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El primero de la clase

Es pequeño pero vibrante y determinado, brillante y puntual: el primero de la clase. Se anticipó en la revuelta y derribó al tirano. Allí saltó la chispa y de allí salió el impulso que levantó la oleada de revueltas. También es ahora el primero en celebrar elecciones democráticas, que en su caso son para elegir a los diputados de una Asamblea Constituyente. Su modelo de transición es el más maduro y avanzado.

También será el primero en el experimento del siglo, que consiste en comprobar cómo ligan islam y democracia en territorio árabe, donde nunca antes habían conseguido encontrarse. Los resultados electorales de este domingo nos darán una primera aproximación del peso del islamismo político en el paisaje tunecino. Que será grande, según adelantan ya las encuestas. Lo que de ahí salga importa en Túnez ante todo, pero es una prueba también y un espejo donde se mirarán los siguientes en pasar por las urnas, que son los marroquíes el 25 de noviembre y los egipcios el 28 del mismo mes.

El dibujo ideológico que ofrezcan las elecciones tunecinas va a prefigurar cómo será la Constitución, y sobre todo el peso en su texto de las ideas laicas y de las islamistas. El modelo tunecino será, en cualquiera de los casos, el más diferenciado del otro modelo que se ofrece a los árabes como respuesta a su primavera: el del paternalismo autoritario y reformista de las monarquías petroleras.

Hasta dónde llegará este modelo empezará a saberse el domingo, cuando conozcamos las proporciones de la fórmula que arrojarán las urnas, pero la novedad absoluta de unas elecciones abiertas, el sistema proporcional, el 30 por ciento de indecisos, y las seis circunscripciones de los tunecinos en el exterior (700.000 votantes potenciales) dejan unos amplios márgenes a la indeterminación y la incertidumbre. La libertad también es eso.

Cada uno puede aportar su explicación a este vanguardismo tunecino. Es un país de 10 millones de habitantes y 163.000 kilómetros cuadrados, dimensiones modestas en comparación con la extensa geografía y la población de sus vecinos, a excepción para esta última de Libia. También es el más homogéneo cultural y étnicamente, sin divisiones religiosas, lingüísticas o tribales relevantes. No ocupa un lugar estratégico, como es el caso de todos los países que se hallan en la línea de la tensión entre chiitas y sunitas y entre Arabia Saudita e Irán. Todo esto facilita más que explica que haya sido el primero en cambiar de régimen y el más veloz en derrocar al tirano.

El historiador y demógrafo Emmanuel Todd, acreditado por su pronóstico prematuro acerca de la desaparición de la Unión Soviética, asegura en su libro 'Alá no tiene nada que ver con esto' ('Allah n'y est pour rien', Le Publieur), que es la evolución demográfica árabe lo que explica las revueltas. Túnez es el primer país árabe que ha culminado su transición demográfica, es decir, una etapa de fuerte crecimiento de la población a la que sigue una caída de la mortalidad y de la natalidad, como ya ha sucedido en Europa. En 2005 la tasa de fecundidad había caído hasta 1'9 nacimientos por cada mujer, inferior a la de Francia, según las cifras exhibidas por Todd.

El excelente conocedor del Magreb y compañero de estas columnas que es Sami Naïr considera, en su libro de muy reciente aparición 'La lección tunecina. Cómo la Revolución de la Dignidad ha derrocado al poder mafioso' (Galaxia Gutemberg), que Túnez ha sido el primero porque era el eslabón más débil en la cadena de estados policiales árabes, donde se había llevado hasta el extremo la identificación del poder del Estado con una mafia familiar.

La dureza del blindaje dictatorial explica así que se quebrara por el mero efecto de la presión de la sociedad tunecina. Esta explicación enlaza con otra primacía de Túnez: en ningún otro país tuvieron un impacto tan espectacular los documentos del Cablegate filtrados por Wikileaks, en los que se explicaba con todo lujo de detalles coloristas los desmanes de la familia de Ben Ali y de su esposa Leila Trabelsi. El régimen intentó bloquear su difusión digital, lo que todavía incrementó el interés por su lectura, principalmente a través de una página web, llamada Tunileaks, profusamente difundida viralmente a través de twitter y facebook. El primero de la clase fue también el primero en tecnología y en comunicación.

(Enlaces: con la entrevista televisiva a Emmanuel Todd, de la que ha salido su libro; con la ficha del libro de Todd y con la del de Naïr; con Tunileaks).

Comentarios

Bueno, Gadafi está muerto, así dice el jefe de los rebeldes…Horrible morirse arrancando como un cobardate y lleno de plomo… pero si miran esta grafica verán que los US no se lleva la torta del crudo, solo toma un 5%; por otra, sino es Italia con un 32% Francia, 10%, España, 9%, Alemania, 14%, Europa del norte en general… a pesar de eso, y los múltiple Tomahawks que los US arrojó en suelo libio con una gastadera de más de $700M, USD, la Hilary viajó a prometerles un paquetito de ayuda económica al nuevo régimen… Mientras aquí los parados pasan el 9%, algo así como 40M de cuerpos desocupados….Bravo, Hilary/Obambi! Disfruten que el 2012 limpiamos la casa blanca.http://viableopposition.blogspot.com/2011/02/muammars-oil-libyas-contribution-to.htmlhttp://ll-media.tmz.com/2011/10/20/1019-ghadaffi-bn-02.jpg-que descanse en paz el Pan Am Flight 103…..
El comentario del periodista Luis Bassets es muy objetivo y equilibrado. En efecto, da una clara visión política y social del mundo árabe en esta etapa histórica, si bien no menciona a Arabia Saudi, que es una excepción, ya que este país es, de hecho, una poderosa tiranía, protegida por Estados Unidos, cuyos intereses petrolíferos han definido su trayectoria política de estas últimas décadas.
Por la boca muere el pez y por la red el dictador.
El lunes se terminan todas esas estupideces sobre que los árabes o el islamismo son incompatibles con la democracia. Si el cristianismo lo es, ¿por qué no lo va a ser el Islam? ¿Por qué no puede haber un partido demócrata islámico cómo los hay demócratas cristianos?
Y ahora, con las elecciones, que no muera la democracia si no sale lo que los antiguos defensores de las tiranías ajenas desearían que saliera. Quiero decir, que las democracias occidentales acepten lo que salga de las recién estrenadas democracias árabes. Y que lo mismo que la prostitución no hay más que una, por mucho que Botella disculpe la de lujo. democracia no hay más que una, sin que quepa diferenciar calidades en función de lo que se paga, o de lo que se vota.
¿Es compatible la relegión con la libertad y la democracia?. ¿Sería viable una constitución cuando no existe separación estado-relegión?. ¿Deberí la constitución contener preceptos relegiosos como las "suras del corán)?. Estos interrogatorios deberían ser debatidos social y politicamente y ser consensuadas socialmente antes de sumergirse en una democracia verdadera. Los valores democráticos forman una pedagogía política que no tiene nada que ver con los valores relegiosos. Éstos forman la humanidad del ser y aquellos forman la libertad del mismo. Ojalá que, de las urnas del mundo árabe salga una casta política que sepa constituir estados modernos para el siglo XXI. Sería bueno para nosotros y para ellos.
Nuevo aforismo en paralelismo: empezar la casa por el tejado, empezar el juicio por la condena. A Gadafi le ha pasado lo segundo, quizà porque acostumbrò mal a su pueblo con tanto juicio ràpido, tan rapido que se saltaba la instrucciòn llegando directamente a la sentencia, las màs de las veces seguramente sin pruebas. El alumno aventajò al maestro, al menos en lo que a él tocaba. Descanse en paz. El pueblo, quiero decir.

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