México desbarata un plan para acoger al hijo de Gadafi

El gobierno mexicano ha revelado el miércoles que mediante a una operación denominada “Huésped” logró desactivar un plan que pretendía internar de manera ilegal a este país a Saadi el Gadafi, hijo del extinto líder libio Muamar el Gadafi, quien se encuentra desde septiembre en Níger. Cuatro personas, de distintas nacionalidades, fueron detenidas en noviembre acusadas de orquestar el plan.

El secretario de Gobernación Alejandro Poiré informó que el pasado 6 de septiembre se descubrieron los planes para que Saadi, conocido como “el hijo futbolista” del dictador, y su familia se instalaran en el país americano con falsas identidades mexicanas. “Las pesquisas permitieron tener conocimiento de que este ingreso se realizaría bajo los nombres de: Daniel Bejar Hanan, Amira Sayed Nader, Moah Bejar Sayed y Sofia Bejar Sayed”, dijo el funcionario.

Según lo informado, Cynthia Ann Vanier, de nacionalidad canadiense, era el contacto directo con la familia Gadafi y la encargada de la operación, que incluyó la compra de diversas residencias para usarlas como casas de seguridad, entre ellas una ubicada en Bahía de Banderas, Nayarit --una bella zona de playas y montañas en el Pacífico mexicano— en donde se hospedarían los descendientes de Muamar el Gadafi.

De acuerdo con Poiré, para preparar la logística de traslado de Saadi y su familia fueron fletados aviones privados y se realizaron vuelos entre México, Estados Unidos, Canadá, Kosovo y distintos países del Medio Oriente.

Acusada de ser la líder del grupo, Cynthia Ann Vanier fue detenida el 10 de noviembre y al día siguiente también fueron arrestados Gabriela Dávila Huerta y/o Gabriela Dávila de Cueto, ciudadana mexicana residente en Estados Unidos; Pierre Christian Flensborg, de nacionalidad danesa, y José Luis Kennedy Prieto, mexicano. Están acusados de falsificación de documentos oficiales, apertura de cuentas bancarias con documentación apócrifa, tráfico ilícito de personas y delincuencia organizada.

Saadi el Gadaf fue comandante de las Fuerzas Especiales del Ejército de su país. "Es acusado por el Gobierno Nacional de Transición libio, de estar al mando de las unidades militares que reprimieron a sus connacionales, participantes en las manifestaciones ocurridas en meses pasados contra el depuesto régimen”, explicó el Gobierno mexicano.

La conferencia de prensa de Poiré fue convocada al amanecer del miércoles y todos en México daban por sentado que se trataría de un mensaje relativo a las revelaciones hechas por The New York Times el domingo pasado, que establecen que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) participa en operaciones de lavado de dinero tanto en territorio mexicano como estadounidense. De eso nada se dijo.