Comienza el juicio en Myanmar contra la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi
La dictadura militar birmana acusa a la líder del movimiento a favor de la democracia de violar su arresto domiciliario
El juicio contra la líder del movimiento a favor de la democracia birmano y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, por violar supuestamente las condiciones de su arresto domiciliario, ha comenzado hoy en el penal de máxima seguridad de Insein, según han indicado fuentes de la Liga Nacional para la Democracia (LND).
La Junta Militar de Myanmar (antigua Birmana) ha encargado a dos jueces militares que presidan el proceso, que durará aproximadamente dos semanas y contará con la asistencia de al menos 20 testigos. Fuera del centro penitenciario, la Policía birmana ha reforzado la seguridad para prevenir cualquier alboroto o protesta de los grupos disidentes a favor de la liberación de Suu Kyi, que lleva casi seis años ininterrumpidos de arresto domiciliario en su casa de Rangún, capital birmana.
Policías pertrechados con material antidisturbios fueron desplegados en varias partes de la ciudad y especialmente en el distrito de Insein, en el norte de Rangún, donde se han montado controles en todos los accesos. Según testigos citados por la radio Mizzina, cerca de doscientos jóvenes encabezados por Win Tin, miembro de la ejecutiva de la LND, se concentraron ante uno de los controles, donde también montan guardia militantes de los grupos paramilitares vinculados al Gobierno.
La víspera, varias organizaciones clandestinas contrarias a la Junta Militar instaron a los birmanos a llevar a cabo acciones de protesta "silenciosas" para denunciar el juicio al que será sometida la Nobel de la Paz, que de ser declarada culpable puede ser condenada a una pena de hasta cinco años de privación de libertad.
Movimiento militar
La Junta que gobierna Myanmar con mano de hierro ha hecho oídos sordos a la creciente presión internacional para que libere a Suu Kyi, de 63 años y que está con un precario estado de salud. Suu Kyi fue encarcelada el jueves pasado junto a las dos mujeres que viven con ella después de que un estadounidense se colara supuestamente en su casa de Rangún, tras violar la seguridad que rodea el edificio.
El arresto domiciliario de la líder opositora al régimen militar expiraba el 27 de mayo. La disidencia birmana denuncia este juicio como un movimiento de los militares, que gobiernan la antigua Birmania con puño de hierro desde 1962, para justificar una ampliación de su detención y retrasar su puesta en libertad con vistas a las elecciones de 2010.
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