Los partidos egipcios pactan la asamblea que redactará la Constitución
Solo el 40% de los redactores de la Constitución son representantes de los grupos políticos Sindicalistas, académicos, juristas y de grupos musulmanes y cristianos completarán la asamblea
Los partidos políticos egipcios y la junta militar han llegado a un acuerdo para la formación de la asamblea constituyente que deberá redactar la nueva Constitución. Durante meses, este ha sido un motivo para la disputa política, sobre todo después del arrollador triunfo de los partidos islamistas en las elecciones legislativas del pasado invierno. La primera asamblea que se eligió en el Parlamento fue suspendida por un tribunal, que consideró que no representaba al conjunto de la sociedad egipcia. Desde entonces, los partidos han estado negociando para designar a los 100 miembros de la constituyente.
Fue necesario un ultimátum de la junta militar —el pasado martes el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas advirtió de que nombraría la asamblea si los grupos políticos no alcanzaban un pacto— para que los veinte partidos aceleraran las negociaciones, a solo diez días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, a la que concurren un candidato de los Hermanos Musulmanes y un exmilitar y exprimer ministro de Hosni Mubarak..
Todas las decisiones de la Asamblea deberán adoptarse por mayoría de dos tercios
El acuerdo establece que 39 asientos de la asamblea se reservarán para miembros del Parlamento, en proporción a su representación en la Cámara. De ellos 16 corresponderán al Partido de la Libertad y la Justicia (Hermanos Musulmanes) y el partido Al Nur (salafista) recibirá siete. Los restantes 61 miembros de la constituyente serán académicos, jueces, representantes de instituciones religiosas musulmanas y cristianas, sindicalistas... El ejército también tendrá un delegado. El pacto también establece que todas las decisiones de la asamblea deberán adoptarse por el 67% de los votos.
La elección de la primera asamblea, que estaba ampliamente dominada por los Hermanos Musulmanes, suscitó una reacción contundente de la gran mayoría de los partidos, que recelan de que los islamistas puedan imponer sus principios en la redacción de la nueva Constitución sobre asuntos fundamentales como la aplicación de las leyes islámicas o la protección de las minorías, en especial referencia a la comunidad copta-cristiana.
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