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La guerra afgana

Karzai tiende la mano a "los hermanos desencantados" que luchan con los talibanes

Se crea un fondo que inicia con unos 100 millones de euros para ofrecerles empleo y tierras

La comunidad internacional ha dado total apoyo a la negociación con lo talibanes planteada por el presidente Hamid Karzai en una conferencia internacional que buscaba dar un nuevo enfoque a la crisis y guerra de Afganistán. La mano tendida por Karzai a "todos los compatriotas, especialmente a los hermanos desencantados que no tengan vínculos con Al Qaeda ni con otros grupos terroristas" ha sido celebrada por la comunidad internacional como "la oferta de un lugar honorable en la sociedad" a los hoy enemigos combatientes. El rey de Arabia Saudí, que reconoció en su día al régimen talibán, hará de mediador en el proceso. Uno de los momentos cruciales será el gran consejo de jefes tribales (loya jirgah) previsto para la próxima primavera al que se invitará a quienes hayan renunciado a la violencia.

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¿Reconciliación o reintegración?

"No se hace a paz con los amigos. Hay que estar dispuesto a hablar con los enemigos", ha sido la expresión usada por la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, para manifestar su apoyo a las ideas de Karzai. En presencia de más de 60 ministros de Exteriores y dirigentes de organizaciones internacionales, desde la ONU a la OTAN, el presidente afgano ha desgranado un plan de actuación de seis puntos para su país cuyo primer y más trascendente factor pasa por una estrategia de paz, reconciliación y reintegración.

"Tenemos que tender la mano a todos nuestros compatriotas, especialmente los hermanos desencantados que no tengan vínculos con Al Qaeda ni con otros grupos terroristas y que acepten la Constitución", ha dicho el presidente, oficializando solemnemente la ideas que ha venido dando a conocer a lo largo de la semana. Los detalles de la estrategia quedan para más adelante y pasan por la próxima creación de un Consejo Nacional sobre la cuestión al que seguirá una jirga de paz.

Esa asamblea de notables, un método tradicional afgano de encontrar acuerdos consensuados entre puntos de vistas contrapuestos, se celebrará en fecha por determinar la próxima primavera. "Será una reunión interafgana con personas de distintas partes del país, clérigos y sociedad civil para discutir cómo hacer la paz entre nosotros", ha explicado Rangin Dafar Spanta, que acaba de dejar su puesto de jefe de la diplomacia afgana para convertirse en representante especial de Karzai en el nuevo proceso que busca dar un futuro a Afganistán. "Tenemos que hablar con todos los afganos que no sean parte de Al Qaeda, respeten la Constitución, los derechos humanos y la igualdad entre el hombre y la mujer".

Papel de Arabia Saudí

"Confiamos en el que el rey Abdulá de Arabia Saudí juegue un papel prominente para dirigir y ayudar en el programa de paz", ha anunciado también un Karzai que valoró que Naciones Unidas hubiera ya dado el primer paso para crear una atmósfera de entendimiento al sacar a cinco antiguos talibanes de su lista negra de terroristas . El presidente pidió nuevas exoneraciones.

La solicitud expresa de mediación al monarca saudí da calado y solidez a la oferta negociadora. Arabia Saudí es un país religiosamente ultra y uno de los escasos tres, junto a Pakistán y los Emiratos Árabes Unidos, que reconoció en su día al régimen taliban. Un viejo amigo de los integristas que también apoya a Karzai y aparece como aliado de Occidente. La monarquía wahabita sólo ha puesto hoy una condición a su mediación: que no haya que tratar con Al Qaeda. La red islamista en guerra con Occidente inspirada por Osama bin Laden, un saudí renegado, ve al rey saudí como un siervo de Occidente.

"Los participantes en la conferencia celebran los planes del Gobierno de Afganistán de ofrecer un lugar honorable en la sociedad a los que estén dispuestos a renunciar a la violencia", con el corolario expreso de cortar lazos con Al Qaeda y otros grupos terroristas, ha indicado el comunicado final de la reunión de Londres, sexta de la serie que desde 2001 ha celebrado la comunidad internacional para intentar resolver el problema afgano. El objetivo es convencer a los talibanes y allegados de que busquen sus metas políticas por la vía pacífica.

Fondos para tierras y empleos

Para separar a los talibanes de base, movidos por el dinero relativamente fácil, de sus jefes ideologizados y de Al Qaeda la comunidad internacional ha creado un fondo internacional para disponer de liquidez con el objetivo de ofrecer empleo y entregarles tierras. El fondo está previsto para cinco años. David Miliband, el ministro de Exteriores británico, ha asegurado que hoy se habían conseguido 140 millones de dólares (unos 100 millones de euros) para su primer año de vigencia. Alemania había ofrecido 50 millones de euros para el lustro y de Japón se dijo que ofreció otros tantos de dólares. España se propone entregar 10 millones de euros. El fondo está abierto sin límite concreto y hoy se ha alentado a todos los que quieren apoyar los esfuerzos para la pacificación y estabilización de Afganistán a que contribuyan. Clinton descartó la participación de Estados Unido con el argumento de que ya financia parecidos objetivos con fondos del Pentágono.

"La reintegración de los afganos no es para compartir el poder con los talibanes", ha explicado Spanta, que trató de disipar el miedo que sienten las afganas, también representadas en Londres, ante un horizonte que deja a los integristas vía libra en la sociedad. También ha acudido en su socorro moral, Kai Eide, el hombre de la ONU en Afganistán: "Los derechos de las mujeres son innegociables. Si hay un proceso de paz tienen que ser para avanzar, no para retroceder".

De izquierda a derecha, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, el primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente afgano, Hamid Karzai.
De izquierda a derecha, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, el primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente afgano, Hamid Karzai.AP

Un ataque de la ISAF mata al menos 12 insurgentes

Entre 12 y 20 insurgentes murieron el miércoles en un bombardeo de la Fuerza Internacional de Seguridad en Afganistán (ISAF) en la localidad Baghlan, al norte del país. No se han producido bajas civiles.

La ofensiva de la ISAF se produjo después de que una patrulla conjunta de soldados internacionales y policías afganos fuese atacada con lanzagranadas.

"Los insurgentes estaban utilizando lanzagranadas desde (el otro lado de) un río. La patrulla pidió apoyo aéreo. Elementos aéreos de la ISAF bombardearon y ametrallaron a los insurgentes (apostados) en una hilera de árboles", ha precisado la ISAF.

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