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Castizos

El columnismo castizo insulta como respira.

Las palmas del tendido, los espaldarazos de la barra de bar y el palmeo del tablao, esos son sus poderes. Sin ellos nada osaría. El faltón quiere ser el artista admirado por una pandilla de golfos, que son los que le encumbran.

A veces se atraganta con uno de sus improperios y le da un ataque de tos que le deja débil y exhausto como a un convaleciente. En ocasiones como estas se ve obligado a cuidar sus espaldas, porque es larga la cola de los aspirantes que optan a sustituirle.

Comentarios

El columnista debe ser independiente, en el sentido de que no debe dedicarse a otra actividad. O eso, o escribir de manera anónima pero respetuosa, que lo uno no lleva lo contrario. Como compagine su actividad escritora con otros papeles alimenticios, entonces el que pasará a ser insultado o despreciado en directo será él. De la otra forma también, pero quién se encuentra con su columnista más odiado, salvo que tenga la potra de tener que pagarle un recibo del agua, pongamos por caso. El cazador cazado, o si es el caso, el castizo castizado. Lo mejor sería vivir en Honolulu si escribes en España y en España si escribes en Miami. Intercambio geográfico de columnistas, pero claro, el columnista debe estar en contacto con la realidad que describe a diario o de lo contrario le saldría un churro como un castillo.
Son terroristas que han ocupado un medio legítimo y pretenden deslegitimizarlo.
¿Y qué me dices del columnismo especulativo? (Aquel que predice el futuro como si tuviera una bola de cristal.)
No se debe de confiar en las percepciones, pues el juego es desconocido para la mayoría y es a otro nivel. Si bien casi siempre asoma, la disputa por el tapón de la bañera. ¿Qué tendrá este y cuál será el contenido? ¿Se tratará de simples pasiones humanas?. El dinero ya se sabe que corrompe casi todo lo que toca, y sino, faldas o dádivas, a cual más grande para torcer la voluntad de quién sea. Posiblemente, casi siempre hay un resquicio por donde entrar, solo se requiere, habilidad y en ocasiones, paciencia hasta encontrar. No parece fácil, encontrar alguien a salvo. ¿Qué falta o sobra? ¿Cómo desactivar los interruptores de estas y otras actuaciones perversas, que nos van a llevar al desastre como seres humanos?
El castizo busca la reafirmacion de su pequeno mundo, de su aldea. Todo lo que no comprende le enfurece, pues no sabe que hay algo mas alla de su pueblo, sus amigotes, o sus creencias - al dejar de tocar fondo con el pie siente que se ahoga. Eso solo se cura viajando, por el espacio y el tiempo, como dicen de los males de amor.
Hombre, existían dos tipos de castizos, antaño; El majo goyesco, que precisamente prosperó a la vera de lo cañí, hasta que fue arrinconado poco a poco por la modernidad cosmopolita. No se confundan, era sobre todo una especie urbana, como pintaba Goya. Luego estaba el castizo de campo, a veces sobrio y sensato, a veces temible por su cerradez, fanatismo y dureza. Modesto, casi sencillo, en el vestir, y muy observante de las fiestas de guardar, como el majo (aunque este último se las ingeniaba para pillar cacho y chocolate sin dejar de parecer piadoso ;D). El castizo actual es una evolución del majo goyesco, pero sin la gracia y "hombría" de aquel. De hecho, casi sólo queda en común que son un fenotipo urbano, amigos de tradiciones locales. Le falta la alegría espontánea que nos pintaban Byron y Washington, y ha transformado el natural celoso en el cultivo del resentimiento y la envidia a veces soterrada. Le siguen gustando los toros (a la mayoria) pero ya no asiste tanto en masa, prefiere el espectáculo de músculos y sudores del fútbol, a casi cualquier otra forma de entretenimiento vicario, a cuyos protagonistas sigue como dioses encarnados, y profesa con fe intrasingente el culto a la peña y el equipo. La barra del bar es su solaz, rodeado de sus semejantes, y el último exito de algún personaje de concurso musical en la televisión (lejos quedan los tiempos de Lola Flores), lo más cercano que posee a un atisbo de cultura fuera de su entorno o ambiente. Confirma ese desinterés su tozudez en los argumentos que inicie, como un martillo pilón, lo que confunde con firmeza en sus ideas. En cuanto al tertuliano/comentarista que presume de castizo, se traiciona, porque el castizo no es consciente que lo es, ni siente necesidad proselitista. Simplemente, el es como es y no necesita pregonarse. Es el castizo urbano actual
Los castizos tienen todo el derecho del mundo a ser castizos, faltaría más.Ninguno de uds. por contra tiene el más mínimo derecho (o posibilidad) de afrontarles y exigirles que sean distintos. ¿A quién se le ocurre?Si quieren cambiar, que lo hagan por sí mismos.De nuevo, progres sentando cátedra acerca de cómo hay que ser. Eso es vuestra estética privada.No lo olvidéis, ni hagáis "Verdades Universales" de ello. Es vuestra imperativa, aburrida, aristocrática e insultante estética privada, nada más.Respecto al columnismo visceral, me parece fenomenal que exista, y decir, por enésima vez, que vuestros dogmas son su alimento.Si no os gusta, ¿por qué le prestáis atención?Haced vuestra vida, producid cosas que interesen.Y si la gente sigue prefiriendo el fútbol, por algo será.¿Qué decir del fútbol español que alguien no sepa? El fútbol español se encuentra entre los mejores del mundo, simplemente.Si vosotros preferís leer a Voltaire, me parece fenomenal. Pero será estricto asunto vuestro.¡Cuidado con las polillas carnívoras, progres!

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