Va con la época. El fetiche tecnológico demuestra su atractivo enorme a derecha e izquierda. En cada esquina surge la tentación de una explicación reduccionista de la marcha de la historia por los efectos del cambio tecnológico. La osadía es todavía mayor cuando pasamos de la explicación analítica a la aplicación de esas teorías simplificadoras. Donald Rumsfeld, el secretario de Defensa de Bush en el 11 S, predicaba un nuevo tipo de guerra en la que la tecnología sustituiría a la fuerza de la acumulación clásica de tropas: quería invadir Irak con muy pocos soldados, y eso sí, mucho dinero y mucha tecnología. Otros, en el otro lado del río ideológico, piensan que la tecnología es un instrumento de liberación y emancipación. Creen unos que las revueltas árabes se deben al teléfono móvil y a las redes sociales. Propugnan otros un nuevo tipo de periodismo y un nuevo tipo de acción política, e incluso de democracia, en el que la tecnología elimina las asperezas de la intermediación: eso es Wikileaks y eso son las protestas del 15M.
Poner en contacto directamente las fuentes con los ciudadanos permitía eludir la cadena de mediadores e intermediarios periodísticos, con sus intereses profesionales y empresariales, sus agendas y estrategias particulares, para no hablar de sus complicidades con el poder de los gobiernos y de las grandes multinacionales. Debían ser los ciudadanos, como sucede en los sistemas wiki, quienes nutrieran a Wikileaks con la aportación de su trabajo de lectura y selección de estos materiales en bruto puestos a su disposición, en una forma más de crowdsourcing o web 2.0 aplicada al periodismo.
Algo similar ha sucedido con las acampadas del 15M, donde la esencia de lo que se dilucidaba nada tenía que ver con el conjunto de circunstancias que han acompañado a las protestas: el altísimo nivel de paro juvenil, los problemas de vivienda, la insatisfacción por los recortes sociales, los sueldos y bonus de los directivos, las ayudas a los bancos y las zancadillas a los impositores… La propuesta que se ha pretendido construir estos días ha sido una forma de democracia directa, animada desde el uso de los móviles y de las redes sociales, como alternativa a la democracia representativa.
Uno de los tweets anunciaba como si fuera un programa en un ordenador la instalación de democracia 2.0 y, se supone, la desinstalación de democracia 1.0. La originalidad de la idea estriba en la aplicación del crowd sourcing a la política como alternativa a la política convencional de los partidos, con sus cuadros, dirigentes y parlamentarios, el ágora digital frente a las democracias parlamentarias y mediáticas.
Ambas experiencias tienen la brillantez de lo utópico, pero también su incapacidad para traducirse en efectos y resultados prácticos. Wikileaks necesitó de los medios tradicionales y de su experiencia para que estallara en toda su dimensión, que es extraordinaria, la filtración de los documentos secretos sobre las guerras de Irak y Afganistán, y de los cables del departamento de Estado.
No ha habido participación alguna del público en la ordenación y elaboración de contenidos, al contrario, ha sido el know-how de los periodistas tradicionales lo que ha permitido jerarquizar, analizar y finalmente publicar las informaciones más interesantes, que de otra forma hubieran quedado sepultadas en un caudal informe de datos.
Lo mismo ha ocurrido con las acampadas del 15M. Ha sido la cita electoral del 22M la que ha marcado el ritmo y la tensión políticas y mediáticas sobre las concentraciones, que han ofrecido una motivación o cobertura narrativa a los votantes descontentos para abstenerse, votar en blanco o hacer un voto de protesta. Directamente han podido favorecer a los votantes de opciones a la izquierda del PSOE, IU principalmente, pero indirectamente han favorecido al PP, que ha encontrado en las plazas el escaparate del descontento social que Zapatero ha sido incapaz de parar.
Incluso en la hipótesis de que no haya influido en el comportamiento de los votantes, no hay lugar a dudas de que ha sido el marco de ira social y política que ha acompañado a unas elecciones en las que el PP quería ver subrayado precisamente el descontento con el Gobierno y no la labor concreta de ayuntamientos y comunidades autónomas, que es donde se dilucidaba el reparto de poder.
La incapacidad de la protesta para traducir el brain storming de masas, el crowd sourcing, en actos políticos eficaces es lo que ha conducido apenas dos días después de las elecciones a que empiecen a languidecer las concentraciones y regrese al primer plazo el auténtico perfil político de la democracia representativa, en la que es el PP el que se está imponiendo como partido largamente hegemónico frente al hundimiento de la izquierda moderada.
Al despertar del sueño tecnológico, sea el que sea, comprobamos que el fetiche tiene los pies de barro y nos vemos obligados de nuevo a hacer el mismo periodismo y la misma política de siempre. Es cierto que estas experiencias nos permiten sacar algunas lecciones para hacerlo mejor, sin anquilosarnos en el territorio conquistado y manteniendo siempre despierto el espíritu crítico acerca del mundo y de nosotros mismos. Pero el despertar nos hace ver que buscar la salvación en elementos exteriores, tecnológicos o no, forma parte de una mentalidad infantil tan vieja como la humanidad.
Comentarios
Es muy difícil encontrar espacios de participación pública donde los ciudadanos puedan participar de una forma más directa en democracia.
O como dice Safran Foer en su último libro, Comer animales, "siempre se puede despertar a alguien que está dormido, pero ningún ruido del mundo, por fuerte que sea, despertará a alguien que finge dormir". Nuestros políticos tradicionales fingen dormir, de ahí que no despierten. Los del movimiento 15-M estaban dormidos y ahora han despertado, de ahí que dijeran en una de sus frases algo así como que si no les dejan sonar, no permitirán que sigan durmiendo. Y saben que estáis fingiendo por mucho que cerréis los ojos, pillines.
Vamos, que todo ha sido un sueño y tras el sueño nos hemos topado de lleno con la pesadilla de una triunfadora realidad analógica y tradicional. Se retiran las tiendas de campaña, pero permanece indeleble el rastro de las campañas de siempre. Poco a poco, voy cogiendo el busilis al post. Y es que acabo de ver Terminator 3, que tampoco ayuda, la verdad, y menos en una nota como esta.
Y es verdad que no se puede pretender cambiar el mundo sin mediación de ninguna clase. La cuestión es cuánto estamos dispuestos a pagar por el corretaje. Yo creo que no se discute tanto la labor de intermediación como la comisión que se cobra por ella.
Fuera vendas. Todo sigue igual.
Va con la epoca, Lluis Bassets definitivamente va con la epoca. Qué predecible es todo lo que dice! uno lo sabe de memoria sin haberlo leído. Qué simpleza de razonamientos! Lluis, porfa, lee los diarios de otros paises, incluso los de Francia, incluso los de izquierda (porq no leerás Le FIgaro) a ver si te acostumras a entender a la gente inteligente, racional y razonable!
No estoy de acuerdo, con lo que comentas, las cosas no surgen de hoy para mañana requiere un tiempo de madurez y evolución lógicas. De acuerdo que no va a ser todo técnológico y se olvide´uno de la tradicional, pero que el cambio llegará de mano de la tecnología para en teoría ayudar al ciudadano a comunicarse y auditar mejor al poder, eso no lo dude.Ciao
Su artículo es francamente decepcionante, y me plantea serias dudas sobre su discurso cuando habla de cosas que no conozco.Ni Assange apareció anteayer, de hecho Ud. y yo disfrutamos cada día de lo que hicieron público el y otros en los 90 al respecto de la tecnología de encriptación militar estadounidense, ni pretenden acabar con los medios tradicionales, ni parece conocer Ud. que las asambleas son una manifestación deliberada ante la poca calidad del debate público que ha llevado a la gente a la calle a tenerlo, ni tampoco, por último, que las peticiones existen y son concretas al respecto de la reforma urgente de la ley electoral, circunscripción única, listas abiertas y mecanismos de control democrático de los gobiernos, así como eliminar la podredumbre política en el sistema judicial.Todo el mundo está cansado del periodismo y la política de siempre, ambos incapaces de preveer nada e incapaces de convencer de nada. Quizá es Ud. el que se deja llevar por el fetiche y confunde los medios con el contenido.
Desafortunado título. La mediación (familiar, comercial, ciudadana...)es una profesión y el título de su artículo induce a error en cuanto a su contenido.
Un mediador
Buenos dias, simplemente decir que los vientos que corren van en dirección de limitar el poder de los intermediarios 8mediadores segun sr. Bassets). Por ejemplo, en finanzas, los intermediarios bursátiles siguen existiendo pero su poder, respecto al cliente se ha reducido; asimismo, los politicos son los intermediarios entre el pueblo y el Poder (en mayúsculas) y tb empiezan darse cuenta que su papel va a ir a menos. AL peridismo le pasará (si no está pasando ya) lo mismo.
s2
Francamente, Bassets, no sé si se ha dado cuenta.
Se les ha enviado un mensaje claro a los políticos, y éstos, como quien oye llover.
En realidad, la incapacidad es más del poder que de la gente que ha organizado el 15-M.
Incapacidad de rectificar, de escuchar. De prestar atención, porque son servidores públicos, no otra cosa.
Los políticos no tienen más que prestar atención e ir incorporando a la acción política las exigencias de una ciudadanía cansada, que ve como el Estado salva los bancos (¡bancos privados con dinero publico!) pero no hace nada por aliviar la frágil situación de muchos ciudadanos.
Por eso la exigencia de reformas, independientemente del signo político.
No se trata de utopía, sino de necesidad.
¿Buscar la salvación en elementos exteriores forma parte de una mentalidad infantil? Yo diría que es reflejo de una inseguridad interna, pero de ahí a catalogarla de conducta infantil dista mucho. Quiero decir que mi hijo busca las soluciones en su interior. Y es un niño. Por favor, no desvalorices la infancia.
"Wikileaks necesitó de los medios tradicionales y de su experiencia para que estallara en toda su dimensión, que es extraordinaria, la filtración de los documentos secretos sobre las guerras de Irak y Afganistán, y de los cables del departamento de Estado".Creo que no le he entendido del todo. Cuesta ver la diferencia entre entregar los papeles a 5 diarios internacionales o hacerlo a 50. O por qué no a 200. Claro está, en referencia a la experiencia necesaria para que "... estallara en toda su dimensión". Porque "... ha sido el know-how de los periodistas tradicionales lo que ha permitido jerarquizar, analizar y finalmente publicar las informaciones más interesantes...". (el know-how de 200 es menos know-how). Hoy en día, el periodista tradicional al que Vd. hace referencia, pertence a ese ente cuasi abstracto denominado corporación, precisamente aquella cuyo funcionamiento está basado en "...sus complicidades con el poder de los gobierno ...". Ahora le he entendido. Que todo cambie para que todo siga igual. ¡¡Viva la aristocracia (de los medios)!!. Quien lo iba a decir el 4 de mayo de 1976.
Chapeau, maestro.En Internet es tan fácil ser el héroe de nuestra propia historia y en nuestra opinión.
Internet es un medio que propícia ideas y nuevas formas de entender las cosas, sin compartimentos ni discursos monolíticos, y sí con eco-diversidad.Algunas ideas están ahí de antemano, otras no, internet las propícia todas.Es ágora, es herramienta de comunicación, como una miríada de emisoras de radio-aficionado del siglo XX.Sin las redes sociales y los teléfonos móbiles, la revolución podría estar ahí, pero nadie ajeno a las mismas se hubiera enterado de la mitad, ni se hubieran podido organizar tan loablemente.Respecto a la parte periodística de internet, los periodistas son incapaces de competir con ella, porque las personas libres directamente narran lo que ven y escuchan lo que otros narran, en tiempo real y sin manipulación posible.¿Que los usuarios de internet pueden errar? Bueno, eso es su responsabilidad, no son tontos tampoco, y también pueden errar frente al periódico tipo del siglo XX.Por fin, se ha terminado la mediación. ¿Quienes son los periodistas para "informar" y para "formar opiniones"? Sois como una élite. Y la inteligencia colectiva os puede.¿Qué hay de malo en filtrar los cables a la prensa?Saben de vuestra pasión por intermediar y la usan, pero cualquiera interesado en los leaks sabe que tiene la información original a su disposición y, si no es perezoso, hará, él mismo y sin ser periodista, la búsqueda, clasificación, selección y jerarquía de esas informaciones.Lo pueden hacer en wikileaks.chRespecto al 15M, son chavalillos, que no tienen cultura de la empresa o la sociedad abierta, porque se les ha privado, y sí tienen cultura de Estado porque son las únicas palabras políticas que se les ha enseñado.No saben hablar el lenguage de la libertad o la iniciativa, de la pluralidad y el pensamiento positivo, porque identifican a un Estado completo y fuerte con el "bién", lo "bueno", lo "único".Pero obviamente no es así y esto va a cambiar.Internet por tanto es una revolución que deja obsoletos los marcos del siglo XIX y XX con respecto a la ciudadanía, el periodismo, la opinión, la difusión de ideas, el debate, el aprendizage, la formación de comunidades, y el conocimiento.Sin mencionar cómo se conocen mejor sociedades distintas, en la distancia.¿Que quiero leer el Universal de México en un plis? Pues lo hago.¿Dónde está el problema?¿Vendrá un malvado chino mandarín y creará una secta gigantesca que sólo hablará de lo suyo?Bueno, en cierto modo eso es El País, pero en progreta impenitente...Jajajaja.Sólo un apagón total funcionaría, y la gente se espabilaría para habilitar servidores y demás.Libertad y pluralidad, no se dan una sin la otra, internet las hace posibles.
Error considerar que el 15M ha sido un sueño del que hemos despertado, pues nada tan real, mucho màs real que la política ficción a la que nos tienen acostumbrados, que ese grito espontáneo de ciudadanos que no han soñado sino que han despertado.Todo sigue igual, nada ha cambiado. Lo último en la Galicia del PP. Se avecinan tiempos difíciles para mucha gente que verá como lo pierde todo mientras sus representantes siguen acumulando privilegios (que se les quiten de una puta vez los sueldos a los expresidentes Aznar y González). Nada ha cambiado. No puede haber paz social con 5 millones de parados, con centenares de miles deshauciados, con derechos laborales cercenados, con servicios sociales básicos recortados, mientras contemplamos como la banca y las grandes corporaciones siguen acumulando beneficios impresionantes. Mientras la clase política le de la espalda a esta realidad, la ciudadanía tiene todo el derecho a no sentirse representada, sino traicionada por una casta política lacaya del poder económico.
EN MI OPINIÓN, la táctica (no explicitada, of course!) de Donald Rumsfeld fue crear un CAMPO DE BATALLA en Irak para luchar contra la sunita 'Al Qaeda', a sabiendas de que ésta lucharía por el régimen también sunita de Sadam Husein. Nunca el Terrorismo lucha en campo de batalla sino en la sombra, por eso es tan difícil vencerlo!! Donald Rumsfeld 'INVENTÓ' el campo de batalla... luego, en la guerra, explotó las contradicciones entre los sunitas trogloditas de Bin Laden con los sunitas 'modernos' de Irak, compró a éstos últimos con U$S cash, puestos y jubilaciones, y así aisló y pudo liquidar a los jefes de 'Al Qaeda' en Irak, que uno tra sotro fueron callendo. Así le ganó la guerra Donald Rumsfeld a Bin Laden!!... un genio!!. Digan lo que digan, Al Qaeda no se repuso nunca mas!! no atentó nunca mas en occidente, y Bin Laden ya es historia pasada. Donald Rumsfeld lo diezmó primero, y la primavera árabe lo enterró después!
Y me pregunto: ¿a quién habrán votado la mayoría de los parados? A ver si va a resultar que siendo los más directamente afectados no ha salido la opción en la que ellos más confiaban. También sería gracioso que por intermediar por su interés les hayamos hecho la pascua.
Por lo demás, qué espectáculo están dando algunos. Van a tener que llamar a Brian Currin para que intermedie en las luchas intestinas que se están preparando. A Zapatero se lo quieren fumigar y es posible que tal acción ocurra el sábado. El poder corrompe, dicen, pero anda que no pudre el estar a punto de perderlo. Eso dentro. Ya fuera, la lucha parece consistir en que cada uno dice al otro lo que tiene que hacer, pero sin hacer lo que cada uno puede hacer. Y Camps, al banquillo, para no perder la costumbre. ¿Le acompañarán hasta la puerta el montón de ciudadanos que le han votado? Sería un detalle para con su president.
Menuda merienda de rojos que se prepara.
Una constante en la interpretación de la política actual: crítica feroz a la actuación del Gobierno, temor atroz, si es que tal cosa es posible, a lo que viene y que por eso mismo no se anuncia. Nadie que anuncia la muerte espera ser elegido.
Otra constante: últimamente viene muy bien la película del miércoles en La 2 para interpretar la situación política actual, de fronteras adentro o afuera. Ayer, Motín a bordo. Dos motines se distinguen en esta película, uno justo, nacido de la dignidad, contra la inhumanidad, y otro comprensible, nacido del miedo, contra la dignidad. Cadena de motines. Lo que mueve uno lleva al otro. De quien es tan digno para lo primero cabe sospechar que lleve su dignidad hasta el extremo contrario. La dignidad que sirvió para amotinar hizo aflorar el miedo que movió el motín contra ella. De qué motín se trata el que parece operar hoy en la cúpula del PSOE. Parece que el segundo. No veo a Zapatero como un capitán Bligh sino más bien como Christian Fletcher, un hombre admirado por sus hombres por llevarles donde les llevó pero temerosos de que pueda llevarles de vuelta adonde no desean. Solución, los marinos queman el barco y parece que es una mujer la que ha salido desfigurada por entrar a rescatar el sextante con el que asegurar una mínima salida.
Cuestión distinta es si Chacón ha entrado motu proprio a por el imprescindible artilugio o ha sido arrastrada a empujones, lo que cambia la cosa un montón. De heroína entre villanos a villana entre villanos. Qué poca caballerosidad o damosidad hay en la política.
Acabo de llegar de la plaza de mi ciudad. El movimiento 15-M sigue viento en popa y cada vez van afinando más. En alguno de los círculos de debate me ha parecido oír algo de recaudar pasta. Por el dinero entra el futuro, aunque también el veneno. Soy optimista, cuajará.
Ni los empresarios buscan crear empleo, ni las granjas surgen para alimentar a la gente, ni los políticos reculan por el partido. Las empresas y las granjas cierran cuando el beneficio cae y los polític@s renuncian cuando el partido se lo exige. No presupongamos actos heroicos a estas alturas ni se valoren lealtades impuestas.
En fin, cuánta falsedad indisimulada nos rodea. Siempre me sorprendió escuchar a los políticos cantar sus estrategias interesadas a los cuatro vientos y a los comentaristas sacarles punta para evitar dudas. Y entonces me acuerdo de aquel personaje de Friends cuando hablaban mal de él en su cara sus compañeros, cuando les dice: hola, estoy aquí todavía. Eh, sigo estando aquí. Hablan del comportamiento futuro de los ciudadanos en su cara, hablan de sus mixtificaciones teatrales como si no estuviéramos delante. Ejemplo: bueno, tenemos que intentar no dar imagen de división aunque haya división, que la gente piense que nos llevamos bien, por lo menos hasta la próxima cita. Es verdad que otros directamente nos roban y encima algunos les votan, lo que demuestra que a algunos no les importa que actúen a cara descubierta. Quizás es que, a diferencia del personaje, ni están ni estarán. Es quizás esta actitud de tolerancia al engaño y de pasividad frente al escarnio de lo público la que ha roto el 15-M, y la razón principal de que no se sientan representados por ninguno de nuestros políticos por el hecho de que sean apoyados por otros muchos.
Conclusión: pienso que no nos falta tanto información como formación y escrúpulos para destilar aquella como es debido, sin adulteraciones. Pienso que no nos falta tanto iniciativa como desechar la pereza que nos atenaza. Pienso que el problema de esta democracia no es la falta de libertad como el mal uso que hacemos de ella. Pienso que somos unos comodones más que otra cosa. Y pienso que solo nos revolvemos y buscamos salidas cuando las cosas van mal. En una palabra, que somos como los políticos de los que nos quejamos. Más que decir que tenemos los políticos que nos merecemos, ellos tienen los ciudadanos que se merecen. Y que quizás sea cuando los ciudadanos cambiemos de verdad cuando cambiarán nuestros representantes, dado que al revés no parece que sea posible. El corrupto que triunfa es una deshonra para el ciudadano que lo elige. Con ciudadanos más escrupulosos de sus deberes democráticos, no habría corruptos. Conseguirán, como apunta El Roto, que ni les moleste que se les recuerde. Y por lo demás, qué bueno también el chiste de hoy: "A la puta calle", nos dijeron. Y eso hicimos.
Perdón, el chiste al que me refería en penúltimo lugar, el del corrupto que no se siente insultado por ser llamado corrupto no es de El Roto sino de Forges.
Y tras hacerle la camita con sus cuatro esquinitas, la dejaron acostadita para que no se constipara. Ay, qué bonita es ella.
Primero cortaron con la ley D'Hondt. Pero como el corte les pareció superficial, cortaron por el mínimo porcentaje de representación. Y ya el corte por antonomasia es aquel que se ahorra los recuentos y evita directamente la presentación. Tres cortes para una democracia irreal hoy.
Habrá quien piense que el movimiento 15-M perderá fuelle y desaparecerá. Dudo que se quede en un mero despertar instantáneo, irá a más. ¿Por qué? Porque el estímulo combinado de la escasez y el derroche no solo se mantendrá sino que aumentará. Y difícilmente se puede dejar de resoplar cuando no te dejan ni respirar.
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