Siria acepta el envío de observadores

Siria acaba de responder, en el límite del plazo ofrecido por la Liga Árabe, a la propuesta de este organismo para fin a ocho meses de violencia en el país. Se trata, si la iniciativa es finalmente firmada por el régimen de Damasco, de enviar observadores internacionales para verificar un alto el fuego. El Gobierno sirio ya ha asegurado que ello supondría una violación de la soberanía del país, pero trataría así de eliminar la amenaza de las sanciones económicas acordadas por la Liga Árabe.

"El protocolo se firmará pronto, aunque esperamos antes la respuesta de la Liga", afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Yihad Makdesi. Desde que se desataran las protestas en Deraa, en el sur de Siria, en marzo pasado, unas 4.000 personas han muerto en las manifestaciones contra el régimen de Bachar el Asad que se extienden por todo el país, salvo en Damasco y Alepo, las dos principales ciudades donde el Ejército todavía es capaz de mantener el orden.

La semana pasada la Liga Árabe aprobó unas duras sanciones financieras y económicas contra el régimen sirio y varios de sus dirigentes más relevantes, una iniciativa a la que se sumó poco después Turquía, un país fundamental para que las sanciones pueden tener efecto.

El plazo otorgado para que Siria aceptara la presencia de observadores se ha prorrogado un par de veces para dar tiempo al Ejecutivo sirio. La propuesta de la Liga establece que los militares deben volver a los cuarteles y que la represión de las manifestaciones debe detenerse inmediatamente, algo que supondría un riesgo evidente para el régimen que dirige el país desde 1970.