Vivir en el agua
El ingreso de Polonia en la Unión Europea mejoró la situación de la empresa Hexagon
Cuando Jarosław Wojtaszek cierra los ojos, ve los embarcaderos de los ríos polacos llenos de casas flotantes. De momento las casas que produce su empresa se amarran en Holanda, Inglaterra y Alemania. Es ingeniero de mecánica, pero empezó su labor profesional como agente de bolsa. Luego lo dejó y fundó una empresa que hacía máquinas de producción. Uno de sus clientes era Philips.“Hacíamos copias de máquinas. El cliente nos daba la documentación y nosotros le proporcionábamos un equipo idéntico al que ya había utilizado anteriormente”, cuenta Wojtaszek. Lo más habitual eran los alimentadores. Aparte de a Philips, atendían también a empresas de la industria panadera. Pero el mercado de consumidores fue disminuyendo.
Viaja con frecuencia al extranjero. Se fijó en que en muchos países había amarradas en los muelles centenares de embarcaciones. Una parte de estas eran embarcaciones-casas en las que es posible vivir todo el año. En Polonia no existía nada similar. Empezó a interesarse por ese tipo de construcciones. Le vinieron bien las experiencias previas que había tenido: el dibujo técnico y sus conceptos básicos de técnica de soldeo.
Una vez oyó decir que sus contratantes holandeses de Philips estaban pensando en comprar una casa-barco. “Les solté que yo se la construiría. Se lo pensaron un tiempo, pero ya me conocían, y sabían que si lo había prometido, iba a haber barco”, cuenta. Cumplir el primer encargo le llevó medio año. “Debieron de quedar contentos, porque me encargaron 20 más”. En 2002, Wojtaszek fundó la empresa Hexagon. Como propietario sabía que tendría que buscar a sus clientes para las casas-barco en el extranjero. “En Polonia faltan embarcaderos donde haya luz, gas y alcantarillado”.
Los barcos de Tomaszów Mazowiecki se vendían bien en Holanda. Lo más atractivo era sobre todo el precio: una tercera parte más barato que en la competencia. Pero el mercado holandés es reducido y a Hexagon empezó a quedársele pequeño. La empresa se lanzó a la conquista de Gran Bretaña. Pero allí hacía falta un producto totalmente distinto. “Los canales en Inglaterra fueron cavados antes de que existiera el ferrocarril a vapor. Son estrechos, pero la red de canales cubre toda la isla”, explica Wojtaszek.
Por eso las embarcaciones para ese mercado tienen que ser estrechas y alargadas. Tienen hasta 18 metros de longitud y apenas dos de ancho. También exigen otro tipo de acabado. “Los británicos son muy tradicionales. No les gustan las novedades. Para ellos lo mejor es que el barco tenga aspecto antiguo y que el motor imite el sonido de un motor a vapor”.
Los barcos que hace para Inglaterra no son muy espaciosos por dentro, tienen unos 30 metros cuadrados. Pero cuentan con un saloncito, cocina, baño con ducha e inodoro de vacío. El interior lo calienta la calefacción de la marca webasto o el gas de una bombona. En cada habitación hay un radiador, igual que en las casas normales.
El ingreso de Polonia en la Unión Europea mejoró la situación de la empresa Hexagon. Cada día que pasaba disminuían los problemas en la inspección de aduanas. Exportar se hizo muchísimo más fácil. La empresa está esperando ahora el siguiente paso, es decir, la entrada de Polonia en la zona euro. “Desde que el cliente firma el encargo hasta el momento en que vemos el dinero puede pasar hasta un año entero. Es mucho tiempo e implica mucho riesgo debido al cambio de divisas. Encima, en Polonia, los mecanismos financieros que permiten protegerse de ese riesgo siguen siendo muy caros”, afirma el empresario.
La empresa recibió una subvención de la UE de un millón y medio de zlotys destinados al desarrollo e introducción de las casas flotantes en el mercado polaco. En opinión de Wojtaszek, una casa de este tipo puede competir en precio con los apartamentos de pequeño tamaño. En su versión más básica, pueden costar entre 300 y 320 mil zlotys.
En Hexagon no faltan las ideas. La última es sobre barrios enteros flotantes. La empresa quiere convencer a los promotores inmobiliarios para que compren terrenos en los embarcaderos y los equipen con la infraestructura necesaria. Espera que las casas barco se pongan un día tan de moda en Polonia como en Europa Occidental. También está trabajando en un hotel, un restaurante y una oficina flotantes.
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