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Los difíciles tiempos de Gazprom

El futuro de la compañía es negro porque cae la producción, las exportaciones disminuyen y las ganancias son menos

La situación de Gazprom, el monopolio de gas ruso que celebra hoy su reunión anual de accionistas, está en una situación delicada. La producción cae cada mes más, las exportaciones disminuyen y las ganancias también son menos, debido tanto a estos dos factores como a la baja del precio del petróleo que influye directamente en el del gas. Además, debido a la crisis mundial, la compañía puede verse obligada a recortar su programa de inversiones en cerca del 30%.

La prensa rusa ha dado la señal de alarma y ha llegado a asegurar que Gazprom está perdiendo su cuota de mercado en Europa. Sin embargo, los dirigentes del gigante ruso son optimistas y afirman que Gazprom mantendrá su cuota europea y que lo ocurrido en el primer trimestre de este año es producto de una serie de factores pasajeros, que en ningún caso pone en peligro la estabilidad de la compañía y su primer lugar en el mundo.

Gazprom extrajo en enero-mayo 23,4% menos de gas que en el mismo periodo del año pasado y la caída en mayo fue del 35,3%. Las exportaciones también han disminuido, lo que significa que los planes de Gazprom no se cumplirán, como reconoció Alexandr Medvédev, vicepresidente de la compañía y jefe de Gazprom-Export.

En el primer semestre las exportaciones llegarán a unos 59.500 millones de metros cúbicos de gas, lo que constituye un 26% menos de lo planificado. Esto se debe a una serie de causas, entre las que también figura la guerra del gas con Ucrania, que llevó al cese del tránsito de gas hacia Europa a comienzos de año. Según Medvédev, por culpa de Kiev Rusia no pudo exportar 4.500 millones de metros cúbicos. Otra de las razones de la caída de las exportaciones se debe a la lógica económica: ante los altos precios del gas en el primer trimestre, los consumidores europeos han preferido subir el gas de los depósitos subterráneos -comprados en su tiempo a menor precio- que adquirir el gas ruso que llega por las tuberías. Pero esto de ningún modo significa, según Medvédev, que Rusia está perdiendo su cuota del mercado europeo.

Las ganancias también han disminuido, y este año se pronostican en 40.000 millones de dólares contra los 65.000 millones obtenidos el año pasado. Pero, según Medvédev, el precio del gas, caro a principios de año y barato hoy, ya que éste va con un desfase temporal al del petróleo, comenzará a subir de nuevo y, según Medvédev, el precio medio del combustible que exporta la compañía será superior a los 280 dólares por mil metros cúbicos.

Para el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, es significativo que, si bien es verdad que "en el primer trimestre se observó una fuerte caída de las exportaciones, al día de hoy los pedidos de los compradores extranjeros prácticamente corresponden al nivel del año pasado" en este periodo.

Los dirigentes de Gazprom pronostican que las cifras finales del año tanto de exportaciones como de ganancias serán, por supuesto, inferiores al 2008, que fue un año récord, pero comparables a las del 2007.

Los problemas de la compañía exportadora número uno del mundo se complican también por la dependencia del tránsito a través de Ucrania. Todos los meses se viven momentos de tensión, ya que Kiev tiene serias dificultades para pagar el gas ruso, lo que encierra el peligro de un nuevo cierre del grifo por parte de Moscú. Para solucionar este problema, Rusia propone unir esfuerzos con Europa y crear un consorcio que gestione el tránsito, pero no ha logrado de momento llevar a la práctica esa idea.

El factor ucranio explica el gran interés del Kremlin en diversificar las rutas de exportación, para lo cual está trabajando en los proyectos de North Stream y South Stream, gracias a los cuales el gas podrá llegar directamente al consumidor europeo. Pero aquí también está encontrando dificultades debido a que esos gasoductos deben pasar por el fondo de los mares Báltico y Negro, respectivamente. Para ello se necesita que los gobiernos de los países por cuya zona marítima pasen las tuberías, den el visto bueno al gasoduto.

Pero Finlandia y Suecia acaban de postergar el examen del estudio tecnológico y ecológico presentado por Gazprom. Ambos países temen por la seguridad del gasoducto, ya que sostienen que en el fondo del mar hay todavía municiones de los tiempos de la SGM que al explotar pueden crear una catástrofe ecológica de grandes proporciones. Además, el ministerio de Defensa alemán quiere que se cambie la ruta, ya que ella pasaría cerca de un polígono utilizado por éste para maniobras navales. Como resultado, los expertos consideran que Rusia no podrá comenzar a construir la parte subterránea del proyecto en los plazos planeados, concretamente en el segundo semestre de 2010.

Con South Stream también hay problemas: su costo, según el ministerio de Energía, se ha elevado a 20.000 millones de dólares, el doble de lo planeado inicialmente. Esto significa que se necesitarán muchos años para recuperar el dinero invertido y, según los expertos, el elevado coste puede ser un argumento a favor de Nabucco, el gasoducto rival que no pasa por territorio ruso y que cuesta 12.400 millones. Además, el gasoducto submarino pasará por la zona económica de Ucrania, país con el que Rusia está en permanente conflicto. Y Kiev puede obtener un nuevo instrumento de presión en sus negociaciones de gas con Moscú.

Ucrania es la principal vía de transporte del gas ruso al resto de Europa, por lo que el conflicto con Rusia puede tener efectos en el suministro del resto del continente
Ucrania es la principal vía de transporte del gas ruso al resto de Europa, por lo que el conflicto con Rusia puede tener efectos en el suministro del resto del continenteEFE

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