La UE pide a Rabat que suprima la pena de muerte para poder ahondar su relación
Ningún condenado a la pena capital ha sido ejecutado en Marruecos desde 1993
La Unión Europea pidió hoy a Marruecos, su socio privilegiado en el norte de África, que abrogue la pena de muerte y dio a entender que eso ayudaría a ahondar aún más la relación entre Bruselas y Rabat.
Los Veintisiete formularon en un comunicado su deseo de que "el Gobierno marroquí derogue la pena capital". "Tal decisión sería la demostración de la existencia de valores compartidos con la UE que constituyen la base del desarrollo de nuestras relaciones en el marco del estatuto avanzado" que fue concedido a Marruecos en 2008.
Marruecos es el único socio mediterráneo de la UE que goza de tal estatuto que le fue otorgado en 2008. Túnez podría ser el siguiente en obtenerlo.
La pena de muerte sigue vigente en Marruecos, pero desde 1993 ningún condenado ha sido ejecutado. El último condenado a la pena capital fue, en julio, Tareg Hauari, de 26 años, que en abril pasado asesinó cerca de Tánger , a un matrimonio español.
Justo antes del verano Bruselas ya formuló otra petición a Marruecos que le produjo aún una mayor incomodidad. A instancias de la asesoría jurídica del Parlamento Europeo , la comisaria europea de Pesca, María Damanaki, preguntó a Rabat sí el tratado pesquero vigente entre la UE y Marruecos, que abarca a las aguas del Sáhara Occidental, beneficiaba a la población de la antigua colonia española.
Rabat no ha contestado a esta pregunta y probablemente no lo hará porque, como recordó el jueves el portavoz del Gobierno marroquí, Khaled Naciri, "Marruecos ejerce su soberanía y administración en ese territorio". En consecuencia no debe de ser objeto de averiguaciones específicas por parte de la UE.
Si Marruecos se resiste a responder a esa exigencia de la Comisión Europea, es probable que el acuerdo pesquero con la UE no sea renovado. Entró en vigor en 2007 y vence dentro de cinco meses. Actualmente 119 barcos -cien de ellos españoles- faenan en esas aguas por lo que el órgano ejecutivo comunitario abona a Rabat 36,1 millón de euros anuales además de otras contraprestaciones.
Un puñado de eurodiputados, en su mayoría de izquierdas, pidieron además el martes en el Parlamento Europeo que no se renovase el tratado pesquero con Rabat si las aguas del Sáhara no quedaban expresamente excluidas de su ámbito.
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