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Un doble atentado suicida con coche bomba sacude el centro de Damasco

Hay al menos 44 muertos y más de 150 heridos.- El régimen sirio culpa a Al Qaeda del ataque Los observadores de la Liga Árabe llegan a la capital siria para vigilar el plan firmado con El Asad

Un grupo de sirios trasladan a una de las víctimas del doble atentado.
Un grupo de sirios trasladan a una de las víctimas del doble atentado.AFP

Un doble ataque suicida con coches bomba ha sacudido Damasco esta mañana, tan solo unas horas después de la llegada de los observadores de la Liga Árabe a la capital siria. Según el primer balance del Ministerio de Exteriores sirio, al menos 44 personas han perdido la vida y más de 150 han resultado heridas por las explosiones que han tenido lugar junto a dos edificios de los servicios de inteligencia. Según un comunicado de prensa distribuido posteriormente, la autoría podría atribuirse a una célula de Al Qaeda que se habría infiltrado dos días antes en el país procedente de Líbano, cuyos servicios de inteligencia habrían informado a los sirios. De acuerdo a esta hipótesis, Al Qaeda estaría echando leña al fuego de la revuelta siria para boicotear la misión de observación panárabe.

Los dos coches-bomba estallaron en el barrio de Kfar Suseh. El primer vehículo ha detonado los explosivos al intentar forzar su entrada en un complejo del Directorio de Seguridad General, mientras que el segundo lo ha hecho cuando se encontraba estacionado frente a unas dependencias locales del Servicio de Inteligencia. "El terrorismo quiso que la primera jornada de los observadores en Damasco fuera trágica pero el pueblo sirio hará frente a esta máquina de matar", ha agregado Meqdad, que también ha responsabilizado a Occidente de instigar las revueltas contra el régimen de Bachar Al Asad.

Según las organizaciones de derechos humanos, el número total de muertos desde que comenzaran las protestas y la subsiguiente represión hace nueve meses, habría sobrepasado ya los 6.000. Frente a esta cifra de víctimas civiles las autoridades aseguran que también habrían muerto unos 2.000 miembros de las fuerzas de seguridad, objetivos de atentados como los de hoy y de emboscadas perpetradas por milicias clandestinas como el autodenominado “Ejército Sirio Libre”.

Observadores de la Liga Árabe

Los atentados eclipsaron los llamamientos formulados por activistas pro-democracia para protestar contra la misión de observadores de la Liga Árabe, por temor a que su despliegue provoque una reacción aún más dura por parte del Gobierno contra los manifestantes. Precisamente ayer llegaba a Damasco una avanzada de esta misión, compuesta de una docena de agentes de seguridad y de personal legal de la Secretaría General de la Liga Árabe.

La misión de observación está encabezada por el veterano general sudanés Mohamed Ahmed Mustafá al Dabi y tiene previsto desplegar entre 150 y 200 observadores durante los próximos días. Su mandato será el de verificar el "cese de la violencia por todas las partes y asegurar la liberación de todos los detenidos en relación con la actual crisis", de acuerdo con el texto de la resolución, aprobada hace un mes por 19 de entre sus 22 miembros. No obstante, muchos de los líderes opositores sirios parecen coincidir en que la decisión gubernamental de aceptar esta misión después de varias semanas de indecisión no deja de ser una "maniobra" para evitar que la Liga Árabe eleve el caso ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Algunos de estos líderes rebeldes sirios han llegado incluso a acusar al propio Servicio de Inteligencia de orquestar los ataques para sembrar todavía un mayor caos y asustar a los observadores. Sean quienes sean los verdaderos autores, las escenas emitidas por la televisión estatal siria y por el canal libanés Al Manar recordaban a las vividas este pasado jueves en Bagdad, donde una serie de una docena de atentados de diverso tipo se cobraba 70 muertos.

Retirada de Irak

La retirada del Ejército estadounidense de Irak hace cinco días podría haber supuesto el comienzo de una nueva etapa de enfrentamientos fratricidas entre árabes. Siria, de mayoría sunita, se encuentra gobernada desde hace décadas por la secta de los alauitas -a la que pertenece la familia Asad y gran parte de la clase gobernante- de la misma forma que el actual Irak se encuentra gobernado por el Primer Ministro chiita Nuri Al Maliki. Y ambos mandatarios gozan del apoyo de la República Islámica de Irán, que además de patrón del movimiento Hizbolá en Líbano apoya a otras milicias chiitas.

Por otro lado, los consejos tribales de autodefensa sunitas, alentados por el hoy Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), David Petraeus y otrora Jefe del Mando Central del Ejército estadounidense y que tan útiles resultaron en la lucha anti-insurgencia en Irak durante los años 2006 a 2008, podrían haberse trasladado a Líbano y Siria, habiéndose unido a la campaña anti-Asad y pudiendo ser los ejecutores de los atentados de hoy en Damasco.

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