El temor a una huelga dispara la venta de gasolina en Reino Unido
El pánico se desata por el alarmismo mostrado por el Gobierno ante la amenaza de paro de los transportistas
La venta de gasolina se ha disparado un 45% y la de diesel un 20% en Reino Unido ante el temor de que haya una huelga de distribuidores. La ansiedad de los consumidores se ha disparado después de que el primer ministro, David Cameron, recomendara a los automovilistas que llenen los depósitos de sus vehículos y de que un ministro recomendara también que guarden algo de combustible en el garaje de sus domicilios.
La huelga no está convocada, pero los distribuidores han aprobado en referéndum dar al sindicato Unite un mandato para que la convoque cuando lo considere necesario. Unite representa a más de 2.000 conductores de camiones cisternas que sirven al 90% de las más de 8.700 estaciones de servicio del país y a los aeropuertos. En todo caso la huelga no es inminente porque los sindicatos han de dar un preaviso de al menos siete días.
Los sindicatos defienden la necesidad de la huelga porque consideran que la creciente fragmentación del sector está socavando las condiciones del trabajo y la seguridad de su actividad, y exigen que se cree un “fórum nacional” que obligue a todas las empresas a responder sobre sus condiciones de trabajo. Las empresas dicen estar abiertas a discutir sobre las cuestiones de seguridad, pero se niegan a establecer un marco nacional de negociación de salarios.
En 2000 las gasolineras se quedaron secas durante 48 horas
El pánico se ha disparado sobre todo por el alarmismo con el que el Gobierno ha abordado la protesta de los distribuidores. Un alarmismo que parece deliberado: ante el recuerdo de la huelga del año 2000 que paralizó al país y puso contra las cuerdas al Gobierno laborista de la época, que había llegado al poder hacía relativamente poco –más o menos igual que ahora los conservadores– Cameron parece querer que los británicos se preparen cuanto antes para evitar el pánico a última hora. Entonces, las gasolineras se quedaron secas en 48 horas.
Pero ese alarmismo está generando preocupación en los servicios de bomberos ante el peligro de que la gente empiece a acumular gasolina en casa. La ley prohíbe almacenarla en el interior de la vivienda pero permite, con ciertos límites, hacerlo en el garaje. Legalmente se puede acumular un máximo de dos contenedores de metal homologados con una capacidad máxima de 10 litros cada uno y otros dos contenedores de plástico de cinco litros cada uno. En total, un máximo de 30 litros, equivalente a entre medio y un tercio de depósito.
El Gobierno lleva ya cierto tiempo entrenando al ejército para garantizar el suministro de combustible al menos a los servicios de emergencia. El ejecutivo reunió ayer al comité interministerial Cobra, encargado de decidir qué medidas hay que tomar en casos de emergencia, desde alarmas civiles como este o recientes epidemias agroalimentarias a problemas de amenaza terrorista.
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