La caída del 'número dos' de los liberales abre una crisis en el Gobierno británico

David Cameron podría aprovechar la dimisión hoy del ministro de Energía y número dos de los liberales-demócratas, Chris Huhne, para llevar a cabo la primera remodelación del Gobierno de coalición desde que alcanzó el poder en la primavera de 2010. Huhne se ha visto obligado a dimitir después de que la fiscalía decidiera presentar cargos contra él y contra su ex esposa, Vicky Price, por un presunto delito de obstrucción de la Justicia por simular que era ella quien conducía en lugar de él cuando la policía le impuso una multa por exceso de velocidad en 2003.

El caso estalló hace unos meses, después de que se rompiese el matrimonio y ella desvelara el apaño. Aunque él ha sostenido siempre que el coche lo conducía ella, la fiscalía ha llegado a la conclusión de que el conductor era él pero que convenció a su mujer de que se declara culpable de la infracción para que no le retiraran a él el permiso de conducir. Huhne ha mantenido siempre su inocencia y ha asegurado que dimite para poder defenderse y con el argumento de que el caso no le va a permitir desempeñar correctamente sus funciones ministeriales.

La dimisión no tiene necesariamente que afectar a las relaciones entre conservadores y liberales-demócratas porque no se trata de un asunto estrictamente político. Sin embargo, tiene relevancia política no solo porque puede dar paso a una remodelación del Gabinete, sino porque Chris Huhne es una figura importante en el partido de los liberales y la amenaza más relevante para el liderazgo de Nick Clegg.

Los liberales-demócratas ya perdieron a uno de sus ministros a las pocas semanas de formarse el Gobierno en 2010: David Laws tuvo que dimitir como número dos del Tesoro porque falseó sus cuentas de gastos como diputado con el objetivo de ocultar que el hombre con el que compartía su vivienda era su pareja sentimental.