La oposición se rinde ante los programas sociales de Lula

El mayor y más prestigioso partido de la oposición, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fundado por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, que gobernó el país durante ocho años antes de llegar el huracán del fenómeno Lula, se ha rendido ante los programas sociales del actual Gobierno del ex tornero. El programa Bolsa Familia, que alcanza con su ayuda a cerca de 12 millones de familias principalmente en el noreste del país, donde casi el 50% de las familias viven de ese subsidio, gusta hasta en la opocición.

El gobernador del poderoso Estado de Minas Gerais, Aècio Neves, asistió el lunes al seminario El PSDB y las políticas sociales. Neves, nieto de Tancredo Neves, que murió la víspera de ser elegido el primer presidente de la democracia tras la dictadura militar, es, junto con el gobernador del Estado de São Paulo, José Serra, uno de los candidatos más fuertes de la oposición para sustituir a Lula el próximo año.

Con miedo a oponerse frontalmente al proyecto social de la Bolsa Familia, que ha dado a Lula su gran popularidad nacional, sobre todo entre los más necesitados, el presidente nacional del PSDB, Sergio Guerra, presente en el seminario, recordó que el famoso programa social ha sido sólo una continuación y una ampliación de un programa similar creado por el Gobierno del PSDB de Cardoso y que el partido, si llega de nuevo al poder en 2010, intentará mantenerlo y perfeccionarlo.

Guerra reconoce que el programa ha adquirido con Lula una dimensión nacional y que de lo que se trataría ahora es de pulirlo (descontando los varios millones que reciben esa ayuda sin ser pobres o porque están ya muertos), y de colocar en sus listas a más de dos millones que aún no lo reciben necesitándolo igualmente.

No se habló de las críticas anteriores hechas hacia la Bolsa Familia, acusada de ser un programa "asistencialista". El próximo Gobierno, si gana el PSDB, no irá contra los logros sociales de Lula. ¿Cómo será, entonces? En el seminario quedó claro que, si gana el PSDB, seguirá las huellas del presidente ex sindicalista. "Lo que necesitamos es llevar a cabo las reformas que el actual Gobierno deja inacabadas", dijo Neves. O sea, que será más de Lula aunque sin Lula.