El Senado bloquea el esfuerzo republicano por revocar la reforma sanitaria de Obama
Los tribunales se convierten en la última esperanza de los conservadores para desactivar la ley
Salvada la medida estrella de la legislatura Obama. El Senado de EE UU, bajo control demócrata, ha bloqueado por estrecho margen los esfuerzos de republicanos por revocar la reforma del sistema de salud.
Con 51 votos a favor y 47 en contra, los senadores rechazaron una enmienda que había aprobado el mes pasado la Cámara de Representantes , bajo control republicano. El proyecto de revocación de la reforma sanitaria era un imposible, pero respondía a una promesa hecha por los republicanos a su electorado en los comicios legislativos de noviembre.
Como se preveía, en la votación de hoy los republicanos no lograron reunir los 60 votos necesarios para aprobar la enmienda. Según observadores de la política estadounidense, esto garantiza que la revocación de la reforma sanitaria tendrá que decidirse en los tribunales.
"Estaríamos abandonando nuestro deber si los republicanos no lucháramos. Hicimos una promesa a nuestros votantes de que revocaríamos esta ley y es lo que intentamos hacer", dijo el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, había indicado el martes que aceptaría la polémica votación en el pleno de la Cámara Alta para así proceder a otros asuntos pendientes. La medida estrella del Gobierno Obama ha enfrentado desde un primer momento a demócratas - que arguyen que ésta ayudará a reducir los costos y ampliará la cobertura médica- y republicanos -que la consideran una costosa injerencia del Estado en la regulación del sistema de salud y que aumentará el déficit-.
En ese sentido, respecto a la votación de hoy, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo a la prensa que el país ya libró la batalla por la reforma sanitaria y que, ahora, "vamos a continuar hacia adelante". Inconstitucionalidad de la reforma
El lunes pasado, un tribunal federal de Florida declaró inconstitucional todo el plan de reforma de salud, decantándose a favor de 26 Estados que entablaron una demanda en su contra. Este dictamen incrementa las posibilidades de que el asunto llegue ante el Tribunal Supremo de EE UU.
Hasta la fecha, otro tribunal federal en Virginia también declaró anticonstitucional la reforma, dos tribunales en Virginia y Michigan opinaron lo contrario y una decena de tribunales han desechado las demandas en su contra.
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