_
_
_
_

Nuestro pasado tren de vida

De hacer caso a Nicolas Sarkozy, y sobre todo su carta de reconvención al primer ministro François Fillon, así serán las cosas a partir de ahora en Francia. El presidente bling-bling, aficionado a los pelucos caros, a los yates de lujo y a las señoras estupendas, se ha enfundado los hábitos de las órdenes mendicantes. Quedan lejos y olvidados aquellos días de su victoria presidencial, cuando reunió a sus amigos ricos y famosos en Fouquet’s, el mejor restaurante de los Campos Elíseos, para celebrarlo, antes de largarse de crucero en la barquichuela cedida por otro colega potentado. Su carta no puede ser más explícita: “El tren del Estado será vigorosamente reducido”. Y afecta a todos los niveles, empezando por el propio presidente: un avión presidencial en vez de dos y, sobre todo, la supresión de dos símbolos de la monarquía republicana como son el famoso party del 14 de julio, el día de la fiesta nacional y las fastuosas cacerías de jabalíes en los bosques del palacio de Chambord, uno de los ritos mayores que la República heredó de los Borbones.

Lo mejor de la carta presidencial es que ha permitido a los franceses, por si no lo sabían, enterarse de que hay 10.000 coches y 7.000 viviendas de función que se pueden suprimir en los próximos tres años. Que hay ministros que pasan sus gastos personales a la cuenta de su departamento. Que otros no pagan impuestos sobre la renta ni sobre la vivienda. Que hay constantes abusos en la utilización de coches y aviones del Estado. Sarkozy exige también reducir los cargos de libre designación a 20 personas por ministro y cuatro por secretario de Estado. Y se entromete en el uso del papel, los alquileres y el tamaño de las oficinas del Gobierno: hay que reducirlo todo, en muchos casos a la mitad. La respuesta de quienes le critican es que al final es el chocolate del loro. Pero al menos lleva razón en que los Estados, sea francés o español, o sea la Unión Europea, tienen la obligación de “hacer un uso irreprochable del dinero público”. Por cierto: con crisis y sin ella.

Comentarios

Posiblemente haya que cambiar las prioridades en su conjunto. Volcarse con los problemas de la ciudadanía. Dar una imagen solvente a la altura de un país desarrollado y no fabricar una tela en donde solo las arañas tengan asegurado el descanso. Las arañas son feas y peludas. Este país está aguantando demasiado tiempo los dictámentes de este gobierno y la sociedad española hecha en falta el desarrollo de estrategias que inviten a desalojar del poder todos y cada uno de los elementos que nos han colocado al borde del abismo.
Hay un soneto de Shakespeare bastante bonito que dice así: ¡Por pudor! Reconoce, que a nadie das afecto, tú, que para contigo, eres tan previsor. No obstante, reconozco, que hay muchos que te aman, pero es más evidente, que tú no amas a nadie. Pues estás poseído, por un odio asesino, que conspira en tu contra, sin pensarlo dos veces, tratando de arruinar, esa hermosa morada, que en tu celo debía, ser tu mayor deseo. ¡Cambia tu pensamiento, porque yo cambie el mío! ¿Debe el odio hospedarse, mejor que el dulce amor? Sé como es tu apariencia: Gracioso y afectivo o al menos muéstrate, tierno contigo mismo. Haz de ti otra persona, por amor hacia mí, porque en ti la belleza, sobreviva a los tuyos. Maria del Mar, si estas leyendo ésto acuérdate que hay encargar los bocadillos de calamares para las dos y media. Je
Es normal. La República irreprochable se la cargó en dos semanas, aunque como dice Catherine Fourest, nunca ha habido un presidente tan injuriado, tan insultado, como Sarkozy, desde su etapa en el Ministerio del Interior. Nunca un ministro fue tan vilipendiado desde los tiempos de Georges Mandel (que ocupó el mismo cargo antes de dirigir la Resistencia) o Salengro. Sarkozy se ha expuesto demasiado en lo personal y en lo político, luego se ha dado cuenta, ha intentado rectificar, pero no le dejan. Los tiempos en que Félix Faure comandaba un gobierno de Defensa Republicana a Waldeck-Rousseau, a la mañana, y moría de un infarto en la cama del Elíseo con su amante, de noche, son tiempos pasados. Las indiscreciones y el tren de vida vienen de mucho antes, pero el odio a Sarkozy sólo han llevado a éstos a primera fila ahora. El presidente no puede ser un árbitro, como dice Villepin, que entre otras cosas, de enchufismo sabe mucho. Nunca elegido para nada, siempre a la sombra, oportunista sin igual, conspirador contra Sarkozy y Jospin, el "autor intelectual" de la disolución anticipada de 1997. Sarkozy anuncia que va a echar a unos cuantos ministros y secretarios de Estado. Que uno se gasta 12.000€ en habanos, que otro se remodele la casa o viaje en jet a Canadá, que la que critica a los jugadores de fútbol por sus gastos se aloje en un 5 estrellas es anecdótico. Lo de Woerth tiene mucha más tela, aunque se haya hecho una amalgama propia de los años 30. Sólo falta que descubran que Worth es judío... Woerth debe irse porque es una distracción para la reforma de las pensiones, la más importante de la legislatura, y los ministerios hay que reducirlos en número y en alcance. Hay que terminar con la acumulación de cargos, no se debería haber intervenido en la televisión pública y en los escándalos deportivos, etc., etc. Y hay que terminar con las amalgamas, como piden Veil y Rocard en 'Le Monde'. Es un espectáculo repugnante cómo se filtra, cómo se manipulan datos secretos para desgastar al Gobierno. Es un escándalo que lo haga un partido, el PS, que utilizó todas las armas sucias del Estado cuando estuvo en el poder, y ahora hace lo propio en la oposición. ¿Qué se estaría diciendo si Orange hubiera comprado 'Le Monde'? Lo ha comprado, entre otros, Bergé, la versión gauchista de la Bettencourt, con o sin deportivas blancas. Y ya que nos ponemos, Hortefeux haría un gran favor a muchos si se tomara unas vacaciones en el Pacífico.
Desde luego, es un tema que no tiene ningún interés.De lo que se tiene que hablar es de la capacidad de España para la aventura, y salirnos de dónde estamos.Hay elementos necesarios si queremos ser alguien en el mundo.1- La creación de un estado federal en España, aceptando sin embargo una FFAA comunes, como el modelo de EEUU,2- La potenciación de nuestras Fuerzas Armadas, un ejército común que tenga una fuerza específica, y no dependa de la OTAN (inflitrada por gabachos, y arsenal sin incentivos claros a día de hoy),3- La duplicación de recursos y personal para nuestro Cuerpo Diplomático Español (de foco extra-europeo, porque Europa no cuenta en el nuevo concierto mundial, y para nosotros sólo cuenta como una pesadilla regional que hay que poner a raya).Nuestro Cuerpo Diplomático sería igualmente común para el estado federal español, y S.M. el Rey la figura pivote del país.También habrá que hablar de la desvinculación de España del mega-estado muermo, forzado e ilegal llamado Unión Europea, estado de cartón-piedra impuesto por una élite burocrática, a-democrática y totalitaria, de empalagoso y pío orígen francés (típico provincianismo pío francés, "soy bueno, luego tengo razón", la otra cara del totalitarismo, ligado para siempre a los continentales).Europa ha drogado a España con euros fáciles. Y, ay queridos, los euros fáciles no existen. Han comprado nuestra soberanía - mantendio a España somnolienta y humillada, bajo su control.Hay que escojer: euros bochornosos (que de todos modos van a terminar porque el Leviatán caro e inútil se desmorona ante la juventud post-europea global), o libertad de España, que lo tiene todo que ver con la intemperie, como Walt Whitman podría explicarnos.Y yo digo, para España, INTEMPERIE, AVENTURA, ATLANTISMO, y proyectos económicos y científicos inteligentes con otras naciones no-europeas (África del Sur, India, Indonesia, Filipinas, Japón, Turquía).Hasta el momento en que España no despierte su instinto de aventura, todo aquello de lo que tendremos que hablar es del enano pueril y vacilón Sarkozy, y del dinero que se gasta o deja de gastar en tonterías.
No voy a decir que las ideas de Maltés no sean buenas, que lo son. Y creo que las capacidades están ahí. Pero no acabo de comprender cómo podría ser posible. Insistes en que Europa es una especie de "yugo", de cerco para España. Pero lo que no se ha podido conseguir en política económica, agraria y empresarial, no ha sido por imposición europea. Se podrá argumentar que los vecinos están dispuestos a aprovechar las debilidades propias. Incluso a evitar asumir su responsabilidad solidaria. Pero si España no ha sabido aprovechar el marco europeo para resolver sus viejos problemas; si no ha sabido pedir tiempo, frenar ritmos, primar necesidades, distribuir o prever; quizás se deba a una serie de problemas internos. Los que lideran pequeños gobiernos en aparente competencia al estilo de los rancios y viejos feudos. Pero el comportamiento del ciudadano de a pie, no deja de vislumbrarse menos patético. Avergonzado de su historia, renegando de conceptos como el de patria, al que parece aborrecer. Mientras, nuestros vecinos próximos y los que también nos miran desde más lejos, continúan sin comprender y obtienen provecho. El abanico es amplio, desde cierta incredulidad y compasión por parte de los más nobles, hasta el insulto por parte de los más falsos e interesados.
Politicas mal llamadas sociales, cheque bebe para todos? 400 E para todos? son populistas y no socialesta. Son prescindibles. los ciudadanos nos hacemos eco de que "las medidas sociales" no lo eran en realidad, al menos no con rigor.Es frustante que el poder civil, las asociaciones, tengan tan poco acceso a NADA, y que todo quede en manos de politicos amenudo incapaces a los que se vota en listas cerradas. Nuestra democracia neseita un desarrollo mucho mayor, donde todas las decisiones importantes no esten en manos de políticos exclusivamente, sin previo debate ciudadano. Políticos que con sus leyes y actos cierran la puerta al profesional. Venimos de una larga dictadura y estrenamos una joven y pueril democracia. El derroche de los políticos es vergonzoso, si. Su poder actualmente desproporcionado, y el discurso social gira solo entorno a ellos. Se tiran los trastos y mantienen al ciudadano al margen. En los periódicos solo se habla de política, y el debate social, que debía ser el tercer brazo esta acallado.El pricipal motivo, es que su voz no se escucha, ni se canaliza, pues todos sabemos que proponer, protestar o denunciar de forma constructiva es una perdida de tiempo que cae en saco roto y no sirve para nada. Viva la democracia!
Me encantaría que se hable de los poblemas de los alumnos en la enseñanza publica, en la universidad, como viven los nuevos planes.... Sin embargo solo escucho a Gavilondo tirar trastos y al otro contestar, sobre abstracciones. Como sabremos realmente que pasa y si nuestros politicos son capaces de resolver nuestros problemas si estos solo de plantean desde el punto de vista político? A menudo no son siquiera conscientes de muchas dificultades, pues el debate no existe en nuestra prensa ni entre nuestros intelectuales.Alguien ha mencionada por ejemplo que los adoquines antiguos en lavapies se cambiado por unos nuevos horribles de cemento quitando un bien importante a la ciudad, cambiandola y borrando su sabor e historia. NO, esos temas no interesan, pero al final nos sorprendemos de lo mal conservada y estirpada que esta nuestra ciudad.Se hablará de que hay que poner limite a los alcaldes cuando lo destruyan todo? Los intelectuales estan obligados a ser colaboradores políticos en la prensa, y eso no contribuye mas que a los inereses politicos cada vez mas fortalecidos e inaccesibles.
Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_