Afganistán e India firman un acuerdo de seguridad que inquieta a Pakistán
Karzai y Singh sostienen que la alianza no va dirigida contra ningún otro país
El presidente afgano, Hamid Karzai, ha firmado durante su visita oficial a India la primera “alianza estratégica” de Afganistán con otro país, con el objetivo de reforzar la seguridad de su país de cara a la salida de las tropas de la OTAN en 2014. India no ha dudado en ofrecer a su vecino entrenar a la policía afgana en la lucha contra el terrorismo.
Karzai y el primer ministro indio, Manmohan Singh, han destacado que este pacto de seguridad no va dirigido contra ningún otro país, sino a facilitar la pacificación de la región. Ambos han reconocido que tanto India como Afganistán se encuentran amenazados por los talibanes de la red Haqqani. Los afganos "merecen vivir en paz y decidir su futuro por ellos mismos sin interferencias exteriores, ni coacciones, ni intimidaciones", ha declarado Singh.
La prensa india ha señalado estos días que la alianza obedece al “cansancio” de Karzai con la involucración del poderoso servicio de inteligencia paquistaní (ISI) en las acciones terroristas de los Haqqani en Afganistán. Karzai acusó el lunes pasado a Islamabad, en un discurso televisado a la nación, de mantener un “doble juego” y de “no cooperar” en la lucha contra los grupos que quieren desestabilizar Afganistán.
India también acusa al ISI de apoyar a grupos como Lashkar e Toiba, que lucha por la independencia de la Cachemira india y que, según Nueva Delhi, es el responsable de los atentados de Bombay de 2008, en los que murieron 173 personas y otras 300 resultaron heridas. Considera, además, que el ISI está detrás de los ataques contra los intereses indios en Afganistán, incluido el ataque a la Embajada india en Kabul.
"Todo lo que se logre en esta visita será visto en Pakistán como un insulto”, afirma un experto
Karzai, que el lunes aseguró que ponía fin a las conversaciones de paz con los talibanes para centrarse en “negociar con Gobiernos y no con grupos específicos”, afirmó días atrás que el futuro de Afganistán pasa por establecer unos lazos sólidos con Estados Unidos, la Unión Europea e India. Sus palabras fueron un duro golpe para Pakistán, que sigue viendo a India como su principal enemigo y que siempre ha tratado de tener en Kabul un estrecho aliado.
En esta segunda visita en lo que va de año de Karzai a Nueva Delhi, el mandatario afgano ha mantenido conversaciones con Manmohan Singh y otros altos funcionarios indios. Los expertos señalan que si el presidente afgano acepta que India entrene a altos mandos de la policía afgana puede haber un mayor deterioro de las ya difíciles relaciones entre Kabul e Islamabad. “Desgraciadamente desde una perspectiva india, todo lo que se logre en esta visita será visto en Pakistán como un insulto”, ha dicho al diario paquistaní en inglés Dawn, Saeed Naqvi, investigador de la india Observer Research Foundation.
Según Karzai, todos sus esfuerzos por conseguir la paz en Afganistán se estrellan porque la insurgencia no la quiere y responde con más violencia a cualquier iniciativa que presente el Gobierno afgano. Entre esa violencia destaca el asesinato, el pasado día 20, del expresidente afgano e intermediario en las negociaciones de paz, Burhanudin Rabbani, cometido por un suicida, que Karzai asegura que era paquistaní y que el atentado se orquestó en la ciudad paquistaní de Quetta.
La dureza de Karzai contra Islamabad llega después de que el mes pasado el exjefe del Alto Estado Mayor de Estados Unidos almirante Mike Mullen acusara al ISI de controlar la red Haqqani y de estar detrás del ataque a la Embajada de EEUU en Kabul.
En una entrevista con la BBC, Sirayudin Haqqani, actual jefe del grupo talibán más combativo, afirma que los contactos con el ISI fueron en la época de la lucha contra la invasión soviética de Afganistán (1979-1989), periodo en que también los mantenían con la CIA, pero que ahora esos lazos no existen. Sirayudin Haqqani sostiene que EEUU le ha contactado para que forme parte del Gobierno afgano.
India es uno de los principales donantes de ayuda a Afganistán, cuyo monto desde 2002 supera los 1.500 millones de euros, dedicados hasta ahora a fines civiles como la construcción de carreteras y la sede del Parlamento en Kabul. A su vez, Afganistán recibe más del 50% de la ayuda que Nueva Delhi destina al exterior.
Nueva Delhi está muy interesada en la estabilidad de su vecino después de que se retiren las tropas de la OTAN. Otra guerra civil en Afganistán tendría consecuencias en la seguridad de India por la inestabilidad que generaría en la región y la posibilidad de un incremento de atentados de radicales islamistas.
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