_
_
_
_

Mediadores, S.A.

El presidente dominicano, Leonel Fernández, añade Oriente Próximo a su amplia agenda de negociador por la paz

"Mediamos S.A. en todas partes del mundo entero". La viñeta publicada en la edición del diario El Caribe del pasado martes, con el Palacio Nacional como ilustración, ironiza con el papel de mediador que se le otorga últimamente al presidente dominicano, Leonel Fernández, en conflictos internacionales. En esta ocasión, el humor está motivado por las reuniones bilaterales que mantiene esta semana en Nueva York, donde se encuentra para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas, con jerarcas del mundo árabe. Además de abrir la puerta a sus inversiones y sus turistas, les ofrece apoyo en el camino hacia la paz en Oriente Próximo. No es algo casual. Durante parte de 2009 y todo 2010, el mandatario caribeño se ha acercado a actores envueltos en dicho conflicto hasta llegar a proponer, en julio pasado, la apertura de una vía latinoamericana que facilite el entendimiento entre árabes e israelíes y el fin de medio siglo de violencia.

Quienes conocen a Fernández hablan de su preferencia por el diálogo para enfrentar los problemas. Evade el conflicto y promueve el debate como herramienta para lograr soluciones de larga duración para las crisis. Para unos, un signo de debilidad de carácter. Para otros, una virtud propia de un líder del siglo XXI. Da suma importancia a las relaciones internacionales, algo que corroboran su política de abrir República Dominicana al mundo como fuente para el desarrollo y su participación en la escena global, todo ello no exento de críticas internas de quienes lo ven más preocupado por resolver los problemas de otros que los de su país, y le piden "que aterrice".

En su capacidad como mediador, reconocida abiertamente al menos por los mandatarios de América Latina, ganó enteros en marzo de 2008, tras lograr el fin del altercado diplomático que mantenían Ecuador, Venezuela y Nicaragua con Colombia por un operativo militar colombiano en territorio ecuatoriano en el que murió Raúl Reyes, jefe guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Para cerrar la XX Cumbre del Grupo de Río, celebrada en Santo Domingo el 7 de marzo de ese año, Leonel Fernández propuso un apretón de manos entre Álvaro Uribe, Rafael Correa, Hugo Chávez y Daniel Ortega. Con las paces hechas y más risas que caras largas terminó una reunión en la que hubo momentos para temer una trifulca al estilo parlamentario asiático.

En febrero de 2010, en igual cónclave, pero celebrado en México, volvió a ser requerido para coordinar una comisión que volviera a llevar las aguas a su cauce en un nuevo conflicto Uribe-Chávez. Con el consentimiento de ambos, comenzó su labor, pero esta vez las cosas no salieron bien. Para sorpresa de Fernández, Venezuela emitió un comunicado cuestionando su actuación. Fuentes diplomáticas afirmaron entonces que el presidente venezolano había cambiado de opinión sobre su disputa con Uribe y que solucionaría sus diferencias con Colombia con su sucesor, Juan Manuel Santos, como así fue.

Mientras todo eso ocurría en el norte de Sudamérica, un presidente Fernández contrariado por la actitud de su "amigo" Chávez, con quien finalmente todo se aclaró, ya tenía en agenda otra actividad relacionada con la mediación. Esta vez, centrada, ni más ni menos que en la paz en Oriente Próximo. En mayo se anunció la celebración de un foro, a finales de julio, en la exclusiva zona de Cap Cana, en el Este de República Dominicana, para debatir sobre el conflicto árabe-israelí, el fracaso de los procesos de pacificación y las alternativas novedosas que pudieran encauzar los ánimos y acciones de unos y otros hacia la paz.

La justificación del presidente dominicano para liderar la iniciativa fue sencilla: Oriente Próximo es el principal proveedor mundial de petróleo y las variaciones de precios fruto del conflicto provocan inestabilidad y desajustes económicos. En la noche inaugural, el 23 de julio, reconoció que con el foro, organizado a través de su fundación, no aspiraba a resolver el enfrentamiento. "Eso desbordaría nuestros objetivos. Pero podemos contribuir a avanzar en su solución. Queremos proponer la emergencia de un nuevo actor con ideas novedosas y frescas". Y ahí lanzó su propuesta de "la creación de una alianza latinoamericana por la paz en Oriente Próximo como nuevo actor" en los procesos para resolver el conflicto.

Eso es lo que ha comunicado de manera personal esta semana al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y al rey de Jordania, Abdalá II. "Los dos han tomado muy en serio el planteamiento del presidente Fernández y han reconocido el esfuerzo que está haciendo", según dijo ayer a EL PAÍS uno de los presentes en ambas reuniones. "Al afirmarles que en el futuro va a haber más actividades sobre el tema para avanzar en propuestas concretas, tanto Abbas como el rey Abdalá II han dado instrucciones para ser representados en ellas", recalcó. Todo ello, cuando Estados Unidos ha logrado desbloquear el proceso ya abierto y ha planteado el final de la violencia y el acuerdo para dentro de un año.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_