Larga espera entre presos, baloncesto e invitaciones a cenar
Obama disfrutó del baloncesto y los candidatos republicanos vivían una tensa noche electoral
Las esperas en las noches de primarias suelen ser largas. Si las votaciones tienen además lugar en el sur de Estados Unidos, se tornan en eternas. La tradición dice que esos Estados son normalmente lentos en el recuento de votos. Quizás para tratar de ganar tiempo el martes por la noche en Birmigham, Alabama, las autoridades decidieron hacer uso de los presos de la cercana cárcel de Jefferson para ayudar con el traslado de las papeletas en un colegio electoral. Allí unas personas con traje a rayas naranja y blancas, privados del derecho al voto, ayudaban a otras a elegir a su candidato a presidir el país
La jornada electoral de ayer volvió a dar muestra de la futilidad del mercado de apuestas cuando se trata de elegir a candidatos. Momentos antes de que se cerraran los colegios electorales de Misisipi, Intrade, un portal de Internet donde los inversores apuestan por el que consideran que será el candidato ganador, le otorgaba a Romney un 90% de posibilidades de ganar allí. El lento escrutinio demostró que era una predicción completamente errónea. Romney quedó tercero por detrás de Rick Santorum y Newt Gingrich. Sin embargo, tras la victorias de Santorum en Colorado y Minnesota el 7 de enero, Intrade había sido uno de los únicos lugares donde se confiaba en que el exgobernador de se haría con las primarias de Michigan.
Además de aguardar resultados, en la noche electoral la campaña de Romney aprovechó para enviar correos a sus seguidores animándolos a que hicieran donaciones a su causa a cambio de una cena. "Mientras esperamos a los resultados de esta noche, aprovecho para anunciaros que tenéis una oportunidad de quedar conmigo para comer", decía el email del candidato republicano. "No será una comida cualquiera. El que gane vendrá conmigo a California a mi hamburguesería favorita".
Lo que no hizo Romney fue participar en el Reto de Obama, una página web en la que los participantes pueden hacer sus predicciones acerca de quién vencerá en la liga de baloncesto universitaria. La web publicará los nombres de los que mejoren las apuestas del presidente. "No estoy muy puesto este año en la liga para pronosticar", confesó Romney a los periodistas por la mañana.
Para quien la noche fue cualquier cosa menos una tensa espera fue para el propio Barack Obama. Mientras sus futuros contrincantes en la carrera hacia la Casa Blanca aguardaban el recuento de los votos, el presidente de Estados Unidos se comía un perrito caliente junto al primer ministro británico, David Cameron, mientras asistían a un partido de la liga universitaria en Ohio, la misma en la que Romney no estaba "muy puesto". Obama y Cameron parecían pasarlo bien.
Nada que ver con la seriedad de Newt Gingrich en su comparecencia ante sus seguidores tras saber que sus expectativas de ganar en alguno de los Estados del sur se habían frustrado. De poco le sirvió a él, divorciado en dos ocasiones, el apoyo de la mayoría de los hombres casados de Alabama y Misisipi, según revelaron las encuestas a pie de urna. Para quienes seguro que la espera se hizo más placentera fue para Gary Romney, de 30 años, y Elisabeth Santorum, de 20. Ambos estaban en Hawai apoyando las candidaturas de sus respectivos padres en los caucuses de ese Estado.
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