vigilancia del servicio de guardacostas han llegado hoy a las aguas que rodean el archipiélago en disputa “para reafirmar la soberanía” china sobre la zona. El servicio de guardacostas chino “ha establecido un plan de acción para garantizar la soberanía” y tomará medidas de acuerdo con el desarrollo de la situación, añade Xinhua.
El Gobierno japonés anunció la semana pasada que había llegado a un acuerdo de compra con un propietario particular para nacionalizar las islas en disputa. El contrato de adquisición del terreno a su propietario nipón, un antiguo terrateniente de 70 años de la provincia meridional de Okinawa, que percibirá a cambio 2.050 millones de yenes (unos 20,5 millones de euros) se ha firmado hoy en Tokio, informa la agencia Efe.
El embajador de Japón en China ha sido convocado de inmediato por el Ministerio de Exteriores en Pekín para presentarle una enérgica protesta del Gobierno. De poco sirvió que Tokio enviara a Pekín al director general para Asia-Pacífico con el fin de “intercambiar opiniones” en relación al cambio de titularidad de esos tres islotes, que están deshabitados y se encuentran a unos 200 kilómetros de Taiwan, que también las reivindica, y a unos 2.000 de Tokio.
El primer ministro Wen Jiabao ha afirmado que las islas “son una parte inherente del territorio de China” y aseguró que el país “nunca cederá ni una pulgada” de su soberanía. China también reivindica la soberanía sobre Taiwan, donde se refugió el Gobierno nacionalista tras perder la guerra civil en 1949. Taiwan y “otras islas adyacentes” fueron cedidas a Japón en 1895 por el emperador chino tras la primera guerra chino-japonesa, pero tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, Pekín recuperó Taiwan, pero las “islas adyacentes” deshabitadas quedaron en disputa.
La compra del terreno de los islotes ha desatado hoy varias manifestaciones en distintas ciudades chinas. Centenares de personas protestaron ante la Embajada, los consulados y ante las sedes de empresas japonesas con pancartas y gritos que avivaban el sentimiento antijaponés. China ha autorizado las protestas aunque no las ha alentado porque, con un nacionalismo creciente, el Gobierno teme que no pueda controlarlas o se vuelvan en su contra.
El Diario del Ejército Popular de Liberación ha insinuado la posibilidad de una ofensiva militar, lo que podría tener unas graves consecuencias, ya que Japón ha incluido las Senkaku en el acuerdo.
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