Medvédev promete que el crimen no quedará impune
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha asegurado en Alemania que el asesinato de la activista Natalia Estemírova fue una "provocación" que "no quedará impune". Tras una reunión bilateral con la canciller alemana Angela Merkel en el palacio de Schleissheim, cercano a Munich, Medvédev alabó el trabajo de Estemírova como defensora de los Derechos Humanos y como colaboradora de la organización Memorial, que investiga y denuncia los crímenes y abusos contra civiles en Chechenia. La anfitriona del encuentro germano-ruso pidió "consternada" que se esclarezca quién mató a la "valiente" Estemírova, cuyo asesinato calificó de inaceptable.
Se mostró Medvédev convencido de que la muerte de la activista "se debió a su trabajo", en el que "hizo cosas muy útiles y dijo la verdad". El presidente de Rusia se dijo convencido de que el régimen del presidente checheno Ramzán Kadírov no está detrás del crimen. Las acusaciones en eses sentido, sostuvo, son "juicios inadmisibles". Según Medvédev, los asesinos de Estemírova tratan precisamente de que cunda esta sospecha.
Apenas un par de semanas antes del asesinato de Estemírova, Amnistía Internacional publicaba un informe sobre las violaciones de los Derechos Humanos en el norte del Cáucaso. Pinta un escenario de abusos, torturas y asesinatos. Los activistas como Estemírova viven, según denuncian, bajo continuas amenazas. Documenta la interminable guerra sucia contra periodistas independientes y organizaciones como la que Estemírova dirigía en Chechenia. La víctima colaboró además con la periodista Anna Politkóvskaya, asesinada en 2006. Politkóvskaya era una de las más célebres voces opositoras a la guerra de Chechenia, al Gobierno de Vladímir Putin, entonces presidente y ahora primer ministro de Rusia, y el de Kadírov.
Si bien no sorprendió que Merkel pidiera el esclarecimiento del asesinato al presidente ruso, los periodistas alemanes destacaban ayer la reacción inesperada de Medvédev. Su condena tajante del crimen y sus elogios a la víctima provocaron especulaciones sobre el "cambio de tono" ruso respecto a las violaciones de los derechos humanos en sus territorios.
La reunión de ayer entre Merkel y Medvédev trató, además, otros asuntos bilaterales como los avances en la construcción del gasoducto Nordstream, que llevará gas a Alemania a través del mar Báltico. También se habló del salvamento de la ruinosa automovilística alemana Opel, que espera inversiones rusas para superar la crisis.
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