“Sarkozy ganará por los pelos”

En contra de todos los sondeos y de las impresiones dejadas por el cara a cara televisivo de Nicolas Sarkozy y François Hollande, el presidente francés logrará el domingo la reelección con el 50,2% de los sufragios, según Bruno Jérôme, politólogo de la universidad París II - Panthéon-Assas, uno de los más reputados centros docentes de Francia en el campo del Derecho, la Economía, las Ciencias Políticas y la Gestión Empresarial. Como el margen de error que ofrece ese modelo es del +/- 1,7%, Jérôme concede también una posibilidad de victoria a Hollande, aunque duda mucho que buena parte del 11,1% de voto del Frente de Izquierda de Jean-Luc Melénchon vaya a ir en la segunda vuelta a un Hollande “pro-europeo, social-liberal y que en el debate se mostró bastante firme con la inmigración”. “Con el 43,7% de la primeras vuelta, la izquierda está muy lejos del 50%”, señala el profesor. “Y en la Quinta República, la izquierda ha necesitado tener el 49% en la primera vuelta para ganar en la segunda”.

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Assas, como se la conoce en Francia, es un centro de élite cuyas aulas frecuentaron desde François Mitterrand y Simone Weil a los Le Pen (padre e hija), pasando por primeros ministros como Jean-Pierre Raffarin y Dominique de Villepin junto a personalidades de la política, el periodismo o la empresa. Cécilia Attias (antes Sarkozy), también estudió allí. De su Instituto de Investigación sobre la Gobernanza y la Economía de las Instituciones (IRGEI) es director adjunto Jérôme, cofundador de ElectionScope, un centro de prospectiva y análisis político-económico.

Pregunta. ¿Qué va a pasar el domingo?

Respuesta. El modelo que nosotros manejamos, que es un modelo estadístico y no un sondeo, dice que Sarkozy ganará por los pelos, con el 50,2% de votos. Con un margen de error del 1,7%, lo que se traduce en una horquilla del 48,5% al 51,9%. Llegamos a ello tras relacionar el resultado de la primera vuelta con variables económicas, políticas, de relación de fuerzas en las regiones, de tasas de paro regionales, de la popularidad del presidente saliente, las pérdidas y ganancias en cada familia política. La conclusión es un resultado muy ajustado, con pequeña ventaja para la derecha.

"Si gana ahora la izquierda
será por la imagen de Sarkozy"

P. Su modelo teórico excluye fenómenos como el debate del miércoles en televisión.

R. Está incluido en el margen de error del 1,7%. La izquierda ha obtenido un 43,7% de votos en la primera vuelta, que es un mal resultado si se compara con los que obtuvo en 1981 (50,2%) y 1988 (49,2%), cuando ganó François Mitterrand. Si gana ahora la izquierda será por la imagen de Sarkozy.

P. ¿Divide el presidente al electorado conservador?

R. Tiene una personalidad complicada que ahora debe buscar votos en el Frente Nacional y en el centro. Un ejercicio muy difícil porque lo que gane por un lado lo perderá por el otro. Durante cinco años ha llevado una política alejada del gaullismo social, lo que ha disgustado a la derecha social. No se ha dado cuenta de ello hasta ahora. Si la derecha gana no es por convicción sino por falta de homogeneidad en la izquierda.

"No habrá victoria
por el 7% del que
hablan los sondeos"

P. ¿Es eso un problema para Hollande?

R. Como la izquierda tiene una base electoral del 43,7%, Hollande necesitará votos del centro y de Le Pen para ganar y complementar esa base frágil.

P. ¿Base frágil?

R. En la primera vuelta se ha quedado muy lejos del 50% y tiene un programa social-liberal, contrario a lo que defiende Melénchon, que será delicado de gestionar.

P. ¿Qué le pareció el debate del miércoles?

R. En el fondo hubo práctica igualdad. Ambos manifestaron incoherencias. Hollande no explicó cómo piensa conseguir su objetivo de gasto público. Se basa en hipótesis de crecimiento frágiles y cree que podrá negociar fácilmente con Alemania, lo que no será el caso. El problema de Sarkozy es el balance de sus cinco años. La crisis le ha impedido aplicar su programa y cumplir sus promesas. Ahora recurre a cuestiones de identidad y de seguridad cuando el principal problema para los franceses es la economía. En cuanto las personalidades ha chocado la agresividad de Hollande, que era visto como un hombre de consenso y ha aparecido como arrogante. Sarkozy parecía incapaz de responderle. Se vio sorprendido por esa agresividad. Cada uno convenció a los suyos. Fue un combate nulo que favorece a Hollande porque Sarkozy necesitaba ganar por mucho para convencer a ese 11%-18% de indecisos.

P. ¿No hay una contradicción entre esa idea y el atribuir a Sarkozy el 50,2% de los votos el domingo?

R. El modelo está en el 50%-50%, con pequeña ventaja para Sarkozy. En cualquier caso el resultado final está incluido en la previsión y su margen de error. No habrá victoria por el 7% de que hablan los sondeos. Será una noche larga y de suspense.

P. No le veo muy confiado en las encuestas.

R. No todo el que vota en la primera vuelta vota en la segunda y aunque a veces las cifras sean la misma, los votantes no son los mismos. No sabemos qué participación va a haber. Con que haya un 5% más de votación, las proyecciones de ahora no servirán para nada. Además se trabaja con la hipótesis de que el 92% del electorado de izquierda (Melénchon, Philippe Poutu y Nathalie Arthaud) votará a Hollande. Sólo es una suposición. En el 11% de los votos de Melénchon hay un 3% de comunistas, que son muy disciplinados electoralmente, y un 8% de extrema izquierda muy poco disciplinada. Y dado que Hollande es pro-europeo, social-liberal y que en el debate se mostró bastante firme con la inmigración, todo ello líneas rojas para la izquierda, no es descabellado ver algo sorprendente el domingo.