Tres muertos al hundirse la obra de un túnel en Andorra

El hundimiento de un puente que se está construyendo en la parroquia andorrana de La Massana produjo ayer la muerte de tres operarios y heridas de diversa consideración a otros seis, uno de los cuales, el más grave, fue trasladado al Hospital de Vall d'Hebron de Barcelona. Anoche, un trabajador continuaba desaparecido, mientras que los bomberos trabajaban en el rescate de otro que había sido localizado con vida entre los escombros: tenía medio cuerpo atrapado entre los hierros, por lo que fue necesario abrir un túnel en paralelo por el que poder inyectarle aire caliente y evitar que sufriera una hipotermia. Las tres víctimas mortales son de nacionalidad portuguesa, como la mayoría de los trabajadores de este proyecto.

Nevando, y a tres grados de temperatura, decenas de bomberos trabajaban anoche entre los escombros para sacar al trabajador atrapado y localizar al desaparecido. Desde lo alto de la carretera se podía ver la faraónica estructura mellada. La obra cedió ayer a mediodía. Parte del puente elevado quedó reducido a una amalgama de hierros, vigas y bloques de cemento.

Con una batería de focos y ventiladores con aire caliente para tratar de mantener una temperatura soportable, los bomberos se preparaban para pasar la noche trabajando en las labores de rescate así como para reforzar el resto de la obra para evitar más desplomes. Las condiciones terreno, la inaccesibilidad y la estrechez del barranco, donde se aculaban los escombros creaba una sensación de impotencia.

El siniestro se produjo sobre las 11.45 horas cuando se estaban realizando labores de hormigonado en esta obra de infraestructura en la que trabajaban varias decenas de operarios. Se trata de un puente, de gran envergadura, situado cerca de la localidad de Anyós, que debe dar acceso al futuro túnel de Dos Valiras, que unirá los valles de Encamp y La Massana a través de una galería de tres kilómetros. La boca afectada es la más cercana a La Massana, en la salida del túnel de Sant Antoni.

Por causas que todavía se desconocen, una parte del viaducto se derrumbó y arrastró al vacío a 11 de los 35 trabajadores que en ese momento estaban en la zona afectada. En la parte que quedó en pie había varias decenas de operarios. Hace cerca de dos meses otro trabajador murió en la obra del túnel, según explicó ayer un portavoz del Gobierno andorrano. "Se cayó desde donde estaba trabajando", aseguró.

Tras los primeros momentos, a partir de las 17,00 horas los bomberos se centraron en el rescate de uno de los trabajadores que se daba por desaparecido y en el que fue localizado con vida. El frió y la creciente oscuridad dificultaba enormemente las labores de búsqueda de supervivientes. Con la llegada de la noche, los bomberos tuvieron que instalar en la zona unos sistemas caloríficos a base de tubos de aire caliente así como focos para iluminar el lugar y poder seguir trabajando, además de apuntalar la estructura no afectada del puente siniestrado para garantizar la seguridad de los equipos de rescate.

El jefe del Gobierno de Andorra, Jaume Bartomeu, anunció que ya se ha abierto una investigación judicial para esclarecer las causas del hundimiento y depurar responsabilidades. Bartomeu relató que el ministro de Fomento español José Blanco le había telefoneado ofreciéndole la ayuda que fuera necesaria.

El jefe del Gobierno de Andorra, el socialdemócrata Jaume Bartomeu, compareció en lasede del Ejecutivo y anunció que se ha abierto una investigación para esclarecer las causas del desastre.