Cuatro soldadores detenidos por el incendio de un edificio en Shanghái que causó 53 víctimas
Los andamios del edificio, que estaba siendo renovado, ayudaron a la propagación de las llamas
La policía ha detenido a cuatro personas, a las que acusa de ser las responsables del incendio ocurrido ayer en un rascacielos de 28 pisos en Shanghái, en el que se produjeron 53 víctimas mortales y más de 70 heridos. El fuego fue provocado por cuatro soldadores no certificados, que operaron de forma contraria a la normativa, según los resultados de una investigación preliminar hecha pública hoy. El edificio, en el que vivían numerosos profesores -muchos de ellos jubilados- y otras familias, estaba en proceso de renovación. Se encuentra en uno de los barrios con más densidad de población de la ciudad.
Testigos y residentes de la torre de viviendas, citados por la prensa oficial, afirman que el incendio comenzó en el piso 10 a media tarde del lunes, cuando algunos materiales de construcción empezaron a arder y las llamas se propagaron rápidamente a los andamios que envolvían el edificio de 85 metros de altura. El fuego se vio animado por el fuerte viento reinante.
Hu Zhenqing, de 60 años, dijo al periódico en inglés Global Times, ligado al Diario del Pueblo (órgano oficial del Partido Comunista), que oyó el grito desesperado de una mujer cuando él y su esposa huían del rascacielos en llamas. "Era sobrecogedor. Luego vimos como caía una mujer que había saltado", declaró.
El desastre ha provocado la ira de ciudadanos y vecinos, algunos de los cuales no lograban averiguar hoy en los hospitales si sus familiares se encontraban entre los fallecidos. Según han dicho, los responsables de los depósitos de cadáveres les decían que antes de poder entrar tenían que obtener permiso del Gobierno, informa France Presse.
Otros se preguntan cómo ha podido ocurrir este accidente en la capital económica y financiera del país. Shanghái puso fin el pasado 31 de octubre a la mayor Exposición Universal de la historia, en la que, bajo el lema Mejor ciudad, mejor vida, ha intentado transmitir una imagen de poderío y modernidad.
"Es difícil creer al Gobierno ahora. Los simulacros en la televisión siempre son un éxito, pero cuando ocurre un fuego de verdad, no sirven para nada", afirma una mujer llamada Liu, cuya madre falleció en el accidente, informa Associated Press. "Debía de haber algo ilegal en los materiales de construcción, aunque no lo sabemos. Estoy esperando una explicación del Gobierno", señala. Los andamios, de bambú, estaban cubiertos con redes de nylon inflamables y paneles de contrachapado.
La rapidez con que las autoridades han anunciado la detención de los cuatro sospechosos revela su preocupación por aplacar las iras de los vecinos, quienes se quejan de que los bomberos tardaron más de cuatro horas en sofocar las llamas. Más de 100 vehículos participaron en las labores de extinción, según el Gobierno municipal. Chen Fei, jefe de bomberos de Shanghai, ha defendido la labor de su equipo y ha recordado que apagar un incendio en un rascacielos lleva mucho tiempo en cualquier país.
Una mujer ha relatado a la televisión de Shanghái que ante la virulencia del fuego no tuvo más opción que descender por los andamios. "Si saltaba (como hicieron algunos vecinos al verse rodeados por las llamas), moriría. Si me quedaba en el edificio, también".
El rápido crecimiento chino ha llevado emparejada una gran fiebre constructora por todo el país, y la edificación de miles de altas torres de apartamentos. Aunque los grandes incendios son relativamente raros comparado con otros países en desarrollo, las medidas de seguridad siguen siendo escasas. A menudo, las salidas de emergencia están clausuradas o han sido bloqueadas para evitar la entrada de ladrones o porque el espacio es utilizado para almacenamiento.
El Gobierno chino tuvo que hacer frente en 2009 a una situación tremendamente embarazosa, cuando el incendio de un gran hotel de lujo aún sin inaugurar, que formaba parte de la nueva sede de la televisión pública (CCTV) en Pekín, convirtió uno de los símbolos del progreso y la modernidad de la capital en una tea. Un bombero murió en su extinción. El desastre fue provocado por unos fuegos artificiales ilegales.
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