El Asad se escuda en la lucha contra el terrorismo para seguir su brutal represión

El presidente sirio, Bachar el Asad, ha asegurado hoy que Siria seguirá adelante con las reformas políticas y continuará haciendo frente al terrorismo. A pesar de las denuncias de graves violaciones a los derechos humanos y las sanciones económicas aplicadas por países occidentales, las fuerzas leales al régimen sirio han seguido reprimiendo con crudeza las revueltas en varias zonas del país, y en especial en Homs. Hoy, activistas opositores han denunciado que al menos 13 personas de dos familias fueron degolladas por las fuerzas de seguridad y los shabiha (matones del régimen) en Bab Amro, que junto a otras muertes en el resto del país, eleva el saldo de víctimas de la represión a 21.

“El pueblo sirio ha mostrado de nuevo su capacidad para proteger su patria y construir una Siria nueva a través de su insistencia en seguir adelante con las reformas en paralelo a hacer frente al terrorismo”, ha dicho El Asad, según las declaraciones difundidas por la agencia oficial Sana. El mandatario sirio, que se ha reunido hoy con parlamentarios ucranianos en Damasco, ha reiterado que los grupos terroristas, a los que responsabiliza de la violencia desatada en el país, están apoyados "desde el extranjero".

Estas declaraciones coinciden con la llegada hoy a la capital siria del enviado del Gobierno chino Li Huaxin para presentar a El Asad un plan de seis puntos con la visión de Pekín para frenar la crisis en Siria. La nueva posición oficial china asevera que tanto el Gobierno sirio como la oposición deben cesar completa e incondicionalmente la violencia, con el fin de lanzar un diálogo político sin condiciones y que represente a todos, mediado por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para el conflicto, Kofi Annan.

Pero la mediación de Annan no será tarea fácil. Las denuncias de Rupert Colville, alto comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, de que algunos hospitales sirios se han convertido en centros de tortura de los heridos en las protestas han acaparado titulares en todo el mundo. "En varios casos, las misiones de investigación de la ONU han podido comprobar que los hospitales se han convertido, de hecho, en centros de tortura de los heridos en los disturbios", afirma Colville en un comunicado. "Sabemos que las autoridades han advertido al personal sanitario de que no deben curar a los heridos. De hecho, piden a los que trabajan en las ambulancias que lleven directamente a los heridos a las casernas o a los centros de detención, en lugar de a los hospitales", agrega Colville, que asegura que se ha comprobado 'la complicidad' de algunos médicos en los procesos de represión en los hospitales.

La difusión de imágenes y los relatos que cuentan los más de 2.000 refugiados que han huido hacia Líbano de la sangrienta represión de las fuerzas de El Asad han despertado la ira de sus vecinos. Muchos de los huidos han contado macabras historias de cuerpos en descomposición bajo los escombros y la campaña de arrestos y ejecuciones por parte de los esbirros del régimen. "El olor a muerte estaba en todas partes. Podíamos oler todo el tiempo los cadáveres enterrados bajo los escombros", contaba Ahmad, quien logró huir a Líbano, a Reuters. "Vimos tanta muerte que al final la vista de un cuerpo desmembrado ya no nos afectaba".

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha calificado de "salvajismo inhumano" la brutal represión del Gobierno sirio sobre las protestas contra el régimen, y ha pedido el establecimiento inmediato de los corredores de ayuda humanitaria en Siria para ayudar a los civiles.

Erdogan ha afirmado en el Parlamento que El Asad tendrá que rendir cuentas de lo que ha hecho, a diferencia de su difunto padre, Hafez el Asad, quien ordenó las matanzas en las ciudades suníes durante su Gobierno, informó el diario local Today's Zaman.