La ofensiva de la Unión Africana empuja a Al Shabab a las afueras de Mogadiscio
La misión africana y las fuerzas progubernamentales toman posiciones fuera de la capital somalí
Mogadiscio no descansa. La ciudad ha amanecido el viernes con el sonido de los tanques y la artillería de Amisom, las tropas de paz de la Unión Africana (UA), que junto a unidades del Ejército somalí avanzaban hacia el norte de la capital con el objetivo de expulsar a la milicia islamista rebelde Al Shabab. Amisom, que actualmente cuenta con casi 10.000 soldados de Uganda, Burundi y Yibuti, y tropas leales al Gobierno somalí llevan casi cinco años enfrentados a Al Shabab, que aún controla gran parte del sur y el centro de Somalia.
Al Shabab pretende establecer un régimen islámico basado en una interpretación muy estricta de la ley sharía. Las organizaciones internacionales, por su parte, acusan a la milicia de haber contribuido a la hambruna en Somalia al no permitir la entrega de ayuda humanitaria. "Esta es la primera vez que Amisom ha podido asegurar un área fuera de los parámetros de la ciudad, lo que nos permitirá defender Mogadiscio desde el exterior", ha señalado en un comunicado el teniente coronel Paddy Ankunda, portavoz de Amisom.
La misión de paz llegó a Somalia en marzo de 2007 con un mandato original de seis meses y el objetivo de estabilizar y mantener la paz en el país. Sin embargo, hasta hace unos meses, Amisom y las fuerzas leales al Gobierno solo eran capaces de moverse por algunos barrios de Mogadiscio, mientras que Al Shabab tenía bajo su control casi todo el centro y sur de Somalia.
Desde agosto, cuando Al Shabab anunció que se retiraba de sus posiciones en la capital, Amisom y las tropas gubernamentales habían pasado a controlar casi la totalidad de Mogadiscio, aunque aún son constantes los atentados con explosivos improvisados y granadas y los tiroteos esporádicos.
Soldados sin salario
La mala preparación de las tropas somalíes es uno de los problemas que tienen la fuerza de paz de la UA y las milicias leales al Gobierno para expandir su área de control. Unos 3.000 soldados del Gobierno llevan cuatro meses sin recibir su salario, según confirmó ayer en Mogadiscio el general Nathan Mugisha, comandante en jefe de la misión. Hace unos días, soldados gubernamentales abandonaron sus posiciones debido a este motivo. La Unión Africana paga a estos soldados con fondos donados por Italia pero Mugisha señaló que aún no habían recibido el dinero de este país para poder pagar a los soldados somalíes.
Actualmente, Al Shabab tiene otros dos frentes abiertos además de Mogadiscio. Tropas de Kenia entraron en Somalia en octubre tras acusar a esta milicia de varios ataques en suelo keniano, incluyendo el secuestro de las españolas Blanca Thiebaut y Montserrat Serra y el de otras ciudadanas europeas. El objetivo de los kenianos es la ciudad portuaria de Kismayo, en el sur de Somalia y principal bastión de la milicia islamista.
Por su parte, tropas etíopes se introdujeron en Somalia en diciembre y ya controlan partes de la zona oeste del país justo a la frontera con Etiopía. A pesar del acoso, los islamistas suelen enviar comunicados en los que alardean de victorias frente a sus enemigos e incluso tienen una cuenta en Twitter, desde donde envían mensajes en un inglés impecable y con un particular sentido del humor.
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