"Estaba muy disgustado porque no quería ir al frente"
El presunto autor de la masacre en la base militar de Tejas es psiquiatra e iba a ser enviado a Irak
Malik Nidal Hasan, supuesto autor de la matanza en la base de base militar estadounidense de Fort Hood, es un psiquiatra experto en trastornos de estrés postraumático que trabaja para el Ejército y que fue ascendido a comandante el pasado mayo. El sospechoso, que resultó herido durante el tiroteo pero permanece estable y bajo custodia en el hospital, tiene 39 años e iba a ser enviado al frente, a la guerra de Irak, orden por la que estaba "muy disgustado", según aseguró la senadora republicana Kay Bailey, de Texas, a la cadena NBC.
Fuentes federales han revelado que el comandante estaba siendo investigado por comentarios preocupantes que había publicado en Internet, en los que hablaba sobre los ataques suicidas y otras amenazas. Uno de ellos llamó la atención de las autoridades porque comparaba a las personas que se suicidan en un atentado con un soldado que se lanza sobre una granada a punto de explotar para salvar la vida de sus camaradas. Además, en los últimos días Nidal Hasan había obtenido una baja calificación por su trabajo en un hospital de la base.
Según información personal a la que ha tenido acceso el diario The New York Times, Malik Nidal Hasan nació en Virginia en 1970 y es musulmán de origen jordano. Antes de ser destinado a Fort Hood, trabajó durante seis años en el el Centro Médico Walter Reed del Ejército en Washington. Su especialidad son los trastornos de estrés postraumático, que se han convertido en un grave problema de salud y son, según fuentes médicas, el origen principal del alto número de suicidios en el Ejército estadounidense.
En declaraciones a la cadena Fox, un primo del comandante explicó que su pariente sufría "acoso" por parte de sus compañeros. En este sentido, sospecha que el ataque no tuvo como objetivo el Ejército en sí, puesto que había luchado por pertenecer a esta institución.
Hasan, que llevaba dos pistolas, abrió fuego en las instalaciones donde se preparan los soldados que van a ser enviados al frente. Las autoridades han abierto una investigación para determinar por qué el atacante estaba en posesión de armas si no las necesitaba para llevar a cabo sus tareas profesionales. El ex coronel Greg Schannep, que se encontraba en las inmediaciones, dice que oyó entre tres y cuatro ráfagas de disparos con hasta una docena de tiros en cada una. "Al principio pensé que se trataba de un ejercicio de entrenamiento", ha declarado, hasta que un soldado llegó corriendo y diciendo que había "alguien disparando".
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