California vuelve a ser un bastión demócrata
La senadora Barbara Boxer y el reelecto ex Gobernador Jerry Brown barren a los millonarios candidatos republicanos
En California, el dinero no ha servido para ganar unas elecciones. La candidata al Gobierno del Estado Meg Whitman, empresaria millonaria, cedió 140 millones de dólares de su bolsillo a su candidatura. Carly Fiorina, aspirante a un escaño en el Senado y ex consejera delegada de Hewlett Packard, invirtió seis millones de su fortuna personal, entre préstamos y donaciones, a su campaña electoral. Ambas han quedado barridas por el empuje de dos veteranos políticos demócratas: la senadora Barbara Boxer y el reelecto ex gobernador Jerry Brown.
Boxer es una histórica del Senado. Ocupa su escaño desde 1993. En un año de rechazo a la gestión demócrata en la Casa Blanca y el Congreso, vio como una empresaria que había colaborado con la campaña del candidato republicano John McCain, Carly Fiorina, intentaba aprovechar ese descontento para ocupar su escaño. Infructuosamente, porque finalmente Boxer se ha asegurado la victoria con una campaña en que ha ligado estrechamente a Fiorina con el movimiento ultraconservador del Tea Party y con Sarah Palin, una política impopular en aquel Estado.
La derrota de la otra empresaria, Whitman es, en lo económico, más sonada dado que esa candidata se gastó 140 millones de dólares de su fortuna personal para comprar anuncios y organizar eventos. Finalmente, en un Estado en el que el 21% del electorado es hispano, las declaraciones de una ex empleada del hogar de que Whitman la había empleado ilegalmente ayudaron a lastrarla en las encuestas. Whitman se mostró conciliadora en política de inmigración y llegó a criticar la polémica ley de Arizona, pero ese intento de última hora de cortejar el voto latino no le sirvió de nada.
Pierde frente a un veterano: Jerry Brown tiene 72 años y ya fue gobernador entre 1975 y 1983. Posteriormente se presentó en repetidas ocasiones a las primarias presidenciales, que siempre perdió, y finalmente acabó como alcalde de Oakland, primero, y fiscal general de California bajo el mandato de Arnold Schwarzenegger. "Los ataques ultraconservadores a Obama no han servido de nada", dijo ayer tras votar Brown. "No me gustaría ver cómo nuestro sistema político se convierte en una apisonadora".
Brown ha batido, en su larga vida política, dos récords: en los años setenta fue el gobernador más joven de California desde mediados del siglo XIX y ahora regresa al puesto para ser el gobernador de mayor edad. Además, ya fue el primero en ocupar el puesto después de que su padre lo hubiera hecho una década antes.
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