Haití cierra una campaña electoral repleta de denuncias de fraude

Finaliza en Haití la campaña previa a la elección de un nuevo presidente de la República, oncesenadores y los 99 miembros de la Cámara de Diputados. Los comicios del domingo, en los que votarán 4,7 millones de haitianos, afrontan serios problemas, como los choques entre seguidores de los distintos candidatos y las graves sospechas de que se produzca un fraude. Seis de los organismos de observación presentes, como Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos e Iniciativa de la Sociedad Civil, han emitido un informe en el que deploraron la violencia que afectó el desarrollo de la campaña electoral y revelan "irregularidades" en medidas adoptadas por las autoridades electorales.

"En la mayoría de los casos, los candidatos vinculados al poder fueron acusados de fraude", explican los organismos de observación. "El órgano electoral no siempre muestra transparencia en la preparación de las listas electorales de electores para garantizar la fiabilidad de las listas presentadas", estimaron. Los observadores detectaron una diferencia de 71.030 votantes entre la lista de ciudadanos presentadas por la Oficina Nacional de Identificación (ONI) y la del Consejo Electoral Provisional (CEP). Las organizaciones señalaron también que "a unos días de las elecciones, la sustitución de los supervisores y los miembros de las oficinas de votación tomada por CEP es absolutamente ilegal".

El director del registro electoral, Philippe R. J. Augustin, sospecha que habrá "fraude por todas partes", según declaró a AFP. Augustin teme que los encargados de oficinas de votación sean corruptos. "No estoy seguro de que los 33.000 miembros de las oficias de votación sean íntegros en un país pobre", declaró. Augustin cree que el sistema, que prevé el uso de tinta indeleble en uno de los dedos de cada votante luego de emitir su sufragio para evitar que lo haga reiteradas veces, no sea eficaz. Esta medida "puede ser burlada", afirmó. El CEP asegura que dispone de los recursos técnicos para detectar cualquier infracción.

Sospechas de la oposición

La candidata a la presidencia Mirlande Manigat mostró el viernes su preocupación acerca de la limpieza del proceso y declaró que "un importante fraude" supondría una "crisis política". La candidata acusó al candidato Jude Celestine (sucesor al frente del partido presidencial del actual mandatario, René Preval) de tener preparadas 500.000 papeletas para falsear el resultado final. "La puerta está abierta aun fraude masivo", recalcó en un acto.

La violencia entre partidarios de los 18 candidatos ha tenido varios episodios, el más dramático entre los seguidores de Celestine y Charles Henry Baker. La Misión de Observación Electoral Conjunta (MOEC) de la OEA y la Comunidad del Caribe (Caricom), condenó ayer el aumento de la violencia preelectoral e hizo un llamamiento a la calma. La situación se complica aún más con el aumento del número de muertos a causa del cólera, que han aumentado hasta 1648.

Es un hecho asumido que la enfermedad y las consecuencias del terremoto que el país sufrió en enero afectarán gravemente al normal desarrollo de las elecciones. En el asentamiento de Canaan, en el que se refugian hace 10 meses miles de personas, nadie sabe a dónde acudir para votar. Ni siquiera la policía local. "No sé nada de los candidatos, pero si averiguo en dónde se puedo votar, lo haré", explica una de las afectadas a Reuters.

Una epidemia que tardará en controlarse

Según el Gobierno, 72.017 personas han sido atendidos por el cólera, que estaba erradicada en el país caribeño hasta su reaparición el pasado mes. El brote ha obligado a hospitalizar a 31.210 personas, de las cuales 30.074 se recuperaron y recibieron el alta.

Sectores políticos y sociales del país acusan a la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah) de estar en el origen de la epidemia y han relacionado el brote de la enfermedad con el vertido de desechos fecales del contingente nepalí cerca del río Melle en una de las zonas afectadas. La epidemia de cólera se ha "desbordado" y tardará en controlarse al menos un año, afirmó ayer el embajador español en el país, Juan Fernández Trigo, durante el acto de recepción de 39 toneladas de ayuda enviada desde España.